Nuestras guerreras soñaron con jugar en su estadio y, no solo lo consiguieron, sino que nos hicieron soñar a todos los rayistas allí presentes.
Casi 24 horas después de haber finalizado el encuentro entre el Rayo Femenino y el FC Barcelona Femenino, nos dura la emoción de lo vivido a todos los que allí estuvimos. No voy a entrar a valorar la afluencia de público al Estadio de Vallecas, para eso ya lo han hecho plumilla rayista de nuevo cuño o todos aquellos que se han quedado en casa comentándolo en sus redes sociales, esas mismas en las que juraron y perjuraron que se abonarían al femenino para castigar a Raúl Martín Presa. Solo diré que ojalá cada domingo hubiese 925 personas en la City alentando al equipo.
Ayer comentaba la incombustible Isa (Abu) que a la hora de salir al césped nada más llegar le había dado por llorar y emocionarse. No fue solo Abu, ayer la previa del partido parecía un homenaje a David Bustamante en Operación Triunfo. El sueño de nuestras guerreras estaba a escasos minutos de cumplirse y algunos íbamos a tener la suerte de ser testigos directos. En mi caso y, gracias a Paula (comunicación del Rayo Vallecano), pudo vivirlo tan de cerca de nuestras guerreras que cuando marcó Auñón tuve que contenerme muchísimo para no lanzar móvil y cámara a hacer puñetas y correr a abrazarme a ellas.
Esa emoción que transmitían todas, la ilusión de verse en su estadio siendo las actrices principales y no parte de la grada, como suelen hacer cada 15 días, era indescriptible. Diré que eché de menos que esos actores principales a los que nuestras guerreras apoyan cada 15 días, estuviesen ayer haciendo lo propio con ellas. El que sí estuvo en el partido, contra todo pronóstico, fue el presidente de esta nuestra Sociedad Anónima Deportiva, Raúl Santiago Martín Presa. Con la misma cara que si te llevan a una conferencia de física cuántica en japonés y sin traductor, Presa veía como unas jugadoras a las que ningunea día sí y día también, se batían el cobre frente al subcampeón de la pasada Champions. Un equipo que debe tener un presupuesto 10 veces (aproximadamente) superior al nuestro, que si no es por la (enésima) ayuda arbitral, ayer hubiese hincado la rodilla ante unas deportistas con una actitud envidiable, que dieron un ejemplo de amor propio y profesionalidad como pocas veces van a presenciar este año en el Estadio de Vallecas.
Si el señor Presa hubiese tomado nota de algo, cosa que dudo mucho, de cara al próximo partido en el estadio el ambiente sería uno muy distinto y se viviría una fiesta franjirroja en la grada. Ojalá me equivoque y sea así, no por todos aquellos que no quisieron estar junto a su equipo (sí, abandonasteis al equipo, tal y como decís en redes sociales), sino por esas jugadoras que ayer demostraron no ser patéticas, tal y como algún barberucho de Arganda proclamaba. Podríamos cobrar ciertas facturas tanto a este siniestro personaje, como a algún otro que despechado y reventado usa la redes sociales para hurgar en la herida tras una derrota, pero lo dejaremos pasar porque el tiempo pondrá a cada uno en su sitio y más pronto que tarde tendremos buenas nuevas.
El punto conseguido al margen de sacarte del pozo de la clasificación, moralmente al equipo le viene a las mil maravillas para afrontar otro partido de máxima exigencia como será el del próximo domingo en Buñol. Al finalizar el partido y, entre foto y foto de mi enana con sus guerreras, pude charlar con la gran mayoría de ellas y el mensaje es de optimismo (sin confianza) y creencia en sus posibilidades. Este equipo tiene y debe ir a más con el paso de las jornadas y este año será vital el apoyo de la gente para afrontar una temporada durísima en la que nadie va a regalar nada y la comunión de equipo y afición debe ser un plus extra a añadir a la calidad de esta plantilla.
No puedo finalizar sin dedicarle un espacio aparte a mis capitanas. Por un lado Alicia, sufriendo en soledad en la grada, comiéndose las uñas y mirando el reloj del marcador como ese crío que la noche de Reyes se levanta varias veces con la vana esperanza de que pase la noche rápidamente para desenvolver sus regalos. El próximo partido y si ella quiere, el partido no lo vivirá sola en la grada y será un placer verlo a su vera. ¿Qué decir de Auñón que no se haya dicho en las últimas 24 horas? Al margen de ser la mejor lateral derecho de la categoría, ayer demostró que ser capitán o capitana es algo más que portar un brazalete en tu brazo. Merecía más que nadie un día como el de ayer. Si de Ali decía que parecía esa niña esperando a los Reyes Magos, Paula Andújar no lo parecía, era esa niña y el regalo esperado lo estaba disfrutando. Manos arriba a la hora de salir del túnel de vestuarios que parecía decir «lo que te has hecho de rogar», con cara de concentración y sabedora de la responsabilidad que conlleva defender a las Jeni Hermoso, Mariona,… Paula ayer sacó sobresaliente en su particular examen y, una vez dado por concluido el partido, pudo desatarse para acabar de disfrutar ese sueño cumplido.
Gracias guerreras, gracias por hacernos disfrutar, gracias por hacernos cómplices de un sueño que compartimos con todas vosotras, gracias por vuestra cercanía y cariño y gracias por hacer que muchos hayamos vuelto a disfrutar con el fútbol muchos meses después.
P.D. Espero que para el segundo partido en el Estadio de Vallecas, Presa se aprenda el nombre de sus guerreras y las pueda felicitar personalmente cuando baje al vestuario.