La línea de medio campo es donde se cuece todo el juego de ataque del conjunto de Jémez. Su rendimiento a rasgos generales ha sido bajo, como el resto del equipo.
Una de las máximas del fútbol es, que en el mediocampo es donde se ganan o pierden los partidos. Línea donde se batalla y cuece el juego de ataque y el nivel defensivo de un conjunto.
Estos años atrás, el nivel del medio campo del Rayo Vallecano ha sido de notable. El éxito del estilo de juego de Jémez se basa en un juego combinativo en espacios reducidos, buscando la superioridad numérica en el medio campo, para sacar ventaja en la posesión. Así como un nivel elevado de presión para robar el balón lo antes posible y cuanto más arriba mejor.
La coordinación de esta suma de aspectos es clave para el éxito del juego del equipo, un bien necesario para la consecución de resultados que esta temporada no se produjeron. Por lo tanto, este año Paco debido a miles de circunstancias, no ha sabido dotar a su línea de medio campo de esa jerarquía necesaria para dominar como antes los partidos y, así llegar a los resultados esperados.
A continuación una breve evaluación de cada uno de los jugadores que han participado en dicha línea este año.
Cissé y Fariña: dos claros fiascos de Felipe Miñambres. El primero no llegó a disputar un solo minuto en Liga. Jugador más propio de un equipo de baloncesto, cerró el paso a canteranos como Clavería. Salió cedido al Beveren belga. Un 0 para francés. El segundo, llegaba con la vitola de jugador habilidoso pero apenas contó para Paco y tuvo que salir en el mercado de invierno hacia Sudamérica. Mi nota es 1.
Baena: un pilar básico en el juego del equipo. Su trabajo, la garra y el robo de balón sus principales características. Tapando huecos a los que Trashorras no llega. Su rendimiento este año ha sido irregular. Se lesionó de gravedad en el momento clave de la temporada. Es posible que con él, en Anoeta no se hubiese perdido. Un 5 para el malagueño.
Iturra: llegó para dar equilibrio en el medio campo y ser una alternativa a Baena. No se adaptó al juego del equipo. Lejos del nivel que mostró en el Málaga, apenas contó con la confianza del míster. Un 3 para el chileno.
Trashorras: la temporada del capitán ha sido intermitente. Catalizador de todo el juego de ataque rayista, su baja forma en un tramo de la temporada, sumado a su edad -35 años- y lejos de su mejor forma, el equipo lo notó en demasía. Su final de temporada fue mejor, pero no suficiente para la salvación. Un 6 para el capitán.
Jozabed: temporadón del andaluz hasta que una inoportuna lesión lo apartó del equipo. Baja que notó el equipo en notablemente. En su momento el centrocampista más goleador de Europa. Tras la recuperación no fue el mismo. Un 7 por el conjunto de la temporada.
Pablo Hernández: su calidad se ha visto a cuentagotas. Acuciado por las lesiones, nunca pudo tener la continuidad necesaria para rendir. Aún así cuando estuvo bien, fue de los mejores del equipo. Sus lágrimas tras el descenso, muestran el grado de implicación y el sentimiento para con el club. Un 5,5 para el internacional.
Joni Montiel: la joven promesa rayista apenas pudo demostrar en los pocos minutos que tuvo su categoría como futbolista. Aún le queda mucho por aprender, esperemos que siga con su progresión y que sea en Vallecas. No me parece justo calificar a un chico de 17 años en el descenso de un equipo. Por lo que haré una excepción con el canterano.
Lass: un chico con tantas condiciones como lagunas en su cabeza. Más fuera que dentro del equipo, su tira y afloja con Jémez ya cansa a la afición. Agotados en el club de darle oportunidades, tuvo que marchar cedido a Francia. Un 2 para el canterano.
Patrick Ebert: el alemán llegó como fichaje estrella. Pasado de forma, tardó en coger un ritmo digno de la competición. Cuando mejor estaba y su rendimiento comenzaba a ser óptimo, llegó una gravísima lesión en el tendón de Aquiles. Un 4 para el alemán.
Adrián Embarba: algún amigo dice que es el Lass blanco y desde luego tengo que darle la razón. Es joven y puede mejorar pero ya ha tenido muchas oportunidades. Practica un fútbol de mentira, mucha bicicleta y floritura sin resultado y en zonas intrascendentes. Sus centros dejan mucho que desear. Espero equivocarme pero acabará siendo un jugador de Segunda o Segunda B muy normal. Un 3 para el de Carabanchel.
Piti: un jugador muy querido en Vallecas. Tras su marcha a Granada siguió siendo un icono para el aficionado rayista por su calidad y compromiso para con la franja. Sin embargo, su vuelta no ha sido la esperada. Falto de forma y con problemas en forma de lesiones, su concurso en el equipo ha sido residual. Un 3 para el catalán.
Ozbiliz: el armenio ha sido un visto y no visto. Llegó tarde, más tarde aún le presentaron y, mucho más tarde si cabe, se puso en un mínimo de forma. La verdad buena pinta tenía. Jugador zurdo de mucha calidad. Una grave lesión cortó en seco una más que prometedora carrera. Nunca se supo por qué salió del club antes de finalizar la temporada. Un 2 para el armenio.
Hasta aquí el tercer análisis de la temporada rayista, línea por línea. La semana que viene terminaremos con el repaso de la temporada con la línea de ataque.
Chema Broncano