Primer partido del 2019 para el Rayo Vallecano en el Estadio de Vallecas. Enfrente estará el RC Celta de Vigo de Fran Beltrán, Jozabed y Miñambres.
La memoria es un bien sencillamente selectivo, que se jacta de la historia más remota y, sin embargo, olvida la gloria más reciente por un presente adverso. El invierno es menos frío para el rayista satisfecho de ver a su Rayo en Primera, pese a que la nieve camufla a algunos de quienes lo consiguieron, véase Fran Beltrán, véase Míchel.
El próximo viernes 11 de enero a las 21:00 horas el hijo pródigo de Vallecas volverá a su casa, al lugar que lo vio proyectarse a la élite del fútbol, al estadio donde muchos, pese a que otros no tanto, lloramos su falta y esperamos su vuelta.
El Rayo Vallecano sufrirá de nuevo la crueldad de los horarios y lo hará como decimonoveno en la tabla con dieciséis puntos, a sólo tres de la salvación. Los franjirrojos cuentan con la mejor racha en lo que va de campaña, dos victorias frente a Levante y Real Valladolid, en Vallecas y Pucela, respectivamente. También suman dos triunfos consecutivos como locales, ante la SD Eibar y el mencionado Levante. Para la cita, Míchel podrá contar con todos sus hombres, a excepción de Gorka Elustondo, que continúa lesionado.
El rival, el Celta de Vigo, visitará a los vallecanos tras perder en Balaídos ante el Athletic Club por un gol a dos, con el propio Fran Beltrán como goleador celeste. Los de Miguel Cardoso ocupan la decimocuarta posición con veintiún puntos, a sólo cinco del cuadro rayista.
Los gallegos son uno de los equipos más goleadores de la competición con veintinueve goles a favor, únicamente por detrás de FC Barcelona, Sevilla y Levante. En defensa, en cambio, poseen una cifra similar de goles encajados (28). El técnico portugués, además, buscará dar la vuelta a una racha de tres partidos sin conocer la victoria, y deberá hacerlo sin su gran estrella, Iago Aspas, lesionado.
En lo que al duelo directo entre ambos conjuntos se refiere, ha de mencionarse que en los últimos ocho enfrentamientos no se ha dado ningún empate, quedando así el reparto en seis victorias franjirrojas y dos celestes.
La peculiaridad de este choque se encuentra, para bien o para mal, en la vuelta del mayor valuarte de la cantera rayista en los últimos años, un Fran Beltrán juzgado por sus quizá sobrantes declaraciones y el juramento de un amor al Rayo que yo, táchenme de iluso, me creo. Lo cierto es que el seseñero dejó el alma por este escudo, desde el Martínez Valero hasta el Estadio de Vallecas, pasando por el Anxo Carro, y eso, con perdón, no hay cagada que lo tumbe.