El Rayo Vallecano continúa reforzando su plantilla a falta de una semana para que dé pistolezo de salida la Liga BBVA. Esta vez llegó un eterno deseo, exactamente desde hace dos años, un jugador al que Felipe Miñambres ya le había echado el ojo desde su nacimiento como futbolista en Racing de Avellaneda, un mediapunta argentino con etiqueta de estrella que no ha terminado de dar la talla en el Benfica, que no pudo mostrar su valía el anterior curso en el Deportivo de la Coruña y que, ahora, llega al cojunto franjirrojo con ganas de triunfar.
Tras confirmarse el pasado jueves la cesión por una campaña, la directiva no ha querido perder más tiempo y lo ha presentado a la afición vallecana con aires de esperanza, de ilusión. El argentino, acompañado del presidente, Raúl Martín Presa, y el director deportivo, Felipe Miñambres, entró a sala de prensa bajo una lluvia de flashes para posar orgulloso con la camiseta del Rayo Vallecano. «Llevamos siguiéndole mucho tiempo, desde Racing de Avellaneda, y tenemos la esperanza de que demuestre el nivel que dio allí. Le deseo mucha suerte», expresó el máximo representante. Miñambres no varió el discurso, pues declaró que había sido «un proceso largo, pero al final lo hemos podido incorporar. Espero que lo pase bien aquí, que disfrute y, sobre todo, que haga disfrutar a toda la afición del Rayo«.
El jugador guiado por el Benfica en años anteriores, ahora pudo decidir el lugar donde quería jugar y, sin pensarlo mucho, decidió ir a Vallecas. «Creo que esta apuesta es la que necesitaba, el Rayo es un equipo al que le gusta jugar al fútbol y yo me identifico con eso«, afirmó el argentino. El futbolista se deshizo en halagos hacia su nuevo equipo, considerando a los de la franja como uno de los más fuertes de España: «Hoy en día es un club al que le tienen mucho respeto, demostrando que juega bien al fútbol y que puede conseguir cosas bonitas». Tampoco tuvo reparo en alardear de sus virtudes, dejando claro que su fuerte es el «contacto con el balón, encarar y escapar por velocidad con el esférico pegado«. Unas cualidades que se adaptan a las mil maravillas al sistema de juego de Paco Jémez.
En cuanto al míster, solamente ha cruzado unas palabras en las que el entrenador le «comentó lo que yo podía hacer en el juego del Rayo», aunque su única meta ahora mismo no va más allá de «conseguir los objetivos del club; luego, los personales tienen que empezar por ponerme bien físicamente para poder competir con mis compañeros«. Un futbolista que sabe que tiene que darlo todo si quiere convencer a Paco Jémez y, sobre todo, a los aficionados.
Tras la rueda de prensa saltó al verde portando la zamarra del Rayo, lo que más deseaba. Allí posó para los fotógrafos, deleitó al personal con unas carreritas con el balón pegado al pie y finalmente dio los rutinarios toques de balón para terminar con la presentación que tanto soñaban en las oficinas franjirrojas. Ahora el chico tiene la responsabilidad sobre sus hombros, pero tiene pinta de que ganas y talento le sobran. Próxima parada: Estadio de Vallecas.
Texto e imágenes: Antonio Rodríguez.