Golazo y triunfazo

Golazo y triunfazo

Un chicharro de Rubén De Tomás de falta directa al filo del descanso le da al Rayo B una enorme victoria ante el líder Unión Adarve (1-0).

Prometía ser un partidazo y no decepcionó. Un gran encuentro entre dos candidatos al ascenso directo, igualado y disputado, que solo podía desequilibrarse con un tanto a la altura. Y así fue. El Rayo B se impuso, golazo mediante, al difícil Unión Adarve, que vendió cara su derrota y demostró por qué lidera la tabla.

El sol se dejaba entrever entre los nubarrones grises con los que amaneció la «City» en un domingo lleno de fútbol. Comenzaba bien pronto, a las 10:30 de la mañana, y con un plato fuerte, pues el 3º del subgrupo VII A de Tercera recibía al líder. Para lo ocasión, Dongil mantuvo su defensa de 3 centrales, conformada en esta ocasión por Íker Recio, Luis Aguado y Gimeno, con Boigues y Nacho Fariña corriendo por las bandas. Arriba, Rubén De Tomás se apuntaba a la ofensiva en su primera titularidad tras su regreso al Filial de la Franja. Y en el medio, Barroso sería la pareja del capitán Arratia en la medular.

El partido fue emocionante desde el principio, con ocasiones buenas en ambas áreas antes del minuto 10. Primero la tuvieron los visitantes, quedando solo Pradillos ante Roberto pero mandándola alta con apenas 1 minuto jugado. Después se vendría una que se repetiría mucho durante el primer tiempo, recibe Rubén De Tomás escorado y de espaldas, se da la vuelta y lanza un centro que se cierra y se marcha cerca del marco rojinegro. En esta primera estuvo cerca de cabecear Marc en el segundo palo. Y esto cuando solo habían pasado 4 minutos del comienzo.

De aquí a la media hora se veía un partido de ping-pong. La jugada larga y elaborada de un equipo era replicada por el rival en la acción siguiente. Se disfruto de un fútbol fluido, de toque y cerebro, algo que es de agradecer en Tercera División. Ya pasada la media hora, parecía que el Rayo B se atrevía a ir a más y tomar la iniciativa. Eso se tradujo en varias ocasiones claras para los locales. De Tomás tuvo un par. Una, en una falta lateral que trató de lanzar directa, sin mucha altura y que atrapó atento Kolde. Otra, en un centro que baja con el pecho en el punto de penal totalmente solo, pero estrellando el disparo en la pierna del portero. También tuvo la suya Echarri, tras una enorme carrera que le dejó solo ante Kolde, salvando su salida con una sutil picada que se perdió cerca del segundo palo. El Filial de la Franja le estaba jugando de tú a tú al líder, y se merecía abrir la lata antes del descanso.

En fútbol poco tienen que ver los méritos con los goles, pero a veces pueden ir de la mano. Así fue a 2 minutos del descanso, en un balón en la banda izquierda del ataque rayista que buscó Marc cerca del pico del área, y con él, un defensor rojinegro que se lo llevó puesto. Señaló falta el colegiado, en una posición algo mejor que la anterior que intentó Rubén, pero aun así algo lejana y escorada. Poco le importó al benjamín de los De Tomás. Acomodó la pelota el 30, esperó al pitido y se lanzó decidido a pegarle a puerta. Un disparo perfecto, tanto técnica como estéticamente, haciendo que el balón describa una hermosa parábola hasta encontrar la escuadra del segundo palo de un Kolde que no hubiera llegado ni estirando el brazo como Mr. Fantástico. Golazo, simple e inapelable. Un partido tan disputado solo se podía desequilibrar de esa manera. De forma inmejorable celebró Rubén De Tomás su primera titularidad con el Filial de la Franja tras su regreso en enero, con un chicharro tremendo que inaugura su casillero particular. Alguien aun lo estaba gritando cuando llegó el descanso, al que llegaba el Rayo B de la mejor forma posible, ganando al rival más difícil con un golazo.

Tras ver la pancarta de la afición rayista reivindicando el 8-M en las vallas de la «City» y mover Diego Nogales el banquillo visitante, arrancó la segunda mitad. Lo que cabía esperar era que el Unión Adarve cambiase un poco la cara y fuera a buscar al Rayo B en su campo, presionando y apretando porque el marcador así lo exigía. Esa lectura la hizo bien el cuadro rojinegro, pero también interpretó su papel el equipo vallecano. En este caso, el de mantenerse sereno en defensa, y cuando se recuperaba la pelota, moverla con criterio buscando los huecos que su rival dejara. Asi fue que la primera llegada con peligro del segundo tiempo fue franjirroja, culminando en un cabezazo desviado de un Gimeno que se sumaba a los ataques sin descuidar su parcela defensiva. La réplica adrvista llegó en una falta en la frontal que disparó Navarro y se fue cerca del palo. Se abría el partido, y eso significaba emoción e incertidumbre.

Para cuando el Rayo B hizo su primer cambio, la entrada de Sánchez por un esforzado Barroso en el minuto 73, el rival ya había hecho 4, todos ellos de corte ofensivo. Al poco de este refuerzo en la medular, ya cuando faltaban 10 y el alargue, Dongil dio entrada a Sergio Sánchez y Kevin por Aguirrre y «Don Golazo» De Tomás. La intención estaba clara, piernas frescas arriba para buscar los balones largos y aprovechar los agujeros de un Adarve cada vez más volcado al ataque. Y dispusieron de oportunidades en los instantes siguientes a los cambios, con un centro de Kevin al que no llegó por poco Marc para empujarla, y después sería el propio Kevin el que no embocaría el servicio de Nacho Fariña, ambos por banda derecha. Entre medias, un cabezazo de Íker al lateral de la red a la salida de un córner. Oportunidades del Filial para matar el partido, pero el rival también juega. Quedaba poco, pero algo quedaba, y la renta era de un golazo, pero solo uno.

Lo que transcurrió desde ahí al final fue un continuo intento de asedio rojinegro al área rayista, que se mostró sólida y firme y logró el tan ansiado objetivo de mantener la portería a 0. El Adarve apretaba, pero no le daba para ahogar. Lo más cerca que estuvo, un saque de banda puesto al área chica que atrapó Roberto tras un leve desvío. Y cada vez que los locales lograban sacar una falta, el grito de protesta visitante, que también se oyó al añadir el colegiado «solo» 4 minutos, que acabaron siendo más de 6 entre unas cosas y otras, como la entrada en el descuento de Rueda por Luis Aguado para apuntalar la zaga local. Lo importante es que el marcador no se movió al momento que tanto se demoraba, el del pitido final, que quedó ahogado por los lógicos gritos de júbilo de la parte vencedora.

Un partidazo impresionante, un esfuerzo titánico, un golazo increíble y una victoria que es algo más, un triunfazo. El Rayo B había logrado algo que solo se había dado una vez en toda la temporada, que era derrotar al Unión Adarve. Fue con todo lo que tenía el cuadro rojinegro a replicar el golazo de Rubén De Tomás, pero el líder hincó la rodilla en el fortín de la «City». Triunfazo importante para los de Dongil, que duermen en la 2ª plaza de la tabla del subgrupo VII A, a 4 puntos precisamente del Adarve, aventajando en 2 a la 4ª plaza y sabiendo que, hasta el próximo domingo, ya sea en el campo o en los despachos, nadie le va a sacar de la zona de pelea por el ascenso directo. Memorable victoria del Filial de la Franja, al que le quedan 3 jornadas para acabar esta primera fase. En 7 días volverá a jugar en la «City», recibiendo a un San Fernando que se está jugando la vida.

FICHA TÉCNICA

Informó Jorge Morales García. Imagen de Miguel Ángel Mena.