Después de dos semanas sin fútbol, por fin regresa la Liga para el Rayo Vallecano y para su hinchada, aunque lo haga en uno de esos horarios poco deseados.
Vallecas humea rayismo por los cuatro costados, independientemente de que haya o no haya hoguera, pero es innegable que con ella el fuego que arde en el corazón de cualquier aficionado es mayor, y lo cierto es que ya se avistan las primeras ascuas. El viernes juega el Rayo.
Los días caminaban dubitativos, Huesca, Pamplona, Pamplona, Huesca… Se especulaba con que el reencuentro del club oscense con su afición pudiera ser en El Sadar, estadio del C.A. Osasuna, pero finalmente será El Alcoraz quien hospede el debut de su equipo en Primera División como local. El motivo que propició esta posibilidad no fue otro que la reestructuración del feudo azulgrana, que estará listo para el próximo día 14 a las 21:00, hora prevista para el partido. Será este, pues, el primer encuentro en el que el Rayo y su afición sufrirán dicha jornada de partido.
Podría decirse con total seguridad que el Rayo Vallecano debuta en esta temporada 2018/2019, con una plantilla al fin cerrada y todas las posiciones cubiertas. En este nuevo inicio de campaña, seis serán los jugadores que por primera vez podrán contar para Míchel: Dimitrievski, recién llegado de la concentración con Macedonia, Alejandro Gálvez, Gianelli Imbula, Bebé, Álex Alegría y Raúl de Tomás, aunque este último ya se entrenaba antes del enfrentamiento contra el Atlético de Madrid, el último disputado. Si se obvia, sin embargo, la evidencia de la novedad existente en la plantilla, han de sobrevolarse los parajes de los dos primeros partidos, en los que los franjirrojos consiguieron un único gol por medio de Adrián Embarba, encajando cinco, y mostraron una imagen fatídica, que finalmente se dispersó en el Wanda Metropolitano, donde se desplegó un gran fútbol. Un dato positivo para el técnico rayista en la vuelta a la competición es la disponibilidad de todos sus efectivos.
El Huesca, por otro lado, sustenta el cartel de equipo revelación con cuatro puntos y cuatro goles en sus dos primeros partidos, frente a Eibar y Athletic Club, ambos a domicilio. En su último encuentro, en cambio, sufrió una contundente derrota ante todo un supercampeón de España, el FC Barcelona, por 8-2 en el templo culé. Además, cuentan con un futbolista recientemente nominado por LaLiga para el premio al mejor jugador del inicio de campeonato, Álex Gallar, quien suma tres goles en tres partidos. Con todos los internacionales de vuelta a la rutina del equipo, Leo Franco no podrá contar con Aleksandar Jovanovic, segundo guardameta tras Axel Werner, lesionado con su selección.
Si centramos el punto de atención en el pasado, poco tiempo ha desde la última ocasión en que ambos equipos se vieron las caras. En la temporada 2017/2018, todavía en Segunda División, el Huesca ganó por 2-1 el partido en tierras aragonesas, mientras que en el tramo decisivo del campeonato fue el conjunto vallecano, ejerciendo de local, quien obtuvo la victoria tras un concluyente 3-0. En el balance global de los últimos dos años, en cambio, el peso se decanta en favor de los azulgranas, con dos victorias, un empate y una derrota.
La gesta se anticipa tan complicada como cualquier otra en Primera División, pero ha llegado el momento de tomar las riendas del asunto, de enderezar los pilares que sustentarán la ilusión por mantener la categoría que estos colores merecen. Hay plantel, cuerpo técnico y miles de gargantas que vibran jadeantes por su escudo, es hora de luchar por él.