El Rayo necesita que ambos estén al 100% para continuar con la racha de imbatibilidad de cara al encuentro contra el Betis
Seis jornadas encadena el Rayo Vallecano sin conocer la triste derrota. Parece que el engranaje funciona, que Paco Jémez ha dado con la tecla y que lo raro era estar como al principio de temporada. Reconocía el técnico que suma récords en Vallecas el otro día en rueda de prensa que lo que se está viviendo ahora mismo era impensable hace unas semanas, y también que lo mejor está aún por llegar. El trabajo que se realiza en cada entrenamiento corrobora sus palabras y sensaciones; indica confianza y esperanza. También inspiran seguridad las nuevas incorporaciones, que poco a poco van encontrándose mejor y entrando en la dinámica del grupo. Además, teniendo el ejemplo de Miku, que no se han dejado arrastrar por la resignación de no entrar en lista hasta conseguir hacer Historia (el único en anotar cinco goles en cinco partidos consecutivos) -y, de paso, cierta regularidad-, se anima al banquillo a estar siempre enchufado, por si surge la oportunidad.
Precisamente, dos que parecían indiscutibles en esta temporada son los que tienen en vilo a gran parte del rayismo. En los últimos momentos del Rayo-Sevilla de ayer, se volvió a doler del tobillo izquierdo uno de los jugadores que estaba de dulce, Jozabed. Salió del campo, se recuperó y lo intentó, pero no pudo hacer mucho más. Este mismo lunes será explorado por el doctor para conocer el alcance de la lesión.
También pasará por la enfermería Javi Guerra. El delantero lleva un par de semanas renqueante, con molestias en la rodilla derecha y visitará al doctor el próximo martes para salir finalmente de dudas. El malagueño lleva hasta la fecha nueve dianas con la franjirroja, pero seguro que aún le queda carrete para ampliar su cuenta particular.
En el entrenamiento de recuperación de este lunes han entrenado los jugadores que no participaron en el encuentro de ayer. Mañana sábado tendrán el merecido descanso después de una semana a tope y de miércoles a viernes entrenarán, a priori, por la mañana (10:30 horas) en la Ciudad Deportiva para preparar el próximo partido contra el Betis en el Benito Villamarín (el Betis-Rayo se disputará el sábado, a las 20:30 horas). Las entradas para la afición visitante tendrán un precio de 30 €.
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