Crónica Rayo Vallecano 0 – Córdoba CF 1

Pese a ser víspera de martes y trece, ayer fue un día de suerte para los vecinos de Vallecas aficionados a los espectáculos circenses. El Circo Gottani, instalado en la Avenida de La Gavia y con Fofito como cabeza de cartel, no celebraba ninguna función por ser lunes. Para compensar, en la otra punta del barrio, Fofó padre pudo observar desde la placa que da nombre a su calle otro espectáculo, pero en este caso lamentable. El disparate comenzó en las puertas de acceso al fondo del estadio. Allí, el excesivo e injustificado celo policial acabó por silenciar a la grada más entusiasta, enrareciendo un partido que en realidad nació muerto. Para rematar el sinsentido de este absurdo lunes nocturno de fútbol, los vomitorios y escaleras del coliseo vallecano se encontraban entre tinieblas Dios sabe por qué, provocando el consiguiente cabreo entre el personal, más preocupado por no besar el suelo al ir a aliviarse al baño que por lo que estaba ocurriendo en el césped.

Buena parte del esperpento nació en la pizarra de Paco Jémez, antes del partido. El técnico cordobés, además de volver a insistir con la defensa de tres que había triunfado ante el -no lo olvidemos- inerte Getafe, decidió suplir la baja de Leo Baptistao poniendo a Licá de ariete puro. No es que Manucho sea gran cosa, de hecho no mete un gol al arcoíris, pero parece más lógico contar con un nueve de 1,87 si juegas con dos extremos puros, especialistas en desbordar por la banda y colgar balones al área, como así hicieron durante todo el partido tanto Álex Moreno como Kakuta, éste último a pierna cambiada. Aunque Jémez decidió deshacer el entuerto a los diez minutos de comenzar la segunda parte, el cambio no surtió efecto. El angoleño tuvo un par de ocasiones, pero su escasa puntería y sus movimientos a cámara lenta dentro del área impidieron un final feliz.

No es que Manucho sea gran cosa, de hecho no mete un gol al arcoíris, pero parece más lógico contar con un nueve de 1,87 si juegas con dos extremos puros.

Para entonces, el Rayo estaba remando a contracorriente una vez más por culpa de la mala suerte del pintoresco Abdoulaye, que se había marcado un gol en propia puerta poco antes del descanso. Es curioso lo de este central. Tiene unas condiciones excelentes y un físico privilegiado, pero son pocos los partidos en los que, por muy bien que juegue -ayer lo hizo-, no acabe mirando al cielo con cara de Steve Urkel y diciendo: “¿He sido yo?”. Antes de esta nueva abdoulayada, el Córdoba ya había avisado por medio de Bebé, que debutaba ayer de verdiblanco procedente del Benfica. Además, la presión de que ejercían los jugadores de Djukic dificultaba, y mucho, la salida del balón por parte de la defensa rayista, incapaz de sorprender con algún pelotazo en diagonal a la retaguardia cordobesa. Jémez jamás lo permitiría.

No hay luz sin día ni partido en Vallecas sin pifia arbitral. En este caso, Estrada Fernández y sus compinches anularon un gol a Alberto Bueno en el minuto 20 por un fuera de juego que no era, y completaron la chapuza pitando varias faltas al revés. Lamentablemente, el Rayo lo hizo tan mal que en ningún caso dio la impresión de dejarse los puntos por culpa del colegiado catalán. La segunda parte fue un quiero y no puedo del equipo franjirrojo, que acosó la portería del ex rayista Juan Carlos -espectacular ayer, especialmente en las salidas- y rozó el apaño del empate con un sensacional disparo a la escuadra de Quini. No pudo ser, no era el día. El futuro, a cuatro puntos del descenso, pinta incierto para el equipo de Jémez, que esperemos que no se lleve un pucelazo si insiste el sábado en Anoeta con la defensa de tres. Después, el Vicente Calderón espera.

Álex Calvo

(Foto: Rafi Alameda)

Alineaciones: Rayo Vallecano: Toño, Quini, Tito, Abdoulaye, Álex Moreno (Aquino 71’), Baena (Pozuelo 67’), Trashorras, Jozabed, Kakuta, Alberto Bueno y Licá (Manucho 55’).

Córdoba CF: Juan Carlos, Campabadal, Pantic, Crespo, Edimar, Deivid, Rossi, Abel Gómez (Borja García 68’), Fede (Fede Vico 81’), Bebé y Florin Andone (Xisco 88’).

Goles: 0-1, 38′: Abdoulaye (pp).

Tarjetas: El colegiado amonestó con tarjeta amarilla a Bebé (6′), Abdoulaye (26′), Tito (52′), Campabadal (57′) y Quini (69′).

Estadio: Estadio de Vallecas.

Árbitro: Estrada Fernández.

Asistencia: 10620.