A partir de las 18:30, arrancará en Vallecas el enfrentamiento entre el Celta de Vigo y un Rayo que camina entre gigantes.
Dicen que la venganza se sirve en plato frío, cuando el humo que emerge de lo recién sacado del fuego es consumido por el paso del tiempo. Quizás sea por ello por lo que, tras diecinueve años de goleadas, bailes y burlas, ganar al Barça tenga un regusto tan especial.
Malditos bastardos, de Quentin Tarantino, es la imagen del regreso del Rayo a Primera División, literalmente. Donny Donowitz, «El Oso Judío», encabeza junto a su bate de béisbol el eslogan del fondo que da voz al Estadio de Vallecas: «En primera línea de batalla». En el film, es presentado como el brazo armado de un pequeño núcleo de resistencia en la Francia ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La metáfora de la mencionada campaña habla por sí misma.
La película comienza en una zona rural del país galo, años antes del tiempo narrativo principal de la historia. Shosanna, su familia y algunos refugiados judíos viven en una especie de granja, pero un día la paz es perturbada por una visita esperada, pero no por ello menos inquietante. Un militar alemán llamado Hans Landa e interpretado por Christoph Waltz irrumpe en la granja, bajo la sospecha de que allí, efectivamente, se esconden judíos. Al descubrirlo, los asesina a ellos y a la familia que les dio cobijo, a excepción de la joven Shosanna, que logró escapar.
Pasado el tiempo, se nos muestra cómo aquella niña rubia que huyó por el bosque se ha convertido ya en una mujer en cuyos ojos se reflejan los años ahogados en pena. Con ahorros y dedicación ha logrado fundar una sala de cine tan especial que llama la atención de los altos cargos nazis, hasta el punto de que optan por estrenar allí una película que rememora la historia de Frederick Zoller, uno de sus héroes de guerra.
Shosanne se había camuflado en la parafernalia alemana, era considerada una más. De hecho, había conquistado el corazón del mismísimo Zoller, lo que fue determinante para que su cine fuese finalmente el elegido para su homenaje. Aquella pequeña sala se llenó de oficiales y representantes alemanes que ignoraban la verdadera identidad de su propietaria. Fue entonces cuando Shosanne, años después de que el nazismo asesinase a su familia, volvió a ver cómo el humo de su venganza emergía de nuevo del plato.
El Rayo Vallecano vive uno de los mejores momentos de su historia. Tras imponerse a todo un FC Barcelona el pasado miércoles, el conjunto dirigido por Andoni Iraola suma seis victorias en once partidos en Primera División, un registro histórico para la entidad. Es por ello por lo que, con un partido menos que el resto de contendientes, ocupa la sexta posición de la clasificación, a tres puntos de los puestos de UEFA Champions League. De ganar, se colocaría a un solo partido de la Real Sociedad, líder del campeonato.
Se mire por donde se mire, el humilde club de barrio camina actualmente entre gigantes, comiendo de su comida, bebiendo de sus aguas y nutriéndose de sus puntos. Tras años de aguantar humillaciones, burlas y de lucir con orgullo la franjirroja en los días de lluvia, ha llegado el momento de gritar al cielo nuestro nombre. Al fin, el tiempo nos ha dado la oportunidad de saborear las mieles del triunfo. Es momento de cobrar nuestra venganza.
Bajas: Merquelanz (Rayo) y Fontán (Celta).