Los tornos de la discordia

22/07/2018
Los tornos de la discordia

Enfado entre muchos abonados del Rayo Vallecano al comprobar como el descuento aplicado en la renovación del abono no está bien aplicado.

Caos, confusión, enfados, desesperación y hasta la presencia de la policía, es lo que ha deparado los primeros días de renovación y altas de nuevos abonados en el Rayo Vallecano. Creo que a ningún rayista se le escapa que acto organizado por el club y desastre absoluto suelen ir habitualmente de la mano, pero en esta ocasión se han superado todos los límites admisibles. La imagen de los taquilleros escoltados por una pareja de la Policía Municipal es uno de los mayores bochornos que uno recuerda a lo largo de sus ya más de 30 años abonado a este club.

A partir del sábado se iba a poder renovar el abono a través de la plataforma online que el propio Rayo Vallecano iba a habilitar a través de su página web. En teoría todo iba a ser mucho más sencillo, más rápido y fiable al cien por cien, pero en Vallecas la práctica se aleja de cualquier teoría por sencilla y lógica que pueda parecer.

Si bien es cierto que todos nos temíamos que la plataforma online lanzara mensajes tales como «read error b», «error 404 not found» o nos redirigiera a la plataforma de renovación de abonos de la Balompédica Linense, tras algo más de 24 horas de funcionamiento y, salvo un amago de momento «Neymar» en el que sufrió una caída momentánea, los abonados han podido acceder a ella sin problema y hacer la gestión siempre y cuando el descuento en cuestión estuviera aplicado correctamente.

Desde el momento en el que se anunció que, se iba a premiar la fidelidad de los abonados en caso de ascenso con diferentes descuentos en función de su asistencia a lo largo de la temporada, no hubo un solo rayista al que no le temblaran las canillas pensando en que algo no fallara a la hora de hacer el recuento final. Los hubo que rápidamente le pusieron una vela a San Pitágoras para que hubiese suerte y las matemáticas hicieran que cuadraran sus datos de asistencia.

Como no podría ser de otra forma, no hemos tardado en asistir al más absoluto de los quilombos en cuanto a descuentos se refiere, desde familias que han ido juntas a todos los partidos y a los que a cada miembro le han aplicado un descuento diferente, hasta a tipos que no se pierden ni un solo entrenamiento de la Franja y les dicen que no le hacen el descuento por haberse perdido más de tres partidos en la actual temporada.

La gran mayoría de los casos detectados coinciden en que su abono tiene el acceso por los tornos de las puertas de la Avenida de la Albufera (alguno hay también de Arroyo del Olivar), lo que hace pensar en que esos tornos han ido fallando sistemáticamente a lo largo de la temporada. Hablando con un amigo me comentaba que tal vez esto explicaba el desfase entre gente en las gradas y asistencia oficial que facilitaba el club. Lo cierto es que, los casos denunciados hasta el momento en twitter son ya bastante numerosos y, quizás, no le falte razón ya que el rayismo que se mueve en redes sociales es solo una mínima parte de la masa social rayista. ¿Cuántos abonados, no asiduos a redes sociales, se habrán encontrado con la misma tesitura a la hora de renovar su abono?

Desde el Rayo Vallecano se han apresurado a indicar que estos datos los facilita La Liga, que se encarga de ese control en los tornos de cada estadio, lo cual no sé si tranquiliza o preocupa aún más al aficionado afectado por la enésima chapuza de la factoría Presa. Ahora cada uno de esos abonados se ve en la obligación de pedir al Rayo Vallecano un listado de los partidos a los que ha asistido y, sobre todo, cómo se demuestra que dicho abonado estaba en el Estadio de Vallecas y no en una fiesta privada de cualquier «consultrol» tuitero o de vacaciones en Venezuela.

Conociendo al Rayo Vallecano y a la mejor Liga del mundo, sinceramente lo veo todo bastante jodido y solo me queda darle las gracias a San Pitágoras por escuchar mis plegarias a la hora de pedirle que se me aplicara correctamente el descuento. En el caso de mis compañeros de grada afectados por esta nueva «presadilla», supongo que les tocará organizarse y hacer algún tipo de reclamación, denuncia o queja conjunta para que este error quede subsanado y no se vean damnificados por lo que, a priori, iba a ser un premio a su fidelidad.

Alberto Leva.