A partir de las 19:00 arrancará el duelo que enfrentará a CD Leganés y Rayo Vallecano en Butarque por un puesto en los playoff.
Debo comenzar esta anti-previa pidiendo perdón a mis lectores. Quienes frecuenten este pequeño rincón de internet, sabrán que hace un par de semanas escribí un artículo en el que daba conocer mis manías futboleras, una especie de ritual que, de no seguirse al pie de la letra, lleva al Rayo a no ganar su partido. Hasta aquí todo bien.
El problema de este homogéneo e indescriptible espacio de letras y locura es que el sábado jugaba un Rayo mucho más importante, que me llevó a olvidar que lo primero que deben escuchar mis oídos en un día de partido es Como un rayo. Sí, amigos, soy el culpable del empate con el Cartagena.
Hoy, sin embargo, las cosas son distintas. El hilo de música ha sido escuchado con éxito y enfermiza profesionalidad, no me he puesto la franjirroja y los escalones de subida esperan con paciencia que salte dos veces sobre ellos. No obstante, hay otra pequeña complicación: el rival.
El CD Leganés, cuarto clasificado con veintiocho puntos, es el segundo mejor equipo de la categoría en los últimos diez partidos, tras haber sumado veintidós de los últimos treinta puntos posibles, sólo por detrás de la UD Almería, con veintiséis. Los de José Luis Martí volverán a su estadio tras caer en El Toralín por tres goles a dos, pero cuentan con el colchón de haber vencido los tres encuentros anteriores ante Alcorcón, Málaga y Espanyol.
El Rayo Vallecano, por su parte, suma cuatro encuentros consecutivos sin conocer la derrota, con dos empates y dos victorias en su haber. En su última salida a La Romareda, también en jornada inter-semanal, los de Andoni Iraola lograron su segundo triunfo a domicilio en lo que va de campaña. El técnico vasco, eso sí, no podrá contar con Fran García, lesionado, y salvo novedad, Mario Hernández, positivo en Covid-19.
Dicen que hoy no sé qué gigantes se juegan un primer puesto, que el partido de la jornada lo juegan un español y un inglés, y que ayer ganó un equipo ucraniano a otro de aquí cerca. Pero todo esto lo dicen sin saber que una franja roja volverá a parar los corazones de todo un barrio. Déjense de tonterías, y que suene el himno del Leganés en Butarque.