Lluís Cortés acusaba a una futbolista del Rayo Vallecano de dedicar insultos racistas a su jugadora Andressa Alves. Sheila García, jugadora a la que aludía (sin citar) el míster culé niega tales insultos.
El partido disputado esta mañana en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano no ha tenido demasiada historia en cuanto a lo futbolístico y tampoco en lo que a la actuación arbitral se refiere. Lo más destacado ha sido la pequeña trifulca que se ha originado en el minuto 74 cuando la colegiada ha expulsado a la jugadora visitante Andressa Alves. El juego se ha reanudado posteriormente y todo se hubiera quedado en una anécdota de no ser por las declaraciones de Lluís Cortés, entrenador del FC Barcelona en las que acusaba a una jugadora rival de insultos racistas hacia la persona de la jugadora brasileña.
Insultos que dudamos mucho haya escuchado el propio entrenador ya que la acción ha debido suceder a unos 30 metros de donde él se encontraba. Es curioso que haya omitido el lamentable comportamiento que ha tenido su jugadora Kheira Hamraoui encarándose y zarandeando a toda jugadora franjirroja que se encontraba a su paso. Ella sí se ha dirigido a las jugadoras franjirrojas en su idioma natal, el francés, suponemos que no para felicitarlas por plantar cara a un súper equipo a pesar de las limitaciones que tienen las franjirrojas.
La jugadora a la que se refiere Cortés es Sheila García, con la que nos hemos puesto en contacto en cuanto hemos conocido las declaraciones y la joven jugadora rayista afirma que «en ningún momento de mi boca ha salido insulto alguno y, aún menos racista«. Nos ha relatado la jugada tal y cómo ha sucedido y cómo se ha visto desde fuera, afirmando que «he hecho una falta para cortar la contra del Barça y, acto seguido, me ha empezado a decir que estaba loca y mi respuesta ha sido decir que se calle y se dedique a jugar, que para eso son el Barça».
La propia Sheila nos confesaba estar fastidiada y a la vez cabreada con estas insinuaciones hacia su persona, en las que se la está juzgando y tachando de algo que nos jura y perjura no ha sucedido en el terreno de juego. Son acusaciones, tal vez hechas bastante a la ligera, que manchan o pretenden manchar la imagen de una deportista que es modélica tanto dentro como fuera de los terrenos de juego. Si hubiese una estadística sobre las jugadoras que más faltas reciben en la Liga Iberdola, la jugadora franjirroja ocuparía un lugar de privilegio entre las cinco primeras y jamás la hemos visto hacer un mal gesto hacia ninguna rival.
Todos los que conocemos a Sheila podemos dar fe del comportamiento intachable de la jugadora, siendo la nobleza una de las señas de identidad a lo largo de los tres años que lleva defendiendo el escudo del Rayo Vallecano.