El Rayo Vallecano, bien por su concepto de fútbol, bien por la calidad de sus hombres, es el tercer máximo goleador de Segunda División, sólo un tanto por detrás de Cádiz y Almería, primero y segundo, respectivamente. Pese a ello, la delantera de los de Vallecas o, más concretamente, la posición de ariete, es una incógnita.
Tras la marcha de Raúl de Tomás, quien fuera el punta titular de la entidad franjirroja en las dos últimas campañas, llegaba el momento de volver al mercado. Con el único objetivo de firmar a un futbolista que camuflase lo máximo posible la pérdida del madrileño, desembarcaron en la periferia de la capital tres hombres de muy diversas impresiones: Andrés Martín, Federico Piovaccari y Leonardo Ulloa. Así, daba comienzo la operación «olvidar al nueve», algo que desde un comienzo se antojaba complejo pues, con él, volaban hacia Lisboa treinta y ocho goles.
Retomando la idea inicial, podría afirmarse que algo no funciona en la maquinaria ofensiva del conjunto de Paco Jémez, y todo parece indicar que el engranaje suelto ocupa la posición más adelantada de la estructura. De hecho, de los quince goles sumados por el Rayo Vallecano en este primer cuarto de temporada, únicamente cuatro han sido anotados por delanteros centro (suponiendo que Andrés Martín, más mediapunta que nueve, ocupe dicha posición). Esto supone un 26,67% del total, una cifra que, al compararla con los extremos y su 46,67%, resulta, cuanto menos, ínfima. El 26,67% restante se atribuye a centrocampistas (20%) y defensas (6,67%).
Para elaborar una comparativa algo más exhaustiva entre los tres integrantes de este peculiar triángulo, conviene analizar la labor individual – en lo que a datos se refiere – de cada uno de ellos. Ulloa, el último en llegar, es quien más minutos ha disputado, doblando incluso a su perseguidor más cercano, con quinientos veintitrés. Esta suma supone un 51,88% del total, es decir, ha jugado más que sus otros dos compañeros juntos. En ese tiempo, además, ha sumado dos goles, lo que supone un 50% de la suma que alcanzan estos tres futbolistas.
Federico Piovaccari ocupa la segunda posición en la lista de minutos, con un total de doscientos cincuenta y cuatro o, en otras palabras, un 25,2%. Es, eso sí, el único integrante de este trío que aún no ha conseguido perforar portería. Pese a ello, cuenta en su haber con siete disparos, tres menos que Ulloa y cuatro más que Andrés Martín. Finalmente, el de Aguadulce suma doscientos treintaiún minutos, es decir, un 22,92%. Pese a ser el delantero con menor tiempo en el césped, cuenta en su haber con la misma cifra de goles que Ulloa o, lo que es lo mismo, dos.
Con ello, la media dicta que los delanteros del Rayo Vallecano disparan cada cincuenta minutos y anotan cada doscientos cincuenta y dos. Sin embargo, existe una gran disparidad en la aportación individual de cada uno de ellos a esta estadística. Piovaccari, por su parte, aún no conoce portería esta temporada. Mientras, Ulloa marca cada doscientos sesentaiún minutos y Andrés cada ciento quince, es decir, menos de la mitad.
En cuanto a la efectividad también existen grandes diferencias. Piovaccari, aun habiendo chutado en siete ocasiones, sigue sin anotar, siendo un 0% su porcentaje de acierto. Ulloa, con diez disparos y dos goles en su registro, posee un 20% de acierto de cara a gol. Por último, Andrés Martín cuenta con un 66,67% de acierto de cara a portería, lo que implica que anota cada 1,5 disparos. Teniendo en cuenta otros registros, puede hablarse de Ulloa como máximo asistente (1), más amonestado (5) y ariete con más partidos de titular (6).
Debe recordarse, no obstante, que el trabajo menos llamativo tiende a no ser recompensado por las estadísticas, véase juego de espaldas, balones aéreos o descargas hacia la banda. Sin embargo, es innegable que en lo que a la base del fútbol se refiere, el gol, hay tres escalones que separan a los nueves rayistas. La delantera de Vallecas sigue siendo una incógnita, un sinvivir, una continua incomprensión; un debate que, tras el gol de Andrés Martín en tierras alicantinas, se encuentra más avivado que nunca…