El delantero firma un doblete ante el Espanyol en el mejor partido del Rayo Vallecano en lo que va de temporada
Tratándose de los dos equipos que más tantos encajan del campeonato, estaba claro que el duelo en Vallecas entre Rayo y Espanyol no iba a acabar sin alguna de las porterías perforadas. Pero los goles sólo fueron en una dirección, y el cuadro de Paco Jémez se llevó el gato al agua ante un conjunto catalán que acabo con su meta batida hasta en tres ocasiones, con Javi Guerra en plan estrella, autor de un doblete. De esta forma, el conjunto de Sergio González se queda en solitario como equipo más goleado de la Liga, con 20 tantos en contra, un bagaje preocupante con sólo nueve jornadas disputadas.
Lo cierto es que el Rayo Vallecano cuajó su mejor partido en lo que va de temporada –junto a los 25 minutos de la segunda parte en el camp Nou-, y más allá del resultado desplegó un fútbol de muchos quilates desde el primer minuto, volcando el campo en todo momento hacia la portería de Pau López y con una posesión de balón casi insultante para los ‘pericos’.
El ideal de juego de Paco Jémez se vio reflejado a la perfección sobre el césped de Vallecas, con un Rayo a tope de concentración y de compromiso, con una fe tremenda en lo que hacía y peleando cada balón y cada palmo del terreno.
Avisó Javi Guerra de que iba a ser su noche nada más comenzar el encuentro, con un remate a pase de Ebert que la defensa visitante enviaba a córner. El propio Ebert mandaba al palo un balón de cabeza minutos después; y cuando el dominio del Rayo ya era abrumador, Javi Guerra provocaba un penalti en el minuto 34 que Trashorras se encargaba de transformar en el 1-0.
Mientras, el Espanyol hacía aguas en la medular, con sus peloteros –Asensio, Hernán Pérez, Álvarez- desaparecidos. Sin duda se esperaba más de estos futbolistas, que venían de cuajar un gran partido en la jornada anterior ante el Betis, pero el planteamiento táctico de Jémez, con Llorente y Zé Castro pegando tijeretazos a cualquier intento de conexión con Caicedo, tiró por tierra toda esperanza de puntuar para los visitantes.
En la reanudación, más de lo mismo: el Rayo mostrando un convencimiento pleno en que su ideario futbolístico va a misa esté donde esté y juegue contra quien juegue, y el Espanyol, por contra, enseñando todas sus carencias y su debilidad defensiva. Así las cosas, en pleno desbarajuste españolista Raúl Baena se colaba como un cohete por el centro, y Víctor Sánchez sólo podía parar la arrancada con una falta que suponía su segunda amarilla.
La salida de Bebé fue el revulsivo definitivo que necesitaba el cuadro de Jémez para darle la puntilla al Espanyol. El portugués fue protagonista en el segundo tanto, con una galopada por banda izquierda que Javi Guerra, oportunista como siempre, sólo tuvo que empujar a las mallas; y en el tercero con un robo de balón que acabaría de nuevo en la portería de López tras un gran derechazo de Guerra desde la frontal. Con su doblete, el delantero andaluz de 33 años firma un espléndido arranque liguero, con seis goles en nueve encuentros, empatado con Nolito, Benzema y Cristiano.
Y ya cuando el partido moría y la grada respiraba tranquila, sabedora de que los tres puntos se quedaban en casa, Tito se iba a la ducha antes de tiempo por un penalti en el añadido que servía para que Toño también tuviera su momento de gloria, al atajar el lanzamiento de Burgui en una estirada plena de reflejos.
Rayo: Toño; Tito, Llorente, Zé Castro, Rat; Baena, Trashorras; Lass (Bebé, m. 52), Jozabed, Ebert (Embarba, m. 56); Javi Guerra (Manucho, m. 82).
Espanyol: Pau; Arbilla, Álvaro, Roco, Fuentes; Cañas, Víctor Sánchez; Hernán Pérez (Burgui, m. 64), Asensio, V. Álvarez (Montañes, m. 64); Caicedo (Sylla, m. 80).
Goles: 1-0. M. 36. Trashorras (de penalti). 2-0. M. 75. Javi Guerra. 3-0. M. 78. Javi Guerra.
Árbitro: Prieto Iglesias. Expulsó por doble amarilla a Victor Sánchez y Tito. Amonestó a Zé Castro, Ebert y Roco.
Estadio de Vallecas. 10.480 espectadores.
Texto: Daniel Leguina
Foto: Rafa Alameda jr
