Segunda jornada para el Juvenil B de Jorge Rubio y llegó la primera victoria para los nuestros.
Los sábados son los días escogidos para comer en familia a la hora que te plazca y luego sofá, manta y película de Antena 3 o, lo que viene siendo lo mismo, un sueñecito reparador. Este es el plan perfecto salvo que juegue en la hora de la sobremesa alguno de los equipos de cantera del Rayo Vallecano.
Hoy había mucho y bueno donde elegir en cantera, desde las guerreritas de Jorge Cámara, que han ganado 2-0 (no son horas de jugar a las 15.00) hasta el Juvenil A de Iván Amaya, que ha caído en casa, pasando por el Juvenil B que jugaba en Moratalaz.
Uno, que ya venía con la panza llena del arroz con pollo que había degustado poco antes del partido, se ha encontrado con un empacho de goles del Juvenil B para terminar de hacer bien la digestión.
En el once titular de Jorge Rubio había tres cambios con respecto al equipo que la semana pasada se midió al CD San Fernando en casa. El primero era la entrada de Willy Gascón en lugar de Dani en la portería, Mario Linares entraba también por José Ángel en el centro de la defensa y el último era la titularidad de Mario en banda izquierda, supliendo a Quique que hoy era baja.
Lo mejor que puede tener un equipo es que los cambios no se noten y no baje el nivel del bloque, tanto de inicio como a lo largo del partido. Esto es lo que ha pasado en el Juvenil B, que los que han entrado de inicio y los que lo han ido haciendo en el transcurso del choque, han mostrado el mismo nivel que los compañeros a los que suplían.
El inicio de partido no fue demasiado brillante por parte de ninguno de los dos equipos, minutos de tanteo en los que el Rayo parecía querer llevar el mando, pero no acababa de conectar con los jugadores de arriba. Esto cambio cuando en el minuto 17, Alcántara iniciaba una jugada de ataque por banda derecha, combinando con Prieto en la frontal del área y el mediocentro intentó sortear a varios rivales que le taponaban, finalmente iba a perder el balón, quedando suelto en la frontal, para que llegase Mario y golpeara con fuerza el esférico de zurda, haciendo el primer tanto de la tarde a los 17 minutos de juego.
El gol haría que el Moratalaz se pusiera las pilas e iba a disfrutar de su ocasión más clara de la primera mitad y, prácticamente, del partido. Una buena combinación en ataque finalizó con un buen derechazo de un atacante local que se iba a marchar por encima del larguero de la portería franjirroja.
A partir de aquí, comenzaron los nervios e imprecisiones en la defensa y en el portero del Moratalaz y, como consecuencia de ello, un carrusel de ocasiones para los nuestros. Primero fue Morci el que se anticipó de cabeza al guardameta local en un despeje de la zaga rayista y una salida en falso del portero, que bien pudo suponer el segundo gol para los nuestros, pero estaba muy lejos de la portería y el balón apenas llevaba fuerza. Al vendaval ofensivo quiso sumarse el capitán Alcántara que aprovechó el enésimo fallo de la defensa del Moratalaz para disparar desde dentro del área, con la mala fortuna de encontrarse con el palo.
Dicen que el primer defensor debe ser el propio delantero centro y Morci ha dado un gran ejemplo de esto en la tarde de hoy, presionando la salida del balón rival, incomodando a la línea defensiva, yendo al choque con los defensas contrarias y peleando cada balón. En una de estas acciones, tras un centro por banda derecha, se iba a quedar un balón sin dueño en la línea de fondo, al que iba a llegar Mario, que demostró en varias acciones ser el más listo de la clase, para ver a Alcántara completamente solo a la altura del punto de penalti, no desaprovechando la asistencia de su compañero y con un tiro cruzado de zurda hacer el 0-2.
El Rayo estaba desatado en ataque y el Moratalaz estaba noqueado y su defensa era un manojo de nervios. Morci, poco después, en jugada personal iba a volver a ganarle la partida a sus defensores y su disparo se iba muy cerca de la portería local. En una jugada larga en la que Mario robaba el balón en campo propio, iba a montar el ataque el equipo de Jorge Rubio, colgando Prieto un balón desde el costado derecho que despejaría el portero local, llegando a la frontal del área ante la pasividad defensiva del Moratalaz. Por allí iba a aparecer, de nuevo, Mario para armar la zurda y firmar su segundo gol del partido.
Con este gol se llegó al descanso, con un Rayo que sin hacer un juego tremendamente espectacular, sí estaba siendo bastante efectivo y mortífero en zona de ataque con un tridente al que podríamos bautizar como la MAM (Morci, Alcántara y Mario). Perfectamente secundados por un segundo tridente formado por Hugo, que pese a jugar por detrás del punta, constantemente bajaba a recibir entre centrales para iniciar la salida de balón y construir el ataque rayista. Hugo es de esos jugadores que conduce el balón con la cabeza erguida y sabiendo dónde están sus compañeros y cómo tiene que conectar con ellos. Por detrás de Hugo, en la medular han estado Prieto y Capi que son dos futbolistas que tienen la complicadísima virtud de hacer el fútbol tan sencillo, que como espectador los ves y piensas que tú podrías hacer eso mismo, seguro. Sin florituras ni adornos, asociándose con sus compañeros y eligiendo, casi siempre, la mejor opción, además, ambos se han asomado en varias ocasiones al área rival en la tarde de hoy.
En la segunda parte, no tardaría ni dos minutos en tener la primera gran ocasión Mario que iba a despejar como buenamente podía el guardameta del Moratalaz. A raíz de esta ocasión, el Moratalaz intentó llegar al área rayista, pero Ordóñez y Linares se convertían en ese segurata pesado que no te dejaba entrar con calcetines blancos o zapatillas a su garito.
A los 15 minutos movía Jorge Rubio el banquillo y entraban Torres y Dani en lugar de Aarón y Alcántara. Cambiaba la banda derecha, pero no variaba la idea de juego ni la intensidad mostrada en banda. Ambos serían los protagonistas del cuarto gol franjirrojo, tras una buena subida por banda de Dani que pondría el balón en el corazón del área y por allí entraba el eléctrico Álvaro Torres, que veía completamente solo a Capi que, sin pensárselo dos veces, remataba de primeras al fondo de las mallas el balón servido por el 12 de la Franja.
Quedaban aún 25 minutos por delante y había ganas de incrementar el marcador por parte del Rayo Vallecano, en especial Morci que buscaba con ahínco su gol después de trabajar tanto en ataque. El gol llegó prácticamente en el minuto 90, pero el delantero centro rayista estaba en claro fuera de juego y el colegiado anuló el que hubiese sido el quinto tanto rayista.
Victoria que viene a confirmar las buenas sensaciones que dio el equipo la jornada anterior a pesar de la derrota ante el CD San Fernando.