Victoria del Rayo Vallecano Juvenil B que sirve para mantener el liderato del grupo 12B con cuatro puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.
En la mañana de ayer se enfrentaban el Rayo Vallecano B y el ED Moratalaz B en un duelo de Liga Nacional Juvenil. Si uno mira la tabla clasificatoria (primero frente a último), podría parecer un duelo bastante desigual a priori. Además, en el partido de ida los franjirrojos se mostraron intratables y superaron ampliamente a su rival (0-4). Pero todo esto, al final, vale de muy poco cuando en el campo son once contra once y las ganas de vencer no entiende de clasificaciones. Por lo presenciado en la City, la principal diferencia entre ambos equipos fue la enorme pegada que exhibió el Rayo con Morcillo y Quique en estado de gracia.
El Rayo llegaba con alguna baja de jugadores importantes que estaban con el Juvenil A (muy merecido), jugadores que por diversas razones no han estado al 100% en las últimas semanas y, además, teniendo que afrontar tres partidos en una semana. Esto propició que Jorge Rubio introdujera novedades en su once inicial con jugadores que han gozado de menos minutos, pero que tienen toda la confianza del mundo por parte del cuerpo técnico.
Como era de esperar, el equipo rayista trató de hacerse con el mando del partido y muy pronto gozaría de la primera ocasión de peligro en las botas de Mario. El extremo mostró su habilidad a la hora de penetrar en el área y tras deshacerse de un par de rivales, su disparo de zurda se encontraría con el portero visitante que iba a rechazar el balón, alejando el peligro de su marco.
Todo el peligro del Rayo pasaba por las botas de Morci, ya fuese en punta o cayendo a banda y asistiendo a sus compañeros. Tanto Prieto como Isra intentarían sorprender desde lejos tras sendas jugadas del 18 de la Franja. En el minuto 23, Ordóñez desde la defensa iba a poner un balón largo, para que controlase Morci a la altura del centro del campo y cayendo a banda izquierda. Él solito se encargó de bajar el balón, controlar y deshacerse de su marcador, marchándose por banda y levantando la cabeza para servir un balón medido al corazón del área para la llegada de Quique, que entrando desde atrás superaría a su marcador y hacía el primer gol del partido. Volvía a funcionar la sociedad Morci-Quique, una de las más solventes que uno puede ver en cantera.
El ED Moratalaz siguió presionando arriba a los nuestros y haciendo incómoda la salida del balón, algo que hizo que no hubiese demasiada claridad de ideas a la hora de trenzar jugadas de ataque y se entró en una fase de partido con constantes imprecisiones, lo que aprovecharon los visitantes para dar un paso adelante a la hora de buscar el marco de Willy. Si bien es cierto, que no hubo ocasiones reseñables de peligro, el Moratalaz iba a finalizar la primera mitad en el campo del Rayo con Torres, Maurazos, Aguado y Ordóñez muy serios atrás.
A los tres minutos de partido en la segunda mitad, Morci cazaba un balón en el área e iba a poner el segundo gol en el casillero del Rayo. Gol que protestó mucho el Moratalaz considerando que en la jugada previa al gol, hubo una falta a un atacante suyo.
Este segundo gol lejos de hacer que el Moratalaz hiciera que bajase los brazos, supuso un estímulo para que buscase acortar distancias en el marcador y tuvo varias ocasiones para ello, pero los atacantes visitantes no lograron batir a Willy que detuvo varios manos a mano. Esto es un claro ejemplo de la pegada de uno y otro equipo, uno había aprovechado sus ocasiones para adelantarse en el marcador y el otro no tenía esa claridad ofensiva. En la parcela ofensiva destacó Cata, jugador zurdo de mucha calidad que hace años pasó por la cantera franjirroja y que dejó detalles de mucha clase.
En el cuadro rayista el peligro en la segunda mitad llegó por banda derecha, con un Torres incansable en sus constantes subidas y en las botas de Morci tanto finalizando las jugadas como asistiendo a sus compañeros. En una combinación entre Torres y Morci llegó la mejor ocasión de la segunda parte, asistiendo este último a David López que con todo a favor para marcar, golpeaba el balón en semifallo y mandaba el balón fuera cuando ya se cantaba el tercer gol rayista.
Cuando quedaba menos de cinco minutos para el final del partido, la fe y el empuje del Moratalaz se vio recompensado con un gol tras un saque de esquina. Jugada en la que no quedó claro si alguien toca el balón o entra directo desde el saque de esquina, pero se cuela entre Willy y un defensa rayista para poner el 2-1.
En los últimos minutos el Rayo quería el balón lejos de su área y el Moratalaz buscaba sin demasiado éxito llegar a la defensa franjirroja para buscar el empate.
Tres puntos muy importantes para afrontar la «Semana Fantástica» que el equipo tiene en estos siete días. Una vez superado el duelo frente al ED Moratalaz, ahora llegan las visitas al CD Móstoles URJC y al AD Torrejón.