Un zarpazo de Manzano en el 90 le da al Rayo B la victoria soñada (0-1) ante el Real Madrid C en un disputado partido en Valdebebas.
Los románticos futboleros suelen comentar una frase, no por tópica, menos verdadera: «eres bella como un gol en el 90». Si además de en el 90, el gol es a uno de tus mayores rivales, el principal candidato a todo y en su campo, la belleza alcanza el grado de éxtasis. Eso sintió el Rayo B en su partido frente al Real Madrid C en Valdebebas.
La jornada 10 del grupo VII de Tercera fue atípica porque la mitad de los partidos se jugaron en la tarde del sábado, y como cierre de esa sesión vespertina, había un duelo de filiales como plato fuerte. El Filial de la Franja de Jorge Vallejo, tras recuperar las buenas sensaciones con la remontada en la «City» ante Las Rozas, quería mantenerlas en su visita al líder, el tercer equipo madridista dirigido por Pau Quesada, que el año pasado, bajo la denominación de RSC Internacional, se quedó a las puertas de un ascenso que tuvieron en su mano todo el curso, y por tanto esta temporada todo lo que no sea salir campeón se podría considerar fracaso en el conjunto merengue.
En la primera parte, el choque de dos equipos jóvenes con planteamientos de juego muy similares y atrevidos dejó mucho juego y muy disputado en medio campo, pero en lo que son las áreas, como el tiempo que sufrían los espectadores en la tundra de Valdebebas, era frío e incierto. Los primeros 45 minutos pasaron sin grandes ocasiones de gol, con los porteros como meros espectadores. Si bien el Madrid C parecía querer tener más la pelota, el Rayo B supo neutralizar a su rival y buscar la velocidad de sus extremos para llegar a zona de peligro, pero los buenos repliegues locales imposibilitaban la posibilidad de disparo. Solo en los dos de añadido previos al descanso empezó a haber algo de peligro, primero en el área visitante con un disparo lejano de Andrés Campos que blocó sin problemas Mario, y en la última antes del entretiempo, un disparo lejano de Diego Méndez que se perdió cerca de la escuadra. Se llegaba al ecuador con la sensación general de frío, con la gente esperando más en las áreas.
Ya en el segundo tiempo si se pudieron ver oportunidades de gol, y quien más las tenía era el Filial de la Franja. Hasta en dos ocasiones la defensa vikinga tuvo que desviar como pudo sendos disparos de Iván Ramos y Diego Méndez. Luego de estas ocasiones, entrarían al partido Asier y Manzano por Losada e Ybarra, quienes en los 63 minutos que jugaron derrocharon todo su físico corriendo y sacando de quicio a la zaga local. 10 minutos más tarde entrarían Joselu y Luismi por Iván Ramos y Cuéllar, teniendo este último 5 minutos antes un disparo que obligó a intervenir al portero madridista Súnico. El mensaje de Jorge Vallejo era claro, piernas nuevas en ataque para poder rematar un partido que el Rayo B estaba dominando y que realmente sentía que se podía ganar.
En cuanto al Real Madrid C, líder del grupo y gran candidato para llevarse el campeonato y el consiguiente ascenso directo, no dio muestras de atacar y de ir a por el partido hasta el tramo final del mismo, cuando hicieron sus escasas apariciones en el área visitante, con ocasiones para el ex canterano rayista Aparicio en un cabezazo que se fue por arriba y para Manu Márquez en un robo a la zaga que le permitió quedar mano a mano con Mario y tratar de batirle con un disparo cruzando que se acabó perdiendo junto al segundo palo. Entre medias, la mala noticia de la tarde. El central rayista Guzmán, que estaba firmando un partido imperial, se fue al suelo al sentir dolor en la pierna en una dividida en el círculo central. La lesión se preveía grave antes de verle salir cojeando del campo, sustituido por Kevin en el minuto 87. Duro varapalo para el equipo y para el jugador, que estaba siendo pieza imprescindible en el esquema de Vallejo y estaba haciendo una gran campaña.
Después de tener el Rayo B el mayor número de ocasiones y el Madrid C las más recientes, el reloj se acercaba al minuto 90, sin goles en el marcador y todo por decidir. Y fue entonces, con el tiempo ya cumplido y apenas se estaba guardando el pizarrón electrónico que anunciaba los 5 minutos de prolongación, cuando arrancó en la medular la cabalgada de Manzano que no se detendría hasta llegar a la frontal del área blanca. Ahí, en buena posición y con el espacio justo tras superar a su marcador en carrera, el rubio no lo dudó y metió un zapatazo que fusiló la red del marco de Súnico. Y con el gol, el éxtasis. Estallido de una grada visitante que dejaba más gélida todavía si cabe a la parroquia de Valdebebas. Delirio de todo el Rayo B, que ahogó a Manzano en un mar de negro y rojo y chaquetas azules, de jugadores y técnicos que festejaron el tanto casi como de un campeonato se tratase. Y sabiendo el contexto, no era para menos.
Quedaba todavía un descuento por jugarse, y todo hacía indicar un vuelco del Madrid C sobre el área rayista en busca del empate. Pero si alguien estuvo cerca de mover el recién inaugurado marcador, ese fue el Rayo B, que tuvo llegadas para sentenciar e incluso un claro penalti no pitado por derribo de Súnico a Asier que el árbitro, que ya daba ligeras muestras de pitar por colores, coronó una actuación pobre aunque sin polémicas grandes entendiendo la acción al revés y amonestando al 10 rayista por falta al portero. Una acción a la que la parroquia visitante le quitó hierro porque aun había un marcador que mantener, y tras casi 7 largos minutos de descuento (los 5 originales más el festejo del gol), volvió a estallar en éxtasis el Rayo B con el pitido final que confirmaba la consecución de la victoria más soñada: al Real Madrid C, gran favorito para todo, en su casa y con gol en el 90.
Estupendo y trabajado triunfo con portería a 0 para los de Jorge Vallejo, que con los 3 puntos con los que regresaron a Vallecas, suman ya 17 tras 10 jornadas, situándose el Filial de la Franja en 4ª posición, consolidándose en zona de playoff, a 6 puntos del Real Madrid C, que pese a la derrota mantiene el liderato, eso sí, empatado con el Leganés B; a 1 unidad del tercer clasificado Alcorcón B, empatado con el Móstoles URJC que cierra la zona de playoff, 1 por encima del Alcalá y con 2 de ventaja sobre el Trival Valderas, que será el rival la próxima jornada en la «City». Lo cual quiere decir que, pese al éxtasis de la gran victoria en Valdebebas, el Rayo B no puede dormirse en los laureles si quiere mantener su buen momento y aspirar a pelear por el ascenso a final de curso.