Crónica Copa del Rey: Valencia CF 4 – Rayo Vallecano 4

Con todos los sentidos puestos en un torneo absurdo y devaluado que se juega a 1.300 kilómetros de aquí, casi nadie ha prestado la atención que se merece a una de las aventuras futbolísticas más apasionantes que hemos podido ver en un estadio español en lo que va de año. Es cierto que la Copa del Rey también es un torneo absurdo y devaluado, incluso un estorbo para el espectador modesto por culpa de un formato anacrónico que permite pocas sorpresas, pero 113 años de historia merecen un respeto y aún, en días como ayer, nos deja epopeyas más propias de épocas pasadas.

Con nocturnidad y alevosía, así se dieron cita en Mestalla un puñado de jóvenes acostumbrados a vivir en el alambre, casi al margen de la ley. Por un lado, los chicos del barrio, descarados, liderados por un loco que ayer estuvo muy cuerdo y llegados a Valencia para robar en el chalet del millonario y darle un disgusto de los que dejan el orgullo temblando. Por otro, un muchacho aragonés de 35 años vestido de rojo, novato en la máxima categoría, malo de solemnidad y respaldado por dos correcaminos miopes y erráticos. Tremenda cuadrilla la de ayer. No se me olvida que también acudió a la cita el equipo local, pero como fue llevado en volandas por las circunstancias, acunado en ocasiones, merece un papel mucho más secundario en esta película de cine quinqui, a pesar de los cuatro goles que firmó.

Paco Jémez no estuvo valiente ayer, sino temerario e inteligente, dos actitudes que no tienen por qué estar reñidas si el contexto es favorable. Inteligente por salir de inicio con una defensa tres ante un rival a priori desmotivado y gris, cuando además no había nada que perder. Temerario por hacerlo con dos laterales y un central con unas carencias defensivas sobre las que se podría rodar una serie de seis temporadas. Nada más comenzar, el valencianista Rodrigo, un jugón, sacó petróleo de las circunstancias, abrumando a un Rayo plagado de suplentes que parecía entregar el partido a las primeras de cambio. Todo era mentira. Durante los siguientes 25 minutos, los chicos del barrio se vistieron de pingüino y le dieron un repaso espectacular al Valencia, un baño de los que hacen época.

Desgraciadamente, del bonito caos en el que se fue convirtiendo el partido surgió la figura del pistolero Jaime Latre y sus dos compinches, dispuestos a robar el protagonismo a los 22 tipos que se estaban batiendo el cobre en el verde de forma heroica. Por una vez, Jémez estuvo bien en los cambios, pero cuando fue a guardar la ropa ya era demasiado tarde. Un Cristian blandito se dejó arrollar por Mustafi, al hiperactivo Jonathan Pereira no le dejaron firmar su doblete y, mucho antes, a Baena le habían hecho un penalti de libro.

Sin embargo, la mayor parte de las conclusiones que se pueden sacar de la noche de ayer son más que positivas. Desahuciados de la Copa por la fuerza, sí, pero luciendo un fondo de armario más que interesante. Jozabed, imperial, se consagró en Mestalla como titular, a día de hoy, indiscutible. Pozuelo, con chispazos de genio, marcó un golazo espectacular antes de diluirse en el caos reinante. Alex Moreno se reivindicó, sobre todo -tenía razón algún amiguete- cuando se cambió a la banda derecha. El futuro pinta bien, desde luego, pero sin los tres puntos del próximo sábado esta derrota, tan dolorosa como reveladora, habrá sido en balde.

Álex Calvo

(Foto: EFE)

Alineaciones: Valencia C.F.: Yoel, Mustafi, Vezo, Orban, Cancelo (De Paul 46′), Parejo, André Gomes, Filipe (Piatti 46′), Carles Gil (Negredo 46′), Alcácer y Rodrigo.

Rayo Vallecano: Cristian, Quini, Morcillo, Nacho, (Tito 64′), Baena, Jozabed, Alex Moreno, Embarba, Pozuelo (Leo Baptistao 77’), Licá y Jonathan Pereira (Amaya 70’).

Goles: 1-0 Alcácer (7’), 1-1 Jozabed (19’), 1-2 Pozuelo (22′), 1-3 Pereira (37’), 2-3 Morcillo (46’ p.p.), 2-4 Embarba (61’), 3-4 Alcácer (65’), 4-4 Rodrigo (71’).

Tarjetas: El colegiado amonestó con tarjeta amarilla a André Gomes (18′), Baena (29′), Pereira (37′), Nacho (44′), Cristian Álvarez (71′), Rodrigo (73′), De Paul (86′) y con tarjeta roja directa a Rodrigo (81′).

Estadio: Camp de Mestalla.

Árbitro: Jaime Latre.

Asistencia: Cerca de 25.000.