Los lunes al sol

Pese a ser lunes, hoy me voy a permitir la licencia de escribir estas líneas desde el sofá de mi casa, no por miedo al frío que hace en la calle, todo lo contrario. De hecho, como soy un chicarrón del norte -de Vallekas– ayer me dio por desafiar al frío, primero en Fuenlabrada por la mañana y después en la City por la tarde. Y como dice el sabio: «los excesos del pasado son las consecuencias del presente». Realmente  no sé siquiera si esta frase existe, pero quedaba de puta madre para definir lo mierda que me he levantado hoy. Vosotros hacéis que os la creéis, a mi me sube la autoestima -que junto a la fiebre será lo único que me suba hoy- y todos tan amigos.

La verdad es que me ha costado más de lo habitual ponerme a escribir, pero ni mucho menos por el enfriamiento, ni por falta de ideas -éstas andan igual de escasas cada lunes-, sino por mi mujer, que siempre que pasan las Navidades su pregunta del millón es: «cariño, ¿dónde vamos a ir este año de vacaciones de verano?». A pesar de conocerla bastante bien me ha dejado sin respuesta, y lo cierto es que el calendario de las mujeres -o al menos la mía- se divide en dos: invierno y verano. Como digo, pasan las Navidades y ya está pensando en las vacaciones de verano, y según llegas de Cullera y no has soltado aún la última de las 15 maletas, ya te está diciendo «que digo yo que habrá que ir pensando como nos vamos a repartir estas Navidades para cenar con unos y otros, ¿no?».

Cuando te acribillan con esa metralleta de repetición de preguntas tienes dos opciones: o te entran los sudores de la muerte y entonces estás bien jodido porque al final decide ella y haces un bonito pleno de cuñados pesados y suegros; o bien respondes al «derechazo» que te ha lanzado con un crochet de izquierdas que ella no se espere, y esto último es justamente lo que yo he hecho. Le he dicho: «cariño este verano vamos a ir a la Ciudad de Vacaciones, donde todo visitante se siente como en casa». Debo reconocer que luego me ha dado pena porque la pobre se ha emocionado y ha volado como alma que lleva el diablo para llamar a su madre y contarle que este verano vamos a Marina D´Or, a un balneario. Pobrecilla mía, yo le hablaba de Vallekas D´Or.

Vallekas D´Or.

Sí, muchos pensarán que se me ha ido la olla, pero nada más lejos de la realidad. Sólo tienes que hablar con cualquiera de los cientos de coruñeses que nos visitaron el pasado viernes para darte cuenta de la hospitalidad de los queridos vallecanos, que en un ejercicio de generosidad infinita le regaló tres puntos como obsequio de bienvenida.

Si Vallekas es uno de los sitios donde con más fuerza ha azotado esta maldita crisis y el índice de paro es muy alto, al final vamos a tener que explotar el complejo turístico en el que se está convirtiendo nuestro Estadio, porque además tenemos un personal de lujo que da un servicio impecable al cliente que llega de fuera.

Cuando el visitante llega, lo primero que se encuentra es un recibimiento en el que el jefe de recepción, Paco -nombre elegido al azar- está flanqueado por su famoso equipo de tres recepcionistas en línea, en el que según la libranza se alternan las posiciones en el mostrador. Lo que es seguro es que a la hora de confirmar la reserva habrá algún error de bulto, siempre a favor del visitante, ya sea una noche de más o algún regalo material que el turista puede disfrutar. Así da gusto empezar tu estancia en Vallekas D´Or, ya que a los 10 minutos ya tienes un regalito en tu equipaje. Las maletas, por cierto, te las llevan a donde el cliente desee, porque para eso Paco cuenta con un grupo de especialistas en paquetes y bultos, capitaneados por nuestro angoleño Manucho y flanqueado por los Pozu o Morci, entre otros. Y si por lo que fuera no es de su gusto la ubicación de sus enseres, ponemos en acción a otro miembro destacado de este grupo: Si usted le dice «aquí no», nuestro operario Javier se lo pondrá en otro sitio, aunque lo que no garantizamos es que Javier lo ponga bien.

Para media tarde le proponemos una sesión de masaje relajante en el área conocida como «Tres Cuartos», en la que nuestros expertos en relax y descanso, Alber y Rober les darán los mejores consejos para estar descansados y sobre cómo economizar sus energías durante su estancia con nosotros. Si lo que quieren son emociones fuertes les recomendamos tanto las clases de hip hop y electro funk con nuestro profesor Gäel como el plato fuerte de nuestro catálogo: clases de lucha grecorromana con nuestro experto Abdou, conocido como Mark Henry en el mundillo de la WWE antes de tener que dejarlo por culpa de un régimen severo que le dejo en 50 kilos.

Desde que en septiembre del año pasado abriéramos nuestras puertas ya han pasado cientos de visitantes procedentes de sitios como Elche, Barcelona, Eibar, Sevilla, Córdoba o La Coruña, y todos coinciden en el trato, en lo preciado de los obsequios y en que si Dios quiere el año que viene volverán. Afirman jocosos que no han conocido mejor destino de vacaciones que Vallekas D´Or, y que pese a su gerente le otorgan una nota de sobresaliente.

La única pega con la que cuenta nuestro recinto es que si eres vecino de Vallekas o llevas mucho tiempo acudiendo allí, el acceso no te será fácil. Para entrar tendrás que demostrar que eres de buena familia, que vas a misa al menos una vez por semana, que pagas tus impuestos regularmente, que nunca copiaste en EGB y aún así en la puerta de acceso habrá un sanitario que te meta un dedo en el orto mientras le cantas ‘La Traviata’ de Verdi. Sólo podrás pasar si no desafinas en ningún momento de la ópera.

L@s Siberian@s

Así debieron sentirse nuestros chicos del filial y nuestras chicas del femenino, que jugaron con una temperatura que se iba contando en dedos de la mano que se te iban quedando inservibles. Así fue la rasca sufrida en Fuenlabrada por la mañana y por la tarde en la City, tanta que aprendimos a tuitear con la punta de la nariz y quizás sea el momento de patentar este sistema e impartir cursos subvencionados.

Por fin los chicos de Mariano Madrid se creyeron eso de que en el fútbol a los mayores se les respeta pero también se les gana si somos mejores, y esta vez lo cumplieron a rajatabla, pese a que alguno miraba de reojo al zorro de Pachón con una mezcla de respeto y admiración hacia una de nuestras leyendas. Y Pachi, que se las sabe todas, intentaba liársela a los nuestros. Pero ayer en el banquillo había un tipo con barba que les pegaba voces y no, no era yo -yo lo hacía desde un fondo y he prometido no afeitarme la barba hasta que no ganen dos partidos seguidos-, el que lo hacía desde ahí era Míchel, que ayer ejerció de segundo de Mariano. Ya no sabemos si es cuestión psicológica, de brujería o de querer agradar a su ídolo, pero ayer el equipo estuvo plantado en el campo como nunca antes se le recordaba. Los chavales jugaron igual que siempre, pero además le añadieron un buen par de cojones que tenían escondidos y que, al revés del resto del género masculino, lejos de tenerlos encogidos con el frío, se les agrandó frente a un gran equipo formado por grandes jugadores.

No me gustaría terminar estas líneas sin acordarme de los entrañables habitantes del otro fondo del Fernando Torres, en los que en un ejercicio de generosidad animaban a Bukaneros en su búsqueda de empleo, algo que si de verdad ocurre quizás no sea por su culpa -no creo que tuvieran 18 años- sino de los peperos de sus papis y mamis por votar lo que votaron. Y quiero animarles a que (si sus progenitores les firman las correspondiente autorizaciones para viajar solos en Cercanías) animen al Fuenla en sitios como Vallekas, porque lo bonito del fútbol es conocer otros campos.

Nuestras siberianas también ganaron, con enorme mérito, su partido al Oviedo Moderno, un gran rival. Las asturianas viajaron a las siete de la mañana a Madrid para disputar su partido, con carreteras cubiertas de nieve y en pésimas condiciones climatólogicas, lo cual hace aún más meritorio el partidazo que hicieron ante nuestras guerreras. Con lo que no contaba el Oviedo es con que entre tanto frío y tanta nube apareciera nuestro «arco Iris», que es una jabata de 40 kilos que en su primer año en la máxima categoría del fútbol femenino está tirando abajo la famosa puerta, como suele decir nuestro Poblador. En realidad, la buena de Iris está tirando puerta, los tabiques y varios azulejos porque lleva una temporada tremenda, algo que desde MATAGIGANTES ya adelantamos antes incluso de comenzar  la Liga.

Además, el partido comenzó con el recuerdo de sus compañeras a Patri Mascaró, que esta semana confirmaba su rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla, luciendo unas camisetas de ánimo mientras formaban el once. ¿Habrá pagado el club las camisetas? Pido perdón por esta última reflexión en voz alta, me debe estar subiendo la fiebre, lo siento. También volvió al equipo nuestra cronista Marta «Costa», algo que el equipo agradeció ante la plaga de bajas que tenemos. ¿Mal de ojo? Perdón, definitivamente debo andar por los 38 o 39º C.

Por último, entre el frío fuenlabreño y el vallecano dos grandes noticias: nuestra «banda del bate» ganó cómodamente por 3-0 y deja al Real Madrid a 5 puntos… Guindi, vete comprando un tanga de leopardo que este verano nos bañamos en la Fuente. Y, en segundo lugar, los cojonudérrimos bocatas de la cafetería de la City. Gracias a ellos recuperamos la movilidad de, al menos, una mano. La otra va poco a poco volviendo a su ser. Por suerte es la izquierda, que no es la de… Escribir estas líneas, así que tengo una semana para que esté al cien por cien.