Recuerdo de Hugo Maradona, mítico jugador rayista, que defendió la franjirroja entre 1988 y 1990, en el día de su fallecimiento.
El 25 de noviembre de 2020 murió el Maradona de todos, el Diego, el Dios del pueblo y de ese deporte creado por y para su disfrute y pasión. Hoy, 28 de diciembre de 2021, un año, un mes y tres días después, se nos fue nuestro Maradona, el Hugo, el fratello di Dio que vistió la franjirroja y se convirtió en algo parecido a un símbolo para la grada vallecana. El ex futbolista, de 52 años, fue encontrado sin vida en su domicilio familiar de Monte di Procida, un pequeño municipio del extrarradio de Nápoles, la ciudad maradoniana por excelencia.
Hugo Hernán aterrizó en Vallecas en 1988, en un Rayo Vallecano de Segunda División, cuyos directivos llegaron a reconocer, más tarde, que, pese a su paso por Argentinos Juniors, Nápoles o Ascoli, de Hugo solo conocían su apellido. Sin embargo, el Turco se ganó el cariño y el reconocimiento de la hinchada vallecana, que disfrutó del ascenso en la primera temporada del jugador en la entidad madrileña. En aquella primera campaña como franjirrojo, Hugo Maradona disputó un total de 35 partidos, en los que, a las órdenes de Felines, consiguió anotar 6 goles. Tras lograr el ascenso a la máxima categoría del fútbol español, Maradona decidió continuar defendiendo la franja roja en su regreso a la élite.
La segunda temporada de Huguito como rayista fue mucho más convulsa. El Rayo llegó a tener tres entrenadores diferentes: el propio Felines, Peñalva y Emilio Cruz. El turco jugó 29 partidos y materializó tres dianas. Aquella campaña, el Rayo no pudo evitar el descenso a Segunda División, tras el cual, Hugo abandonó la disciplina vallecana para probar suerte, sin demasiado éxito, en el Rapid de Viena y recuperar, posteriormente, su nivel con el Deportivo Italia.
Su paso por Vallecas fue breve, efímero, incluso, pero su legado es vasto y plagado de emotividad. Pese a sus reticencias iniciales a vestir la camiseta rayista –el propio Hugo reconocería más tarde que, como hincha de Boca Juniors, no le hizo ni pizca de gracia tener que enfundarse los colores franjirrojos de River–, el Turco terminaría tomando gran cariño a la parroquia vallecana y al Rayo Vallecano.
No hay duda de que Hugo Maradona ha sido una figura destacada en el rayismo. Un atacante que, en solo dos temporadas, vivió un ascenso y un descenso y experimentó lo que significa el Rayo para Vallecas. Uno de esos tipos especiales por el carisma que desprenden fuera del verde, pero también, por supuesto, por su despliegue y fogonazos de calidad sobre el pasto. Si uno pone uno de los videos con sus jugadas para el Rayo (los encontraréis en el canal de YouTube de Ismael Guti) y entrecierra los ojos, es como si el 10, el Diego, el Pelusa, se hubiese enfundado la elástica franjirroja y estuviese deleitando al público con su magia futbolística.
El mundo nunca está preparado para decir adiós a Maradona. No lo estuvo el pasado 25 de noviembre para despedir al Diego como tampoco lo está hoy el rayismo más vintage para alzar la mano y decirle adiós a un Hugo que se fue como siempre se van los buenos: demasiado pronto.
Texto de Jesús Villaverde.