Los jóvenes grumetes se suben a la tripulación del barco pirata de la franja

Arranca la temporada 2017-2018 para nuestro equipo. Debería ser una temporada ilusionante, apasionante, larga, con el objetivo final del ascenso a la primera división, el lugar donde la franja debe estar. Nada mas lejos de la realidad. A día de hoy, 19 de Agosto de 2017, escaseamos en los puestos de central y delantero centro, algo totalmente necesario en un equipo ya que supone dos tercios de la columna vertebral del mismo.

Esta semana se habló de la incorporación de Gorosito, del Getafe. Un central que en nada mejora lo que tenemos y además actualmente lesionado. También se rumorea una doble cesión por parte del Getafe (anteriormente del Atlético al Getafe) de Emiliano Velázquez. El charrúa si ilusiona y mejora lo que tenemos, pero es una operación extraña en fondo y forma, y como todo lo turbio aquí en Vallecas, huele a chamusquina.

Recogiendo y poniendo en perspectiva todos estos datos es lógico pensar que la temporada se nos va a hacer muy larga, y que o vienen tres piezas que de verdad den un gran salto de calidad o vamos a sufrir y mucho. Por suerte, tenemos el regreso de gente que estuvo en el último ascenso, que sufrió sin cobrar y en unas condiciones indignas para un club profesional. Los Chori, Trejo, unidos al capitán Amaya y al entrenador Míchel suponen gente que sabe de este sentimiento y el respeto y defensa de la franja.

No cabe mas que aguardar, quizás a sabiendas desde ya que fichajes ilusionantes no llegarán. Tocará tirar una vez mas de la cantera. Esa gran cantera de Vallecas que hoy pone en una convocatoria a Mario, Fran Beltrán, Aki o Sergio Benito, quienes, una vez más, y de nuevo sonando a milagro, seguro tirarán la puerta y entonarán el «aquí estoy yo» para ayudar a nuestro equipo en su difícil objetivo.

Mañana comienza para todos nosotros una temporada ilusionante en Oviedo, que esperemos se torne en un sueño y no en una pesadilla como la pasada. Deseos de que todo va a ir a mejor, progresaremos, lucharemos, ascenderemos. Y todo porque pese a muchos ineptos que nos manejen, hay algo con lo que no pueden acabar, el sentimiento.