El Rayo logra una importantísima victoria en Vallecas ante un duro Girona por 2-1. Se adelantaron los visitantes, empató al instante Santi y, en la segunda parte, un zurdazo de Isi deja los puntos en casa.
Un binomio que está siendo clave para que el Rayo se haga fuerte en la 6ª plaza. Uno sale y revoluciona el gallinero en Almería, el otro entra por el primero y resuelve lo que era poco menos que una final. Tanto monta, monta un montón, Bebé o Isi Palazón. El golazo del de Cieza en la segunda parte hace bueno el esfuerzo ofensivo que comandó el portugués en la primera y sirve para derrotar al Girona.
Tarde primaveral en el templo de Portazgo para que el 6º clasificado recibiese al 7º en un duelo por la última plaza de acceso al playoff. Iraola presentaba novedades en el once, como la titularidad de Martín en lugar del sancionado Catena en el centro de la zaga, Santi completando el triángulo de la medular con los «Óscars» Valentín y Trejo, y Bebé como titular para correr y hacer lo que se le antojara por la banda derecha del ataque, teniendo como principal marcador al ex de la Franja Luna.
El comienzo, sin embargo, fue un vendaval gerundense. San Ramón Nonato se apareció en el minuto 2 en un balón que Yan Couto bajó solo en la frontal de la pequeña para estrellarla en el pecho de Dimitrievski de manera increíble. Estaba totalmente grogui el Rayo en el inicio. Le llevó despertarse 10 minutos, el tiempo de juego transcurrido cuando Fran García tiró la pared con Álvaro para plantarse solo ante Juan Carlos. El meta alcarreño se hizo grande para taparle huecos al joven lateral, y en la acción siguiente, metió una mano para cortar un pase del propio Fran que tenía como destino un Antoñín con la portería a su merced. Iban ambos equipos a tumba abierta a por la victoria. «Defender es de cobardes», parecían decirse ambos técnicos.
Fue creciendo la Franja poco a poco, y lo hacía según intervenía Bebé en el ataque. El portugués tiró de repertorio. Primero, con un centro desde Dolores Folgueras que cabeceó desviado Antoñín en boca de gol. Después, a balón parado, en una falta lejana que dio en el palo tras doblar los dedos de Juan Carlos y en un córner raso y cerrado que por poco no es el gol olímpico más raro de la historia. Y para finiquitar, un intento de volea tras bajarla de pecho, escorado hacia la derecha y a fácilmente 40 metros del arco, que se fue ligeramente alta, pero de entrar era serio candidato al Puskas. Entre medias, el talento de Álvaro se probaba en una acción que acababa en disparo suyo que detenía el portero del Girona, que a este paso era la figura del encuentro.
Y cómo no, cuando mejor pintaban las cosas para los de Iraola, golpearon los de Francisco. La falta innecesaria+tarjeta de cada partido de Saveljich propició un gran centro lateral de Gumbau que Santi Bueno cabeceó de forma académica en el segundo palo, cruzándola al primero. Volvía a tener que remontar el Rayo un partido, un clásico de este curso. Por fortuna y empuje, la reacción fue inmediata. La sociedad de los García en banda izquierda seguía haciendo de las suyas. En la acción posterior al gol gironí, Fran puso el centro cerrado al área chica que peinó Antoñín, palmeó de manera fútil Juan Carlos y se encontró Santi sobre la línea y a la altura de las rodillas. El gallego no tuvo más que poner la articulación para mandarla al fondo de la red y hacer el empate en el minuto 38, apenas uno y medio después del tanto de su tocayo Bueno. Poco más que contar de ahí al descanso. Animada primera parte que dejaba todo abierto para la segunda. En el ataque vallecano, Bebé proponía y finalmente Comesaña dispuso.
A la vuelta de vestuarios, bajaron las revoluciones. Conscientes de lo mucho en juego, los dos equipos, que en la primera parte fueron con todo a ganarlo, se afanaban ahora en no perderlo. Al menos, esa sensación daba el Girona, que renunciaba a la pelota y dejaba la posesión en manos rayistas. Y si bien el control del juego era local, las ocasiones de gol escaseaban. Entrando en los 20 minutos finales, tras no haberse visto demasiado fútbol desde la reanudación, Iraola le mete mano al encuentro sacando a Antoñín, su 9, y a Bebé, el hombre más peligroso que había en el campo. Ingresaron en su lugar José Pozo e Isi Palazón. Movimiento que podía dar que hablar, pero que metía en liza a los protagonistas de la acción definitoria del partido.
Se cumplía el 75 de juego. Un intento de despeje desde el área visitante cayó llovido en zona de tres cuartos. Ahí la ganó Pozo previa carga sobre Gumbau, que se quedó en el suelo pidiendo una falta que nunca le pitarían. De repente, el 22 franjirrojo la tenía cerca del área, con espacio y tiempo para pensar. Optó por lo más sensato, dársela a su derecha a un Isi que venía muy libre. El 7 murciano se la acomodó a 10 metros de la corona del área, levantó la cabeza y armó la zurda. El balón salió disparado y rápido, con Juan Carlos contemplativo, aunque poco podía hacer. Se estrelló en el palo izquierdo de la portería de Bukaneros para acabar besando las redes. Los gritos al unísono en los hogares vallecanos cortaron la tarde primaveral. Le sacaron para hacer esto, como a su «competencia» Bebé 8 días antes. Y eso hizo. Espacio y armar la zurda, Isi no necesita más. Así se puso por delante el Rayo, al que ahora le tocaba aguantar 15 minutos y la propina para lograr algo más que 3 puntos.
Como era de esperar, el Girona fue a tratar de rescatar un punto como fuera en el tramo final. Contuvieron la respiración los hinchas vallecanos ante el televisor en dos acciones polémicas. La primera, un intento de centro de Monchu que impactó en la mano de Óscar Valentín dentro del área. Después de pensarlo unos segundos, el árbitro pitó penalti. Pero pronto le avisarían del VAR para revisarlo en el monitor a pie de campo, pues la mano de Óscar se encontraba en lo que el reglamento actual considera «posición natural». No se postergó mucho el trencilla para finalmente revocar su decisión, ante el evidente cabreo de la delegación visitante, que en el primer tiempo protestó un pisotón de Fran que nunca hubo ganas de revisar. La segunda fue un balón que bajó Sylla en el pico de la pequeña y que taponó Álvaro jugándose el tipo y el penalti para evitar una clara ocasión de empate en el tiempo de descuento.
El pitido final supo especialmente dulce para los de franja roja. Abandonaban el campo, los locales abrazándose, los visitantes protestando a los de negro. Poco iba a cambiar el hecho de que el Rayo había logrado un triunfo clave para las aspiraciones de entrar en playoff. El zurdazo quirúrgico de Isi desequilibró la balanza en favor de los de Vallecas, como en la jornada anterior lo hizo la locura encarnada en Bebé. Tan diferentes, y tan necesarios. Los de Iraola consolidan la 6ª plaza aumentando a 6 puntos la distancia sobre el propio Girona y la Ponferradina, sus principales perseguidores, además de quedarse a 1 punto del 5º clasificado, el Sporting. Todo ello, recordemos, teniendo el Rayo un partido menos que sus rivales y que se jugará este miércoles, de nuevo en Vallecas, ante el Mirandés. La banda sigue tocando.
Informó Jorge Morales García. Imagen: Twitter oficial Rayo Vallecano.