Mañana el Rayo juega su partido aplazado de la jornada 16, recibiendo al RCD Espanyol.
Las de Rubén Casado llegan de perder 3-0 en Lezama el pasado fin de semana, y con varios días más de descanso, ya que no jugaron la jornada intersemanal frente al Granadilla.
Las franijirrojas vienen de perder en los minutos finales frente al Sporting de Huelva en La Orden. Acumulan ya 4 partidos sin conocer la victoria, con un único empate en esas jornadas, por lo que se hace de vital importancia sumar de 3, en casa y frente a un rival directo por la ansiada salvación. Nada que no sea ganar le vale a las Guerreras.
Sólo dos puntos separan a las vallekanas de los puestos de descenso, los mismos que tienen sobre ellas las pericas. Mañana a las 11h se vivirá en la Ciudad Deportiva un duelo en el que el Rayo está obligado a ganar si quiere respirar con calma la próxima semana. Toda una final que nos recuerda a épocas pasadas y más gloriosas, pero esta vez, lo que está en juego para ambos equipos nada tiene que ver con aquellos partidos.
Imagen de Javi LR
