Una clasificación agridulce

20/12/2023
Una clasificación agridulce

El Rayo Vallecano conocerá hoy a su rival en la primera ronda de Copa del Rey Juvenil

El pasado domingo, el Juvenil A se convertía en equipo de Copa del Rey tras certificar su paso ante el CF Fuenlabrada. Todo un logro y un primer objetivo de la temporada alcanzado.

Clasificarte para Copa del Rey no está nada barato y, tal y como decía con buen criterio José María (delegado del equipo), solo se clasifican 32 de los 114 equipos de los 7 grupos de la División de Honor Juvenil. Por lo tanto, la clasificación debería ser motivo de algarabía para el equipo, pero no acabo de ser así.

El partido en sí fue malo, sin paños calientes. Vimos a un Rayo poco reconocible, que parecía atenazado por los nervios de lo que había en juego. Y enfrente un Fuenlabrada que sin tener esa presión, iba a jugar sus armas a las mil maravillas, con un fútbol directo a la espera de que sus puntas nos pudieran hacer daño por esta vía o, bien, a través del juego aéreo, cuestión en la que nos superaron a lo largo de la primera mitad.

Lo cierto es que los nuestros llevan toda la temporada sufriendo cuando se enfrentan a rivales que les plantean ese tipo de fútbol, menos elaborado y combinativo, optando por un juego más directo en su estructura. Además, el paso y el peso de las jornadas empieza a hacer mella también en las piernas de los futbolistas que más minutos acumulan a lo largo de estas 15 fechas, y el equipo lo nota. La frescura con la que los nuestros jugaban en los dos primeros meses de competición se ha ido diluyendo en algunos choques y está costando mucho más sacar esos buenos resultados, que inicialmente nos llevaron incluso a liderar la clasificación.

Al descanso se fueron los dos equipos son lograr marcar y, siendo sinceros, el gol estuvo más cerca para los locales que para el Rayo, que solo tuvo un par de acercamientos tímidos por parte de Alonso y Asensio.

En la segunda parte el partido tuvo un inicio con ocasiones para los dos equipos y parecía que el Rayo se iba a hacer con el control del mismo. Parri rozó el gol con un disparo abajo y ajustado al palo, que se marchó por muy poco. Teniendo en cuenta los resultados que se estaban dando en el resto de campos, un gol nos aseguraba mantener el cuarto puesto en la clasificación. Posiblemente cuando mejor estábamos y parecía que físicamente el Fuenlabrada se desinflaba, llegó el gol local, que fue una mazazo para los chicos. El míster desde el banquillo hizo varias permutas de jugadores e incluso de sistema en la segunda mitad buscando ir a por el partido, acabando con defensa de tres y con un once inédito.

Con el equipo poniendo toda la carne en el asador, en los últimos minutos llegaba el asedio al área fuenlabreña, todo sea dicho, con más corazón que cabeza. Y si de corazón se trata, es jodido superar a alguien como David Rodríguez. Es muy complicado hacer más en menos tiempo. Su salida al campo le da al equipo ese pulmón extra que llega cuando las fuerzas comienzan a flaquear, llegando a balones a los que no es fácil llegar y apareciendo en el área cuando nadie lo espera. Suya fue la ocasión más clara del equipo en toda la segunda parte, pero cuando se cantaba el gol en la grada, sacaron un balón sobre la línea. Pero nuestro particular DR7 no conoce la palabra rendición y tras un saque de la esquina y sus posteriores rechaces, iba a conseguir el gol del empate sobre la bocina.

De esta forma, el equipo lograba asegurar el quinto puesto matemáticamente y, tal y como explicamos en otro artículo, ser uno de los cuatro mejores quintos.

Tras el pitido final, la gente preguntaba por el resto de resultados, por la posición final en la tabla, pero había un halo de negatividad y decepción en torno al equipo, que parecoía más un descenso a Liga Nacional, que una clasificación para Copa del Rey. Lo cierto es que desde el propio domingo trato de buscarle una explicación a esto, y ni los jugadores ni el propio cuerpo técnico saben darme una explicación al respecto de este sentimiento vivido. Es posible que con la temporada que el equipo venía haciendo, sientan unos y otros que ha sido un pequeño fracaso (entre mil comillas) haber pasado quintos al final. Particularmente, creo que el equipo ha merecido estar más arriba, pero la perdida de futbolistas importantes por lesiones y sanciones nos ha lastrado en exceso en estas últimas jornadas.

Aunque esto fuese a posteriori, tampoco ayuda el despegó institucional que sufre el equipo, puesto que en Moraleja de Enmedio había dos representantes del club y ninguno de los dos tuvo el gesto de pasar al vestuario a felicitar al equipo por la clasificación. Tal vez desconozcan el significado del verbo ESTAR en el más amplio sentido de la palabra. Estar no significa hacer acto de presencia, estar es interesarse por un futbolista lesionado de gravedad, estar es buscar un recambio de garantías ante la baja de ese jugador, estar es tener al corriente de pago a un cuerpo técnico que se parte el pecho a diario por sacar el máximo partido a la plantilla, estar es dotar de un gimnasio a los futbolistas, estar es permitir que el equipo viaje en unas mínimas condiciones acordes a su condición de deportistas y estar es valorar de cara al futuro a estos jugadores como se merecen. El domingo no costaba nada un gesto de cariño con ellos, pero como dice un refrán bastante castizo «al que no está acostumbrado a bragas, las costuras le hacen llagas». Igual poner un tuit amable hacia el equipo, era mucho pedir también. Lo dicho, ni están ni se les espera, lo cual hace aun más meritorio lo mucho o poco que este equipo sea capaz de lograr.

Viendo al equipo con un ánimo más propio de los asistentes a un concierto de Alex Ubago, te vuelves a Vallecas con una sensación bastante agridulce. Sobre todo, porque el equipo merecía disfrutar de lo logrado, independientemente del puesto, las circunstancias o la imagen ofrecida en la jornada decisiva. Dicen que nunca es tarde si la dicha es buena, y los chicos disfrutaron ayer de un entrenamiento más ameno y festivo que de costumbre y una posterior celebración en modo reducido, pero con piña y sonando Mi Gran Noche a un volumen como el de las grandes ocasiones.

Ahora a esperar rival hoy y, aunque sea el partido lejos de Vallecas, tengo claro que los primeros de grupo no querrán medirse a un equipo que se ha cargado en casa a Real Madrid, Rayo Majadahonda, que no mereció perder contra el Leganés y que compitió al Atlético de Madrid, que son los cuatro equipos que han quedado por delante del Rayo Vallecano en la clasificación.

Independientemente del rival y de los kilómetros a recorrer, hacednos y haceros un favor, disfrutadlo porque os lo habéis ganado. Jugar la Copa del Rey Juvenil solo os va a pasar una vez en la vida y se lo debéis a los vuestros, a las familias que empezaron junto a vosotros la temporada en la City a 40 grados y ahora os esperan allí pelados de frío, día sí y día también.

Porque ese balón lo remata David Rodríguez, el córner lo saca Parri, pero hay alguien ahí arriba que en esos últimos 5 minutos os da las fuerzas que ya casi no os quedaban. No se me ocurre mejor tributo a su memoria, que hace algo grande en Copa del Rey.