El Rayo B peleó hasta el final ante un correoso CD El Álamo, pero pese al doblete de Cano, los puntos se quedaron en el Facundo Rivas (3-2).
Cuando dejas todo no se puede reprochar nada. Frase casi tópica que no hace menos dolorosa la caída. El Rayo B lo ha conocido de primera mano, al acabar con derrota su visita a El Álamo en un encuentro peleado y disputado.
El cielo no invitaba a venir al fútbol, por muy cubierta que esté la tribuna del Estadio Facundo Rivas. El once de Ángel Dongil presentó novedades, como la vuelta de los «afectados por el virus FIFA» Morro y Meseguer y la primera titularidad de la campaña para Manu Navarro, encargado de engrasar la sala de máquinas del Filial de la Franja junto al capitán Ángel Algobia. Una tarea nada fácil, dado el estado del césped artificial, visiblemente afectado por las tormentas caídas durante la semana, con zonas húmedas donde el balón corría con partes pesadas y encharcadas en las que el cuero se paraba, paradójicamente, en seco.
Empezó el partido con el guión que quería el Rayo B, teniendo los visitantes la posesión y las llegadas en los minutos iniciales. Avisó pronto Cano de que tenía ganas de fiesta goleadora, probando al meta Sebas Rubio con una vaselina lanzada con 3 dedos a la escuadra de un adelantado portero que retrocedió y la atrapó sin problemas, sin haber llegado a los 3 minutos jugados. No piensen que el cuadro local estaba a verlas venir en el inicio, ni mucho menos. Los de verde tiraban de hacer un juego directo y vertical buscando el físico de su 9, el corpulento y hábil Amadi, y si no, tirar del balón parado, una de las facetas donde mejor se desenvuelve la escuadra de Emilio López. Pronto sabrán por qué.
No necesitó mucho tiempo el 9 rayista para ver saciadas sus ansias de gol. Presión rayista en el medio campo que acaba con Álvaro Juan llevándose el balón en carrera por la banda derecha. Ayudándose con la mano según los locales, solo con el pecho a criterio de visitantes y árbitros. Mientras los alameños protestaban, Álvaro se plantaba en el área con bastante espacio para sí. Levantó la cabeza, vio que Álex Cano le acompañó la carrera hacia el segundo palo y para él que envió el pase raso, medido al pico del área chica para que Cano llegase como una exhalación para fusilar la red ante la fútil estirada de Sebas Rubio. En el minuto 13 se adelantaba el Filial de la Franja, materializando la superioridad inicial con un tanto. Quien piense que a partir de aquí todo iría rodado para los de Dongil se equivoca de medio a medio.
Tras el tanto, tuvo unos minutos el Filial de la Franja en los que pudo ampliar la diferencia. Poco duraría. Un lanzamiento de falta en medio campo del local Fer se envenenó de tal forma que obligó a Miguel Morro a sacarla de la escuadra con las yemas de los dedos. Esa «frivolité» actúo de interruptor, y a partir de ahí el juego daría un vuelco total. Como espoleado por aquel libre directo, el CD El Álamo fue a tope a por el empate, empujado por su gente. No es que renunciasen al juego directo, es que además ganaban la batalla en media cancha y obligaban a los visitantes a jugar a algo que no les conviene: patadón y tentetieso. Superando la barrera de la media hora, los locales habían hecho suyo el juego y ya habían inquietado en varias llegadas el área rayista. Además, cada entrada de los franjirrojos era protestada por los de verde, ya fuera dentro o fuera del campo, como si fuera una puñalada por la espalda, haciendo que el partido se calentase por momentos. Ángel Dongil lo estaba viendo, y al señalarse una falta en contra en zona de tres cuartos visitante, decidió mover el banquillo, retirando al amonestado capitán Ángel para dar entrada a Arratia. Era el minuto 37, y casi se podría decir que el técnico rayista presintió lo que se venía.
Una vez realizada la permuta, se preparó Amadi para ejecutar el libre directo. Podría haber fácilmente 30 metros de distancia entre el balón y la portería. Poco le importó al delantero, que lanzó todo un torpedo potente por encima de la barrera, un misil tierra-aire con la escuadra como objetivo. Hacia allí que fue. Imposible para un Morro que bastante tuvo con ver ese balón y lanzarse a por él buscando el milagro. Golazo para dar al CD El Álamo un empate que llevaban tiempo mereciendo y que llegó a falta de 7 minutos para el descanso, al cual se llegó sin mucho más que contar salvo el intento frustrado del Rayo B de sorprender con el saque central a un cuadro rival que estaba celebrando el tanto recién logrado. 1-1 en el luminoso. El Filial de la Franja fue mejor hasta que anotó, luego cedió el control a su rival y lo pagó. El resultado no podía ser más justo.
Como si en vez de a vestuarios hubieran ido a un spa, volvieron los 22 protagonistas para iniciar la segunda parte bastante más relajados. Un partido que tenía visos de acabar en pelea pasó a ser una balsa de aceite durante los minutos iniciales del segundo tiempo. Los futbolistas se centraron en jugar, en que su equipo tuviera el control y fuera para arriba. A esto ayudó también la actuación del señor Rodríguez Recio, a juicio del que suscribe más que digna, acertado en la mayoría de sus decisiones y lidiando con las protestas con calma y personalidad. El que suscribe sabe lo difícil que es estar en la piel del que lleva el silbato, y sinceramente, ya va siendo hora de que se hable de ellos también cuando están bien.
Al entrar en la media hora final se rompió la tregua en términos futbolísticos. Y el que se benefició de la apertura del partido fue el cuadro local. Pudo hacerlo el Rayo B en una jugada por banda izquierda que acabó en definición de Álvaro Juan rechazada por la base del segundo palo de un ya batido Sebas Rubio. Una ley no escrita del fútbol dice que el que perdona lo paga. El Rayo B perdonó el 1-2 y lo pagó casi en el acto. Atacó en la réplica el CD El Álamo por la banda izquierda con un balón largo a Matas, quien sirvió en el pico del área chica a Fer para superar por abajo la salida de Morro. Del 1-2 al 2-1 en apenas un minuto. Corría el 63 de partido y se volvía a cernir sobre los vallecanos el fantasma de la derrota.
Sin embargo, no es fiera Vallecas para domar. Fue el Filial de la Franja a buscar con ahínco el devolver la igualada al marcador, y lo logró tras casi 10 minutos de ocasiones yermas. Voló el balón sobre el área local, yendo de una banda a la otra, buscando controlarlo los rayistas y despejarlo los alamistas. Finalmente, botó el cuero muerto en la zona central del área, y allí estaba buscando su oportunidad Cano, rodeado de defensas. Con ese instinto de cazagoles, logró el 9 meter el pie en la maraña de rivales para empujar la pelota al fondo de la red. Llegaba el empate del Rayo B en el 72 gracias al doblete de Cano, que suma ya 3 tantos en el campeonato.
Había entrado Carlos Hernández por Xian justo antes del empate, y apenas 5 minutos después ingresó Diego por Aguirre. Con estos movimientos buscó Dongil el lograr darle la vuelta al marcador y llevarse los puntos. Hubo acercamientos rayistas, pero casi en igual medida que ocasiones locales. Por si faltaba algo, empezó a llover sobre el Facundo Rivas, dándole un plus de epicidad a un partido que se adentraba en su tramo final con dos equipos que se lanzaban sin complejos a la yugular del otro. Cualquiera pudo llevárselo. ¿El resultado justo hubiera sido un empate? Sí y no. Cualquier variante final no iba a empañar el gran partido que nos dieron ambos conjuntos, sin embargo, se dio la que no querían en Vallecas.
Apenas 2 minutos para el 90. El Rayo B ya estaba volcado sobre el campo rival, lo cual implicaba dejar peligrosos huecos atrás. Ya había avisado el CD El Álamo con un par de llegadas, y el que avisa no es traidor. Un balón llovido al costado derecho del ataque local pilló desprevenida a la zaga visitante y acabó por llevársela Amadi por puro físico. El autor del primer gol verde levantó la cabeza en la línea de fondo y vio al autor del segundo, Fer, libre en el área, y a él se la mandó de forma excelente, tanto que el 11 solo tuvo que rematarla como sabe para anotar su doblete particular y hacer estallar la locura en el Facundo Rivas que se sentía vencedor.
Con 2 minutos para jugarse y 3 de descuento, más un serio rival que ahora tenía que pertrecharse atrás e incluso pudo ampliar su ventaja a la contra, no pudo el Rayo B recuperarse del duro golpe que acababa de recibir en un combate que cuanto menos parecía acabar en nulo pero que finalmente resultó en KO. Acabó el partido. Derrota para el Filial de la Franja, la segunda seguida y la primera como visitante. Aun con toda la rabia, el partido de los de Dongil dio para extraer muchas cosas positivas. Se queda el Rayo B con 4 puntos en 13ª posición. Toca reponerse y buscar la victoria la próxima semana en la «City» ante el Torrejón.
FICHA TÉCNICA
CD El Álamo: Sebas Rubio (p.), Kiko, Tomás, Adrián, Rafa, Corrales (cap.), Pitu (Helmer m.80), Crespo (Barri m.57), Amadi, Matas (Flores m.64) y Fer.
No utilizados: Sebas Rosales (p.s.), Íñigo, Del Val y Facu. Entrenador: Emilio López.
Rayo Vallecano B: Miguel Morro (p.), Javi Rubio, Meseguer, Luis Aguado, Jorge Moreno, Ángel Algobia (cap., Arratia m.37), Aguirre (Diego m.78), Manu Navarro, Cano, Álvaro Juan y Xian (Carlos Hernández m.71).
No utilizados: Mario De Luis (p.s.), Rueda, Alberto y Marc. Entrenador: Ángel Dongil.
Árbitro: Sr. Rodríguez Recio. Amonestó a Ángel Algobia y Manu Navarro en el Rayo B.
Goles: 0-1, m.13, Cano. 1-1, m.38, Amadi. 2-1, m.63, Fer. 2-2, m.72, Cano. 3-2, m.88, Fer.
Estadio Facundo Rivas, unos 200 espectadores. Partido correspondiente a la 5ª jornada del Campeonato Nacional de Liga, Tercera División, grupo VII. Mañana nubosa y lluviosa. Césped artificial en condiciones mejorables para la práctica del fútbol.
Texto e imagen de Jorge Morales García.