Dignidad en la derrota

09/01/2024
Dignidad en la derrota

El Juvenil A ha caído en primera ronda de Copa del Rey Juvenil, tras ser derrotado por 2-0 ante el Atlético de Madrid.

El pasado domingo en Alcalá de Henares vivimos una gran mañana de Copa del Rey Juvenil. Césped en inmejorables condiciones, megafonía con el himno del Atlético de Madrid sonando a gra volumen, buen ambiente en las gradas y dos equipos buscando seguir adelante en la competición del KO. Condicionantes más que de sobra para ser testigos de todo un partidazo y sentimiento de cierta envidia al ver la Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid y la importancia que el club rojiblanco le dió al partido. El Rayo Vallecano como institución, como era de esperar (por desgracia), no estuvo (una vez más).
Cuando te enfrentas a equipos que cuentan con diferentes internacionales en categorías inferiores, uno de los puntos más importantes es el de no cometer errores y estar muy concentrados durante los 90 y tantos minutos que dura el partido. En nuestro caso, la primera premisa no se cumplió y en el tercer minuto de juego, una indecisión en defensa dejó el balón en tierra de nadie, cerca de Omar, el delantero rojiblanco, que solo tuvo que driblar a Adri y hacer el 1-0 a puerta vacía. Cubo de agua fría para el equipo, cuando ni futbolistas ni público habían entrado en calor. La buena noticia es que quedaba mucho partido por delante y se podía revertir la situación.

Tras encajar el gol, el Rayo se hizo con el balón y en prácticamente la totalidad de la primera parte fue el protagonista de la posesión y el control del juego, con un Víctor Martín (el mejor jugador del partido, sin duda alguna) omnipresente, tratando de generar juego y buscando a los Becerra, Parri o Asen de cara a crearle peligro al guardameta local. Hubo una ocasión de Becerra, que llegó después de la salida de un córner, pero no sé materializó en gol. El Atlético de Madrid tuvo el 0-2 en una contra que llegó de un córner a favor nuestro. Por suerte, el delantero atlético no estuvo acertado en el mano a mano con Adri tras varios metros de cabalgada, lanzando fuera el balón.

Al descanso nos marchamos con ese 1-0 tempranero y la sensación de que el Rayo controlaba el partido, pero le faltaba mordiente de tres cuartos de campo hacia adelante. Está circunstancia no le fue ajena a Fernando Torres, que movió el banquillo de cara al inicio de la segunda mitad.

Volvían los equipos al terreno de juego y, de nuevo en el maldito minuto tres, un error volvía a penalizar al Rayo Vallecano. En este caso, el error vino por parte del colegiado, que no sancionó una falta clara sobre Becerra en campo propio, originando que el Atleti en tan solo tres toques se plantara en el área y consiguieran hacer el 2-0. La cosa se complicaba mucho y había que tratar de hacer un gol para volver a meterse en el partido. Esto pudo suceder apenas siete minutos después de encajar el segundo gol, si no lo hubiese evitado el portero rojiblanco, que sacó una buenísima mano a un derechazo lejano de Becerra.

El Rayo Vallecano también movió el banquillo en busca del gol, pero los ataques eran infructuosos o se encontraban con una parada salvadora del guardameta, tal y como pudo comprobar David Rodríguez, que buscó la escuadra con un disparo de zurda, y cuando se cantaba el gol emergió de nuevo la figura del portero.
Nada que reprochar a los nuestros, que se lo dejaron todo en el partido y demostraron que son capaces de tutear al líder del grupo 5 de División de Honor Juvenil. Lo que sucede es que, te vas con la sensación de que el equipo rojiblanco sale a competir con los colmillos afilados y, sin embargo, el Rayo Vallecano aún tiene los dientes de leche. Diferencias entre presupuestos, plantillas y medios de trabajo entre un equipo y otro, que se plasma en el terreno de juego al final. Aun así, fue una derrota más que digna, en la que el rival no te pasó por encima y pequeños detalles decantaron la balanza del lado del Atlético de Madrid.

Ahora toca centrarse en la competición liguera, que regresa el próximo sábado con la visita al Mérida, equipo que no nos puso las cosas fáciles en el debut liguero. Una segunda vuelta por delante en la que el objetivo tiene que ser repetir la grandísima imagen que el equipo ha dejado en los primeros 15 partidos. Para ello, toca ser ese equipo unido, humilde y solidario, que sacó adelante las cosas cuando peor pintaban en Liga Nacional la temporada pasada y que maravilló en prácticamente toda la primera vuelta en División de Honor.