El Rayo B vence de forma eficiente al RSD Alcalá en un duro partido en la «City» por 3 goles a 0, con tantos de Vere, Manu Navarro y Rubén De Tomás de penalti.
Un partido que prometía emociones fuertes y dura competencia, y que si bien no tuvo mucho fútbol, no decepcionó al espectador. En un alarde de saber manejar la tensión y aprovechar sus oportunidades, el Rayo B derrotó al RSD Alcalá, firme candidato al playoff, y mantiene su inmaculado inicio de 2022.
Perfecto equilibrio entre calor del sol y viento fresco para una mañana primaveral pese a ser principio de febrero, clima ideal para jugar al fútbol. Así se animó a que se llenasen las gradas del campo 4 para ver un clásico de la Tercera Madrileña. Arrancó el partido con retraso. Alguien igual pensó que será porque Ángel Dongil igual se presentaba tarde a la cita, dado que unas horas antes le vimos sentado junto a Andoni Iraola en el banquillo de Balaidos. Pero no era el caso. El técnico vallecano llegó puntual a la cita y dispuso un once con toda la intención de ir decidido a por el rival, el Alcalá de Jorge Martín de San Pablo, que si bien está instalado en zona de playoff, llegaba herido al encuentro tras acumular dos derrotas.
Desde el comienzo el partido tuvo tensión, y más aun al abrirse la lata temprano. En los primeros 4 minutos, la sensación era que el Alcalá salía a dominar y encerrar al Rayo B en su área, pero en su primera internada en el área rival lograría el premio el equipo de casa. La pelota le llegó jugada a Manu Navarro en zona de tres cuartos, se dio la vuelta y tiró el pase en profundidad al costado del área. Corrió con todo Vere para llegar al balón, conducirlo lo justo para acomodárselo, encarar al meta Degre y batirle de disparo cruzado raso. El momento por el que pasa el Filial de la Franja se ve personificado en Álex Asensio «Vere», quien la semana pasada estreno su casillero de goles, justamente en Alcalá de Henares, pero frente al Complutense, y que lograba de esta manera su segundo tanto y ver puerta en dos partidos consecutivos.
Los 40 minutos que restaban hasta el descanso fueron de mucho ruido y pocas nueces. Ningún equipo hacía por proponer juego. Más bien iban como pollos sin cabeza detrás del balón, yendo en cada balón dividido a ver quien gritaba más al recibir la entrada, y el árbitro señalaba algo, a ver quien le protestaba más y de forma más vehemente. La tensión iba escalando tanto en el campo como en la grada, donde en un momento dado hubo enfrentamiento verbal entre algunos espectadores. Una escena nada agradable y que, desgraciadamente, es bastante habitual en los partidos de Tercera en la «City». En lo que a juego se refería, el marcador en contra forzaba al cuadro complutense a tratar de dar un paso adelante para buscar el empate, pero salvo una falta lateral que complicó algo a Pantoja para capturarla, no creó peligro real. El Rayo B se manejaba bien sin balón y cerraba con firmeza los accesos a su área, mientras que su presencia en la contraria fue casi testimonial tras el gol. La sensación al descanso era como la de acabar un partido duro, pero aun quedaban 45 minutos. Un zarpazo en la primera que tuvo le valía a los franjirrojos para irse con ventaja.
Después de tomar aire en el descanso, la idea con la que se inició la segunda parte era la de tratar de dejar la tensión a un lado y jugar un poco al fútbol. El único cambio en el descanso fue el de la camiseta del delantero rayista Joselu Pérez, quien en los primeros 15 minutos veía como tenía que salir del campo hasta en dos ocasiones para quitarse la zamarra rota, llegando a tener a su espalda 3 números diferentes: 12, 15 y el habitual 27. Por lo demás, los rojillos de El Val, hoy de azul, trataban de imponer su juego y buscar igualar el marcador. El Filial de la Franja seguía con el plan de aguantar bien sin pelota, dado que con ella no terminaba de encontrarse. Pero haría falta solo una buena acción a la contra para dar otro zarpazo que dejase el partido encarrilado.
Esa acción llegó en el minuto 58. A nadie le sorprende ver buenos partidos de Aguirre a estas alturas de su trayectoria en el Rayo B, pero lo de hoy es de especial calado, y más aun por la jugada del 2-0. Recuperando el balón en la frontal del área propia, arrancó la carrera del 7 rayista por banda derecha. Intentó seguirle al sprint y cortarle Adri, pero una subida de gemelo que eventualmente le haría ser sustituido le obligó a desistir. Llegaba Aguirre al área visitante totalmente solo, dispuesto a encarar a Degre, y cuando todos esperaban el tiro, dejó el pase de la muerte raso para Manu Navarro, que llegaba al apoyo y no tuvo sino que empujarla a la red. 4º gol en lo que va de campaña para el «Jefecito» Manu, que iguala con Quivira como el segundo máximo goleador del equipo. Sin embargo, es de justicia decir que el 90% del tanto es de Aguirre, y así lo reflejó el equipo, que fue al completo a abrazar al 7 que casi debía pedir botella de oxígeno.
Tras el segundo zarpazo el encuentro parecía ir cuesta abajo. La presión de la primera mitad parecía disiparse. Ya sin nada que perder, el Alcalá quemaría las naves para buscar el gol que le metiera en partida. También movería ficha Dongil para mantener el partido bajo control, con las entradas de Diego Méndez por Boigues primero, Rubén De Tomás y Héctor por Aguirre y Joselu después y Sergio y Diego Lorenzo por Vere e Ilies en el final. Aun con el marcador favorable, no terminaba de estar cómodo el Rayo B, más cuando el Alcalá, a base de córners, le iba encerrando bien atrás. Una mano dura de Pantoja a un remate de cabeza, otra que tapó Íker Recio y un gol olímpico que sacó Arratia sobre la línea fueron las pruebas de un partido sufrido atrás y del trabajo que costó dejar la portería a 0.
Con el final avecinándose se vio por qué Dongil había metido refuerzos ofensivos cuando el resultado acompañaba tanto. No se cumplía el 85 cuando un balón llovido de un despeje lo bajaron entre Diego Lorenzo y Rubén De Tomás para que este último fuese al sprint hacia el área. Con él iba su marcador Chato, a quien solo le quedaba un último recurso para evitar el mano a mano, la entrada rasante en el área. No sacó la pelota y derribó al atacante, ergo penalti. El propio Rubén De Tomás sería el encargado de lanzarlo. Entre su derechazo al lado seguro y que Degre se lanzó al costado equivocado, parecía que recrearan la pena máxima de Trejo en Copa. Aquí ya sí que sí, con el segundo gol del curso de RDT, que ponía desde los 11 metros el 3-0 en el 86, ya estaba el pleito finiquitado. Un último conato visitante de hacer el gol del honor durante los 3 minutos que se añadieron era todo lo que le quedaba al encuentro.
Al final, la pegada contundente del Rayo B, tan ausente en el inicio de campaña como presente ahora, decantó la balanza. Triunfo del Filial de la Franja en un partido donde supo manejar la tensión y los tiempos mejor que su rival, uno de los mejores del grupo VII de Tercera RFEF, que sufre en Vallecas su 3ª derrota seguida. Todo lo contrario es la racha de los de Ángel Dongil, que en lo que va de 2022 cuentan sus partidos como victorias, acumulando con este 4 triunfos consecutivos que le hacen consolidar la 10ª posición, quedando a 3 de la zona de playoff y sacando ya 6 puntos al descenso. No hay mejor dinámica para afrontar la maratón de partidos que se viene, pues la semana que viene tiene dos salidas complicadas: el miércoles en el campo del Trival Valderas y el sábado en Pozuelo.
Informó Jorge Morales García. Imagen de Miguel Ángel Mena.