Un golazo en el segundo tiempo de Íker Recio, que acabaría expulsado, da al Rayo B la victoria (1-0) ante el Complutense en un partido vibrante.
Se puede intentar de muchas maneras, pero la que cuenta es la que entra. Rayo B y AD Complutense ofrecieron una bonita batalla futbolística en la «City», en la cual los de Vallecas se llevaron el triunfo, gracias a una bonita volea de Íker Recio, protagonista indiscutible del encuentro.
Las palabras «finales de septiembre» no parecían afectar a la mañana dominical vallecana, en la que un sol de justicia acompañaría lo que tenía pinta de ser un partidazo. Y a fe que lo fue. De un lado, el Filial de la Franja de Ángel Dongil, que presentaba como principal novedad la incorporación al once de Joselu Pérez por un Aguirre que salió renqueante de Moratalaz y que se quedaría en el banquillo para salir en caso de emergencia. Del otro lado, el «Complu» de Ernesto Gallardo, que con los ex rayistas Tito y Del Valle comandando al equipo desde la zaga, buscaba rememorar el triunfo del año pasado, y sobre todo, acabar con la maldición del 1-0 en contra que parece pesar sobre el cuadro alcalaíno.
El partido comenzó a un ritmo altísimo, y en los primeros minutos la batuta la llevó el Complutense. Los blanquirrojos, hoy de azul, salieron al verde con una bonita propuesta futbolística, queriendo la pelota y tratando de generar huecos con toques rápidos. Buen fútbol de los visitantes, similar a lo que nos tiene acostumbrados el Rayo B, que en estos instantes iniciales en los que no era protagonista, lo cual suele conllevar problemas, se manejó bien en un papel más pasivo, cerrando las puertas de su área y haciendo romo el dominio de su rival. Firmeza defensiva, comandada por un gran Gimeno, para un comienzo incierto.
En ataque, el dominio visitante provocó que los de Vallecas tuvieran que recurrir a la contra y al balón largo. Con el paso de los minutos, el Rayo B se fue asentando y tomando el control del partido, lo que le permitió volver al fútbol de toque que tanto gusta de practicar. En cualquier caso, los locales tenían dos puñales por las bandas, llamados Diego Lorenzo y Pablo Blázquez, que hacían sentir el peligro a la zaga visitante. Mención especial merece Pablo, que firmó el que hasta el momento es su mejor partido con el Filial de la Franja, recibiendo mil veces junto a la esquina y saliendo casi siempre del regate para meter los centros y que los rematadores hagan el resto.
Ya con los de casa siendo dominadores del juego, llegaron las mejores ocasiones. Casi siempre tenían de protagonista a Joselu Pérez, el delantero en edad juvenil, que las tuvo de todos los colores, pero también tenía el día en el que la pelotita no parecía querer entrar. También algo de mérito tuvo Alberto, el portero rival, que cumplió con creces con su trabajo repeliendo balones, algunos de manera casi milagrosa, pero manteniendo el cerrojo en su portería. No solo Joselu llevó peligro al área complutense, también tuvieron oportunidad de disparo Héctor e Íker Recio. Si, el defensa del Rayo B se animaba a sumarse al ataque, y en una bonita acción en la frontal dejó una advertencia de lo que llegaría en la segunda parte. Se llegó al descanso sin goles, lo único que le faltaba a un partido vistoso en el que el Filial de la Franja supo perseverar y buscar su momento, lo que le llevó a tener las mejores ocasiones de gol.
El comienzo de la segunda mitad parecía una versión chill del final de la primera, que tuvo alguna palabra más alta que otra. En cuanto al juego, seguía mandando el Rayo B, pasando algunos minutos hasta poder crear peligro y asestar el golpe fatal. Llegando al 15 de la segunda, una buena acción de Pablo Blázquez por la derecha desenvocó en córner que se puso cerrado y fuerte, obligando a Alberto a despejar de puños. El rechace lo bajó con el pecho Íker Recio fuera del área. El central la dejó botar, levantó la cabeza, armó la pierna y soltó la volea ajustada y certera, lejos del alcance del portero visitante, que aun habiendo podido recolocarse tras salir en el córner, no pudo sino mirar como la pelota se alojaba en la cara interna del lateral de su marco. Parece que en el Filial de la Franja solo se pueden marcar golazos, y este también lo fue. Bonita forma de que Íker, clave el año pasado por su aportación defensiva, se una a la nómina de goleadores del Rayo B y pusiera en el marcador el triunfo parcial local al minuto 62.
Se esperaba una reacción inmediata al tanto encajado por un equipo como es el Complutense, y así sucedió. Los visitantes se lanzaron en tromba en busca del empate, teniendo acorralado varios minutos al Rayo B, tal vez no con un juego tan preciosista como en el primer tiempo, pero sí más contundente y que entrañaba más peligro. Otro desafío para la defensa local, y aquí se vio la calidad de sus centrales en general y de Bolo en particular. Muchas miradas están puestas en el recién llegado Adrián Pérez, principalmente por ser hijo (y heredero de apodo) de Jon, leyenda del rayismo y actual entrenador de la Ponferradina. Y el zaguero vasco no decepcionó, mostrándose imperioso en todos sus envites y especialmente dominador de cabeza, sacando todo lo que llovía sobre su área y teniendo varias oportunidades de remate en la contraria. Gran partido el de Bolo, como el de sus compañeros de la zaga, que lograron dejar la portería de Quintela a 0.
En medio del txiri-miri azulón, que parecía no mojar pero que en cualquier momento podía calar, movió el banquillo Dongil para reforzar al equipo de medio campo hacia arriba. Salió en el 67 Diego Lorenzo para dar entrada a Ilies, y en el 78 Quivira entraba por Héctor. Con estas novedades y el partido rompiéndose con el paso del tiempo y el marcador corto, tuvo buenas oportunidades el Rayo B de hacer el segundo. Claro que la defensa rival también juego, y teniendo a alguien que fue Capitán de la Franja en Primera como Tito, significa poner veteranía y oficio al servicio de un equipo a priori modesto pero completo y competitivo. El recién incorporado Ilies tuvo su chance, y alguna más tuvo también Joselu Pérez, pero no había manera de franquear el muro azul.
Solo en el 90, al añadirse 3 minutos, hizo Dongil un cambio defensivo, metiendo al central Jaime por Joselu. Pero el cambio fue eclipsado por la acción polémica del partido. La tensión saltó por los aires entre Gimeno y el visitante Said, que se encararon tras hacer los locales falta, lo cual conllevó una trifulca junto a los banquillos. Llegó Íker Recio a separar, tal vez con mucho ímpetu, como admitía el propio jugador en el postpartido, pues se llevó del cuello al 7 del «Complu». Motivo suficiente al juico del señor Bustos Pereira, de buen arbitraje, para, tras la correspondiente amarilla salomónica, expulsar con roja directa al defensa goleador del Rayo B. Los locales tendrían que aguantar la ventaja y cerrar el triunfo con 10 jugadores ante un Complutense que, obviamente, fue con todo. El partido acabó con córner sobre el área local que subió a rematar Alberto y 20 de los 21 jugadores apiñados sobre el área chica. No tembló la defensa vallecana, que lo consiguió rechazar, y cuando Manu Navarro se preparaba para correr con la bola hacia la vacía portería visitante, el árbitro decretó el final, entre lógicas protestas locales por cortar una ocasión manifiesta.
De todas formas, la victoria no se movió de casa. Triunfo del Rayo B en un partido vistoso y recio, como Íker, que vivió la dicotomía del fútbol. Pieza clave atrás y gol suyo que vale 3 puntos, pero que seguramente se perderá las próximas fechas por su expulsión directa en el 90. Segundo triunfo del Filial de la Franja, que sigue invicto tras 4 partidos disputados. Con los de hoy, los chicos de Dongil suman 8 puntos que le alzan a la 7ª posición, quedando a solo 1 punto de la zona de playoff. La próxima jornada toca salida como visitante a uno de los campos más difíciles de la Tercera Madrileña, el estadio de El Val, hogar del siempre temible RSD Alcalá.
FICHA TÉCNICA
Informó Jorge Morales García. Imagen de Miguel Ángel Mena.