En la previa del Rayo-Sevilla nos retrotraemos a un encuentro entre vallecanos e hispalenses que tuvo que aplazarse en dos ocasiones y tardó en jugarse dos meses.
Se suele decir, en el castellano popular, que no hay dos sin tres. Y más de uno lo pensaría entre el 24 de enero y el 5 de marzo de 1997. Semanas antes, durante la mañana del 5 de enero, más concretamente, el Rayo y el Sevilla debían verse las caras en el Estadio de Vallecas en un duelo vital para la permanencia por la que ambos conjuntos luchaban. El Rayo campaba por la tabla en una meritoria duodécima plaza, mientras que el Sevilla pisaba peligrosamente la zona roja y se asomaba al abismo desde su vigésima posición en la tabla.
Durante toda la semana se había hablado de la posibilidad de suspender el partido por las condiciones climatológicas. Y, efectivamente, el 5 de enero, cuando todos los niños pensaban en la cabalgata de Reyes, la hinchada franjirroja se levantó mirando por la ventana. La nieve cubría el barrio y, en el corazón de la Avenida de la Albufera, el césped vallecano amaneció completamente cubierto por un denso manto blanco.
Después de testar el estado del verde, el colegiado Puentes Leira decidió que no se podía jugar y suspendió el duelo entre vallecanos y nervionenses. En el Rayo, la decisión no cayó demasiado bien, ya que los de Paquito querían disputar el partido y pensaban que el Sevilla había buscado la suspensión por todos los medios. Los de Camacho tenían varias bajas y ni siquiera llegaron a vestirse de corto, mientras que los jugadores del Rayo sí llegaron a ejercitarse sobre la nieve, con un balón naranja, para demostrar que el terreno de juego estaba apto para la disputa del encuentro. Cuando la suspensión era inevitable, el conjunto local intentó que se jugase aquella misma tarde o al día siguiente, pero el club hispalense se negó en rotundo y la disputa del partido quedó aplazada sin fecha.
Mucho se había hablado en la previa de la jornada sobre la posible destitución de José Antonio Camacho como técnico sevillista si su equipo caía en su visita a Vallecas. Desde el entorno franjirrojo se aludió, incluso, a la posibilidad de que el propio Camacho hubiese presionado al colegiado para la suspensión del encuentro. La situación entre los clubes se enquistó y los cruces de declaraciones evidenciaron la gélida relación que, en aquellos momentos, mantenían Rayo y Sevilla. “El Sevilla tenía muchas bajas y, seguramente, habrá forzado la situación”, comentó el capitán rayista Jesús Diego Cota a la prensa. El capitán rival, Manolo Jiménez, no calló y respondió al 2 vallecano: “Igual pensaban que solo veíamos la nieve en foto y no queríamos jugar por eso”, se defendió. Con este cruce de acusaciones y defensas se zanjó la polémica mientras el Sevilla era abucheado por la hinchada franjirroja a su salida de Vallecas.
Tras la suspensión, la LFP decidió que el partido se jugase el 24 de enero de 1997. Sin embargo, aquel encuentro parecía maldito y tampoco se iba a jugar en aquella fecha. Esta vez fue la lluvia, invitada inesperada, la que provocaría el nuevo aplazamiento. El colegiado Puentes Leira salió al césped de Vallecas y comprobó que la práctica del fútbol era inviable debido al agua acumulada y al barro que teñía de marrón el pasto vallecano.
Febrero pasó sin posibilidad de cuadrar fechas y, finalmente, el duelo entre rayistas y sevillistas se disputó el 5 de marzo de 1997. La curiosidad llegaba, entonces, desde los banquillos, ya que ninguno de los entrenadores que ocupaban la banda de ambos equipos en la primera fecha resistió hasta la tercera intentona. Paquito había sido destituido y su lugar lo ocupaba entonces Fernando Zambrano, mientras que en el Sevilla era Julián Rubio el que sustituía a José Antonio Camacho. El marcador final de aquel encuentro fue un 2-0 favorable a los franjirrojos, que, no obstante, no le serviría, a final de campaña, para salvar la categoría. Tanto Rayo como Sevilla terminarían descendiendo a Segunda División en una temporada que quedaría para el olvido, a pesar de dejarnos varias imágenes –como este partido– para la memoria.
Imagen destacada: ABC Sevilla