El CD Lugo mide el estado de ansiedad del Rayo Vallecano en el estreno en el banquillo franjirrojo de Rubén Baraja.
Semana de contradicciones en Vallekas para rendir visita al CD Lugo, uno de los mejores equipos de la categoría. Y digo de contradicciones porque no puede ser de otra forma. Tristeza y malestar general por la marcha del equipo y porque no, la destitución de un entrenador (por poco querido que sea) nunca es buen síntoma.
Por otro lado, la incorporación de un nuevo entrenador, joven y con ganas, puede ser un acicate para la plantilla. No sé si lo será tanto para la afición, muy maltrecha en su ilusión tras los últimos meses de competición (desde el maldito partido de Anoeta).
Enfrente el CD Lugo, sexto clasificado con 18 puntos, solo tres por encima del Rayo. Si bien, el equipo lucense que comenzó la temporada con muy buen pie, parece haber perdido esa alegría en el juego que le caracteriza y, ello se ha visto reflejado en sus resultados. Lleva cinco jornadas sin ganar, ya que no lo hace desde el día 1 de octubre (3-1 al Mallorca), suma dos derrotas seguidas en casa, ambas por 0-1 (Getafe y Cádiz) y dos empates, ante Oviedo (1-1) y el Mirandés (2-2). Éstos son sus únicos dos puntos de los últimos 15 posibles.
El CD Lugo es un equipo alegre en su juego, algo que viene de una herencia adquirida desde la época de Quique Setién y que tuvo continuidad la pasada campaña bajo el mando de Luis Milla.
Este año, con Luis César el equipo tiende a jugar más junto y menos alegre, es decir, a combinar orden defensivo y juego de ataque para intentar formar un bloque más sólido dada la exigencia de la categoría.
Para ello cuanto con jugadores de categoría, mezcla de veteranos y jóvenes promesas con calidad.
La veteranía aflora en la portería, sobre todo. Una dupla de porteros que superan ampliamente la treintena. José Juan Figueras como titular y Roberto Fernández como suplente. Ambos cuentan con muchos minutos en Segunda División y Roberto con bastantes también en Primera (Granada, Osasuna y Sporting).
Dos jóvenes defensas destacan en el centro de la zaga. Por un lado Ignasi Miquel, procedente de la Ponferradina, formado en el FC Barcelona y fichado posteriormente por el Arsenal, que destaca por su juego aéreo y su buena salida de balón. A su lado, el guineano Djaló cedido por la Juventus, que se trata de un jugador muy fuerte y rápido. Ellos, junto con el lateral izquierdo Manu, capitán del equipo y Calavera en el lateral derecho son los defensas habituales.
En el centro del campo, dos veteranos gallegos en la línea de contención y creación. Uno es Carlos Pita, canterano deportivista, jugador de calidad y criterio en la creación de juego y otro es Seoane, que es un jugador más táctico y de brega que hace de complemento ideal de Pita.
Por delante, es posiblemente la línea de mediapuntas donde más calidad atesora el equipo. Cuenta con tres jugadores muy verticales y con mucho gol.
Por el centro juega un viejo conocido de la parroquia rayista, Antonio Campillo, jugador que militó dos temporadas en el Rayo B. Fue clave en la consecución del ascenso a Segunda División B. Campillo es un atacante de mucha calidad y con facilidad para hacer gol, de hecho un tanto suyo sirvió para meter al filial en los play off de ascenso en su primer año y la temporada siguiente sostuvo con sus goles a un filial abocado al descenso. Hoy, es una pieza clave en este Lugo, con el que ha jugado prácticamente todo anotando tres goles en sus doce apariciones ligueras. Futbolista con mucha llegada desde segunda línea.
En los costados, el equipo lucense tiene a dos futbolistas fuertes y con gol. Por la izquierda, Pedraza, internacional español en categorías inferiores y campeón de Europa sub-19 con España. Está cedido por el Villarreal, se trata de un extremo de mucho futuro, que posee un gran desborde por banda izquierda y un poderoso disparo, no en vano ha marcado tres goles en 13 partidos.
Por la derecha, un clásico de la Segunda División, el canario Iriome. El espigado futbolista destaca por aunar fuerza y técnica en su juego, es incansable y su rendimiento a lo largo de las temporadas es todo un seguro, como muestra sus temporadas en SD Huesca, CD Mirandés o Tenerife.
Esperando su oportunidad en el banquillo, encontramos futbolistas que complementan con un buen rendimiento a los anteriormente citados. Es el caso de Yelko Pino, Igor Martínez, Sergio Gil y Adriá Carmona, la mayoría son chavales muy jóvenes con proyección de futuro y de gran calidad.
En el ataque destaca sobremanera Joselu, pichichi del equipo con nueve dianas. El ex del Mallorca ha cogido el relevo goleador del argentino Pablo Caballero, que este año ocupa un papel secundario en la plantilla junto con el internacional colombiano sub-20 Bryan Perea cedido por el Lazio y que conforman la segunda línea de ataque, utilizados como revulsivos desde el banco para suplir a Joselu.
Así pues, dos equipos con dinámicas muy parecidas, con exigencias clasificatorias bien distintas, en busca de revertir sus rachas negativas en cuanto a resultados.
Chema Broncano