Un líder sólido

14/02/2021
Un líder sólido

El Juvenil B logra una importante victoria ante su más inmediato perseguidor, el CF Fuenlabrada

Cuando se dan situaciones adversas, de forma continuada en un breve espacio de tiempo, el ser humano puede reaccionar viniéndose abajo o, bien, creciéndose ante dichas adversidades. El Juvenil B del Rayo llegaba a su partido de hoy después de dos gatillazos en lo que a resultados se refiere (siempre dicha desde el cariño la palabra gatillazo). Esto había hecho que los rivales se acercaran en la tabla y que pudieran surgir las primeras dudas en torno al equipo. A estos resultados no tan positivos, podríamos añadir las bajas en defensa con la lesión de Ordóñez que le tendrá fuera un tiempo (no sabría decir con exactitud cuánto, dado que no hay fisio para estos chicos y toca fiarse de los ciclos lunares o alineación de astros para saber el alcance de las lesiones en cantera) y la de Mario Linares que ha subido al Juvenil A.

Todo lo expuesto anteriormente es para poner en situación al lector y no para buscar excusas ante un posible mal resultado hoy. Todo lo contrario, ponen en valor la victoria lograda ante el CD Fuenlabrada, equipo que llegaba ocupando la segunda plaza.

Los nuestros han pegado un puñetazo en la mesa y han demostrado que es un equipo fiable al 100% y que lo de la semana pasada demuestra que los chavales tienen altibajos y que el hecho de superarlos, los engrandece aún más.

Comenzaba el Rayo con Caravantes en portería, relevando a Willy, con una defensa inédita a la que volvía Carche después de muchos meses (entre lesión y posición de mediocentro defensivo) junto a José Ángel, con Alexis y Torres en los costados. Por dentro, Capi, Isra y Hugo con Quique y Mario en los extremos y arriba nuestro IronMan, Morci.

El partido comenzó sin un claro dominador y los primeros 10 minutos, haciendo un símil con el boxeo, con ambos púgiles dando vueltas en el ring tratando de analizar a su rival.

Transcurridos estos primeros 10 minutos, el Rayo se fue encontrando más cómodo en el papel de dominador y Hugo tuvo en sus botas el primer gol del partido. Su zurdazo abajo lo despejó el guardameta fuenlabreño a córner. Avisaba un Rayo muy activo en la presión con Morci como siempre en punta de lanza. El 18 de la Franja estuvo a punto de tener premio en una presión al portero rival, provocando el fallo, pero a Mario se le hizo de noche en el área y no supo aprovechar este acto de fe de Morci.

El Rayo se había hecho dueño del partido y volcaba sus ataques en banda derecha con Quique o Mario bien asistidos por un Torres omnipresente, que nos regaló un catálogo de subidas por banda en las que alternaba diagonales hacia dentro con llegadas a la línea de fondo para poner el balón en el área. Así llegaría el primer gol, en un balón que Torres ponía en el corazón del área por abajo, buscando la llegada de Morci que era objeto de un claro penalti por parte del defensor rival. El propio Morci cogió el balón y se encargó de convertir en gol el lanzamiento desde los 11 metros, engañando al portero visitante.

Gol muy importante porque conseguía abrir la lata y porque el colegiado decretó el final de los primeros 45 minutos, sin llegar a dejar sacar de centro al Fuenlabrada.

Primera parte en la que el Fuenlabrada planteó un partido muy físico, con varias interrupciones del juego y en ocasiones con un fútbol feo con numerosas faltas en el que ambos equipos iban a caer. Fruto de un enganchón tras una falta que no sancionó el colegiado, pudo ser expulsado Mario que propinó una patada sin balón a un jugador del Fuenlabrada. La acción se saldó con tarjeta amarilla para Mario y falta en contra del Rayo, cuando la jugada nace de una falta en sentido contrario.

En la segunda parte Jorge Rubio iba a mover ficha introduciendo a Pablo Prieto en lugar de Isra. El equipo necesitaba esa pausa, tranquilidad y orden que Prieto le da al equipo en medio campo. Viendo que Prieto hizo el segundo gol, podrían acusarme de ejercer de capitán a posteriori si ahora digo que fue todo un acierto el cambio, pero, tal vez, que Pablo hiciese este segundo gol es solo anecdótico si lo comparamos con todo lo que le dio al equipo.

Antes, el Fuenlabrada estuvo a punto de lograr empatar el choque en una indecisión entre Carche y Caravantes, quedando el balón muerto para que el delantero fuenlabreño intentara de vaselina poner el balón en el fondo de las mallas. Por suerte, el balón se marchó fuera por poco. Esto hizo reaccionar al Rayo y Mario en la siguiente jugada puso a prueba al guardameta visitante con un disparo duro que repelió el meta fuenlabreño.

En el minuto 14 de la segunda mitad fruto de una contra llegaría el segundo gol rayista. Triangulación entre Morci, Hugo y Prieto que iba a finalizar este último con un disparo raso cruzando el balón al portero desde el borde del área.

El partido estaba tan vibrante que el Fuenlabrada pudo recortar diferencias en el marcador nada más sacar de centro, pero la jugada acabó con el balón marchándose fuera. Y apenas dos minutos después, un gran balón alto a la espalda de José Ángel lo controlaba el delantero fuenlabreño y cuando se disponía a fusilar a Caravantes, se escurría lo suficiente para hacer que su disparo se fuera al cielo de Vallecas.

Desde el banquillo rayista se volvió a mover ficha, dando entrada a Alcántara por Mario y, de nuevo, fue llegar y besar el santo. Falta peligrosa cerca del área en la que comenzaron a pasar por encima varios jugadores del Rayo y, siendo totalmente sinceros, pensé que de falta peligrosa había pasado a «gilifalta», pero recibí un zasca en la boca épico en forma de estrategia perfecta. Prieto iba a abrir a la izquierda para Alexis, uno de esos jugadores que había pasado de largo en la falta, para que de zurda pusiera un balón perfecto buscando la entrada desde atrás de algún compañero y encontrando la bota de Alcántara, que iba a colocar el pie sutilmente para mandar el balón al fondo de las mallas. El partido se ponía, por fin, totalmente de cara para los nuestros.

A pesar de ir perdiendo por 3-0, hay que reconocer que el Fuenlabrada vendió muy cara su derrota y tuvo ocasiones para hacer algún gol y, en honor a la verdad, nos sonrió la fortuna en el tramo final del partido con un pie salvador de Caravantes o un cabezazo que se estrellaría en el palo. De hecho, esto no pasó inadvertido para Jorge Rubio, que finalizó el encuentro con cinco atrás, dando entrada a Aarón y a Maurazos en lugar de Torres y Quique. El pichichi hoy no tuvo demasiada influencia en el juego ofensivo de su equipo, pero sí trabajó mucho y muy bien en banda, ayudando en tareas defensivas tanto a Torres como a Alexis. Pero no solo el Fuenlabrada pudo marcar en los últimos minutos, primero Morci con un derechazo que se fue desviado por poco y, después, Alcántara que iba a rematar de primeras un gran servicio de Aarón, pudieron ampliar el marcador para los nuestros.

Tres puntos muy importantes que suponen todo un golpe de autoridad frente a sus perseguidores y que demuestra la solidez de este equipo. El domingo a las 19.40 horas visitamos el feudo del E.F.M.O. Boadilla para seguir soñando con hacer algo grande.