Son ya muchos fines de semana sin fútbol de cantera y se echa tremendamente de menos, pero volverá y seguiremos disfrutando del futuro del Rayo Vallecano.
Hoy es sábado y tendríamos que estar editando fotos, pasando a limpio resultados y goleadores de los equipos de cantera del Rayo Vallecano. Pero desde hace seis semanas, nuestra rutina y normalidad de cada fin de semana nos la han arrebatado. Miguelito ha dejado de madrugar los sábados y los domingos o las cámaras de fotos de Iván y la mía ocupan un espacio de privilegio en nuestras estanterías y no les damos más uso que el de quitarles el polvo de cuando en cuando.
Hay gente que añora sus domingos en el Estadio de Vallecas, limpiando las cagadas de paloma de su asiento o suplicando que, habiendo llovido, el agua no le suba más allá de los tobillos en su zona. Un servidor eligió consciente y voluntariamente que era hora de decir basta y no abonarme, tal y como llevaba haciendo ininterrumpidamente más de 30 años. Ni era bajarme del barco ni Presa había conseguido echarme ni mi sentimiento a mis colores iban a ser distintos. Simplemente se trataba de coherencia, sentido común y unos principios que para muchos serán muy radicales, pero para mí son los que tengo y con ellos voy a muerte.
El hecho de no ir a ver al primer equipo al estadio cada 15 días, no conlleva que haya dejado de disfrutar del fútbol, para nada. Tal vez, ahora lo esté disfrutando plenamente lo que significa el fútbol como deporte en el más amplio sentido de la palabra y siendo lo más semejante a lo que, desde niño, me enamoro. Los responsables de todo esto no firman autógrafos (aún, pero lo harán) ni les piden fotos cuando acaban de entrenar o de jugar, no se quejan si llueve o hace frío cuando les toca jugar a las 9 de la mañana en campos más propios para la siembra y recogida de patatas que para la práctica del fútbol.
Mucho se habla de la Liga de Tebas, pero muy poco de los miles de niños que han visto como sus ligas se han parado y, muy posiblemente, esta temporada ya no volverá. ¿Alguien ha pensado lo jodido que debe ser par ellos dejar de disfrutar haciendo lo que más les gusta? ¿Alguien les va a compensar por todo este tiempo que han perdido en su formación deportiva? Son muchísimas preguntas las que me surgen estos días y, por suerte, algunas de ellas me las despejan los técnicos de la cantera rayista. Siempre he defendido su trabajo y su profesionalidad (no en sueldo, pero sí en valía), incluso cuando no los he conocido tan a fondo. Ahora puedo decir, sin temor a equivocarme, que hacen un trabajo descomunal tanto a nivel deportivo como a nivel humano, no en vano pasan tantas horas a la semana con ellos que acaban convirtiéndose en su particular «hermano mayor».
A lo largo del tramo de temporada que se ha jugado, he tenido la inmensa fortuna de conocer muchísimo mejor a la práctica totalidad de cuerpos técnicos (esto va más allá de la figura del primer entrenador) de los diferentes equipos de cantera y, a día de hoy, mantengo el contacto con muchos y me consta que, aunque a la distancia, todos ellos siguen cuidando de sus chicos. Me cuentan que les mandan trabajo físico, sesiones que preparan los preparadores físicos y readaptadores que tutorizan su movimientos, retos o juegos para hacer más ameno el confinamiento. Esto en cuanto a lo deportivo, pero también se interesan por las situaciones familiares de todos ellos y están muy cerca en ese sentido de todas aquellas familias que, en mayor o menor medida, están sufriendo pérdidas y situaciones complicadas en estas semanas. Incluso, José Luis Martín, director de la ciudad deportiva, manda un email a los chicos que cumplen años estos días.
Me consta también, que a través de la coordinación de cantera (tiene nombre y apellidos: Rubén Bullón) se trabaja de cara a la próxima temporada y con el objetivo claro de hacer que la cantera franjirroja vuelva a ocupar el lugar que siempre ha ocupado y que actualmente ha perdido, propiciado por una gestión lamentable (una más) del señor presidente al que la cantera le sobra bastante, pero le reporta una buena cantidad de millones en los últimos años.
Nadie nos va a devolver ya esta temporada, que para siete de nuestros equipos estaba siendo sobresaliente, peleando el título, nada más y nada y nada menos que a Real Madrid y a Atlético de Madrid. Una temporada en la que estábamos viendo como diferentes jugadores estaban mostrando sus credenciales de cara a un futuro, más o menos cercano, para el primer equipo.
Solo espero que esta pesadilla acabe cuanto antes para todos y que se vuelva, poco a poco, a una normalidad que nos será bastante desconocida al principio, pero que superaremos y volveremos a disfrutar con los goles de nuestros pichichis, las paradas de nuestros porterazos y la valentía, el coraje y la nobleza de todos los que cada fin de semana defiende la franja en nuestras categorías inferiores.