En Vallecas volvimos a ver la mejor versión de la escuadra de Míchel que goleó al conjunto pucelano por 4-1
Alegría dominical para empezar con fuerzas esta nueva semana. Ese sería seguro un perfecto titular para resumir lo acontecido ayer en Vallecas.
Confieso que, personalmente, no me gustaba nada sobre el papel que Míchel repitiera once, probablemente porque tenía frescos los errores de Huesca y quería sangre fresca con ganas de demostar. Pero me callaron la boca bien pronto. Embarba rápido y con descaro, De Tomás de nuevo peleándose con todo y todos por luchar los balones y ofrecer un poco de oxigeno a los compañeros y un Trejo excelso.
No hay que desmerecer tampoco ni mucho menos el resto del equipo, aunque déjenme que ponga en especial relevancia a Santi Comesaña. Cada día me recuerda más a Trashorras pero con 15 años menos. Ayer se doctoró en Vallecas, sutil,hábil pese a ser espigado cual defensa central, y con cabeza. Un jugador, que si sigue en este empeño, nos va a dar muchas alegrías a la vez que será bien difícil mantenerle en el Rayo.
Por lo tanto disfrutemos, podría decirse desde ya, que no somos el equipo menos goleado ni el más goleador pese al resultado de ayer. Seguro. También es seguro que nos vamos a divertir, que Míchel ha variado algo en la hoja de ruta, que ahora se prefiere prescindir del control del balón y la posesión para salir a toda mecha a la contra y matar así al rival.
Esto es Segunda DIvision, no la añorada Primera por la cual fuimos a UEFA o con Paco se firmó la mejor temporada de la historia. Aquí hay que luchar con uñas y dientes por sacar resultados positivos, cada semana te pueden pintar la cara, si te relajas lo pagas y si no sabes competir te hundes.
El guion parece diferente al del año anterior, con mas variantes, con jugadores con un toque diferente, esperemos que el resultado final también sea totalmente diferente y con sabor dulce.
Texto: Christian Arjona
Imagen: Iván Díaz
