El Rayo de la desigualdad

10/06/2019
El Rayo de la desigualdad

Los que toman decisiones en el Rayo Vallecano vuelven, una vez más, que se les queda muy largo este club y demuestran que lo de valentía, coraje y nobleza es algo que jamás conocerán.

«Érase una vez un equipo humilde del barrio de Vallecas que en su lucha por la existencia de una igualdad real entre hombres y mujeres y por la erradicación de actitudes machistas, el club ha sido uno de los que más han apostado por el futbol femenino en todo el futbol español.

El Rayo Vallecano y su Fundación están comprometidos con la existencia de una igualdad real entre hombres y mujeres, y con que no tengan cabida, ni en el propio club ni el conjunto de la sociedad, actitudes machistas, dándose el valor que merece la lucha de la mujer en su incorporación al deporte en igualdad de condiciones. El impulso del futbol femenino supone una herramienta fundamental en esta lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Consciente de su importancia el Rayo Vallecano es uno de los clubs que cuenta con un equipo en la Liga Iberdrola, además de contar con otros 13 equipos femeninos de todas las edades. Y colorín colorado, este cuento PricewaterhouseCoopers se lo ha contado».

Hasta aquí todo lo que tiene que ver con la ficción en el Rayo Vallecano. La realidad dice que el primer equipo masculino lleva de vacaciones (oficiales) desde el día 19 de mayo, con sus jugadores y cuerpo técnico cobrando religiosamente hasta el día 30 de junio, según consta en los contratos firmados por ambas partes. Algo que no voy a cuestionar, ya que lo firmado debe respetarse siempre, aunque en bastantes casos si nos fijásemos en la relación sueldo y rendimiento, posiblemente tampoco pasaría nada si algunos hubiesen dejado de cobrar en el mes de diciembre o enero.

La realidad en el Rayo Femenino debería ser exactamente igual, tal y como se empeñó el Rayo Vallecano en ese informe presentado a bombo y platillo por una empresa a la que el club facilitó muchos de los datos analizados y que la propia empresa, al final de dicho informe, dice no garantizar la exactitud de la información recogida.

Pero no, la realidad en el Rayo Femenino es otra, la realidad en este equipo es que el cuerpo técnico de la temporada 2018/19 se ha visto obligado a renunciar «voluntariamente» a cobrar su sueldo de junio para poder cerrar su fichaje con otro equipo (que sí les da lo que en Vallecas se les niega) y para poder coger unos días de vacaciones (finalizaron la liga el 5 de mayo) antes de afrontar un nuevo reto en su carrera deportiva. La semana pasada, Irene Ferreras y Kike (preparador físico) tuvieron que personarse en las oficinas de la Ciudad Deportiva a firmar dicha renuncia a cobrar el sueldo del mes de junio, una cifra que entre los dos técnicos y José Manuel (segundo entrenador) puede estar cercana a la cuenta de algún restaurante de postín a los que le gusta acudir al señor Presa rodeado de sus estómagos agradecidos. Una cantidad infinitamente inferior a los méritos deportivos exhibidos por Irene, José Manuel y Kike, una cantidad en la que han cifrado los responsables del Rayo Vallecano el señorío de un club que lejos de estar agradecido con el trabajo realizado por este cuerpo técnico (aún esperamos un gracias hacia ellos), se ha comportado como un club más propio de los tiempos de Al Capone, llegando a realizar amenazas veladas del tipo de que o firman esta renuncia de sueldo o boicotean y torpedean su fichaje por otro club de la Liga Iberdrola.

Ha sido un año duro e intenso para unos grandísimos profesionales que han dado hasta la última gota de sudor por este equipo y que no merecían ni mucho menos salir del mismo como lo han hecho. Que los profesionales salgan de esta manera del Rayo Vallecano ya no sorprende a nadie, por desgracia, pero no por ello dejará de ser lamentable y muestra la poca clase y el calado humano de los que ocupan puestos de responsabilidad en el Rayo Vallecano. Por desgracia, es una situación que no es nueva y ya se produjo la temporada pasada, con mayor o menor éxito.

Lo curioso de todo esto es, que obligan a renunciar a una cantidad de dinero irrisoria para un club con un presupuesto de 50 millones de euros, pero los entrenadores de cantera que comienzan sus pretemporadas a mediados de julio o de agosto no ven un céntimo hasta prácticamente el mes de octubre (en el mejor de los casos). El Rayo Vallecano no paga nada a estos entrenadores ni en julio ni en agosto, a pesar de estar al pie del cañón desde entonces. Una paradoja más de un club gestionado por dirigentes de regional que día a día se empeñan en dejar en evidencia a un club que acaba de cumplir 95 años de historia.

Señores del Rayo Vallecano, tal y como dice el anuncio de MasterCard:

  • El sueldo de Irene: XXXXXX euros.
  • El sueldo de José Manuel: XXXXX euros.
  • El sueldo de Kike: XXXXX euros.
  • El señorío del Rayo Vallecano: No tiene precio.