El Rayo Vallecano es un equipo con multitud de gente que le quiere, uno de ellos es Julián Calero que nos explica sus motivos.
Hablar de sentimientos en general no es sencillo, ya que expresar emociones sobre papel siempre conlleva dificultades. Mucho más complicado cuando hablamos de sentimientos que están ligados a un club de fútbol debido a la variedad de opiniones que en la sociedad despierta este bendito juego. La gente que no es apasionada, a la que el fútbol le parece simplemente otro juego más, realmente no logra entender lo verdaderamente importante de todo esto.
Mucho más allá de resultados, o títulos conquistados, que continuamente se empeñan en vendernos como lo trascendental, lo que es verdaderamente importante es el SENTIMIENTO que se tiene y se ha interiorizado hacia un escudo. Una camiseta, unos colores, ese sentimiento innegociable independiente del momento y la circunstancia y que por supuesto no llega de la noche a la mañana, sino que se va “amasando” desde pequeño, en el barrio, con tus familiares y amigos, ese sentimiento que se te va metiendo poco a poco en vena y que una vez que lo ha hecho ya queda incrustado de por vida dentro de tu ADN. Vallecas como barrio y el Rayo Vallecano como club son una gran expresión de este sentimiento hacia su equipo.
El Rayo, el Rayito, que es como nos gusta dirigirnos hacia él por el sentimiento de cariño que le tenemos, así como el Rayismo en general, tienen muchas virtudes pero voy a intentar usar una palabra como referencia para intentar expresar, un pedazo de mi sentimiento Rayista, esa es la palabra REBELDÍA. Esa REBELDÍA para convivir en una ciudad con dos gigantes futbolísticos y sin embargo pasear por ella con tu camiseta del Rayo sintiéndote tremendamente orgulloso, esa REBELDÍA para luchar contra todo y contra todos dentro y fuera del campo, independientemente de cuáles sean las dificultades, esa REBELDÍA permanente para resistir y no rendirse logrando en algunas ocasiones haber resurgido de las propias cenizas. Esa REBELDÍA para hacer que tu gente, aún sabiéndose humilde, se sienta orgullosa llegando de forma permanente a sus corazones, todo esto y mucho más que llevo dentro de mi corazón hace que te quiera Rayito.
Vallecas, el sentimiento de su gente y el Rayito son inimitables e inigualables. Gracias por haberme permitido vivir un rato de vuestra historia.
Julián Calero
Segundo Entrenador del FC Porto