Un Estadio a medio terminar, con deficiencias allá a donde mires y con riesgo para los que a él asisten cada 15 días.
No tengo el cuerpo para escribir de fútbol. Creo que eso es lo menos importante ahora para la aficion rayista. La sensación que da título a estas líneas no viene de anoche. Viene de hace temporadas, incluso de antes que Presa «comprara» Rayo Vallecano de Madrid, SAD.
Todas las personas que hemos asistido desde hace temporadas al Estadio de Vallecas, de forma puntual o asiduamente, creo que compartimos sensación. Cosa a estudiar es que nuestra pasión irracional nos haga volver a un lugar obsoleto, falto de conservación, sucio, degradado y degradante… e inseguro.
Lo mas importante es que el domingo volvimos a salir vivos. La mayor alegría es que César, abonado rayista de 4 años, está bien aunque no indemne. Si César se precipitó al vacío es porque al nuevo vallado del Fondo le faltan unos barrotes que están en el Proyecto de Obra y que no se encontraban instalados. ¿Por las prisas? ¿Por reducir costes?…
Lo más importante es que lo del pasado domingo sea un punto y aparte. Si después de esto la afición rayista no despierta y se sigue jugando la vida cada partido, tenemos un serio problema.
Las «obras cosméticas» de adecuación a la ITE sólo han hecho acrecentar algunos riesgos por la tozudez de Presa en no pedir una modificación del calendario liguero. Toda persona que haya convivido con obras sabe los imprevistos y riesgos adicionales que suponen. Todos menos Ångel Garrido y Presa, propietario y concesionario del Estadio.
Creo que debemos ser conscientes de que no bajamos escaleras a oscuras, desde hace años, porque las bombillas y fluorescentes estén fundidos. La que está fundida es la instalación eléctrica y no se va a tocar en estas obras porque no está incluida en el presupesto porque encarece y complica la obra. No porque no sea necesaria su sustitución.
La trampa ratonera del pasillo de acceso y evacuación de la tribuna de Arroyo del Olivar necesita de una solución integral que tampoco se va afrontar en estas obras. Incluso va a empeorar con la reducción del acceso por la calle Sierra del Valle y con el cacareado récord de abonos.
Sobre el cimbreo y balanceo de la Lateral Alta de la Albufera durante el partido, poco que añadir a lo difundido por redes sociales. Acojonante y acojonado. Toca a los técnicos competentes dar explicaciones y tomar medidas.
Si nada cambia y no hay garantías por parte de la Comunidad y el Ayuntamiento, que tienen las competencias administrativas, él que suscribe no volverá a jugarse la vida el sábado 1 de septiembre. Será duro, pero no veo otro camino. que preferiría colectivo y no solitario, de hacernos respetar como personas que asisten a un recinto deportivo.
Como complemento a estas líneas, aquí tenéis mi desahogo en Twitter.
Luis Miguel Redondo