Talento y calidad, características del futbolista canario. El buen clima y la cultura favorecen la práctica del fútbol durante todo el año.
El partido del sábado pasado entre la UD. Las Palmas y el FC. Barcelona bien vale una reflexión. Se enfrentaban el todopoderoso FC. Barcelona, campeón de casi todo, contra un recién ascendido (la UD. Las Palmas), clubes con unas diferencias de presupuesto abismales. Uno con fichajes multimillonarios y el otro, como la gran mayoría de clubes en Primera División, formado por jugadores cedidos, libres y canteranos. Más aún en el caso de la U.D., que basa su proyecto futbolístico en la cantera – seis jugadores nacidos en la isla en el once inicial, y quince en la plantilla-.
La Unión Deportiva, es un histórico de nuestro fútbol que vuelve a la élite muchos años después, con la misma filosofía de siempre, dando la oportunidad a jugadores de la tierra. Porque en las Canarias hay calidad y mucha. Con esta filosofía la Unión logró semifinales de Copa del Rey en las temporadas 73/74, ser subcampeón en el 78, jugando competición europea (UEFA), con jugadores de gran nivel futbolístico -incluso internacionales con España, como los Tonono, Guedes, Castellano, Germán, Martín Marrero, Felipe y Gerardo-. Todos ellos hicieron de El Insular un auténtico fortín, en las que dieron tardes de gloria y fútbol de quilates.
Semifinalistas de nuevo fueron en Copa en la temporada 96/97, equipo que por aquel entonces militaba en Segunda División, en el que destacaba un jugador argentino, el «Turu» Flores.
El denominador común a todas estas temporadas de «gloria» es conseguirlo todo con jugadores de la tierra, porque Canarias es una cantera inagotable de talento. A los citados anteriormente podemos sumar los de hoy: unos han hecho historia en el fútbol mundial. Hablamos de los vecinos de Arguineguín, el «mago» David Silva (campeón del mundo y Europa con España) o el mítico Juan Carlos Valerón, que a sus 40 años sigue dando clases de fútbol por esos campos de primera división, ve el fútbol como nadie y todo ello con una elegancia exquisita.
Otros, más modestos pero con un nivel técnico característico de esta geografía española, siguen dando lustre a la UD. Las Palmas, poniéndola en el escaparate mundial, compitiendo en la Primera División española. Me refiero a los Momo (una zurda como un guante), Tana, Jonathan Viera y Roque Mesa, centrocampistas de corte ofensivo, con muy buen manejo del balón, todos ellos canteranos. Tampoco podemos olvidar a aquellos que triunfan en otros equipos y que también salieron de esa inagotable escuela de talento: Rubén Castro, un tipo especial, pero de una categoría como jugador y goleador fuera de toda duda (es el mayor «artillero» del Real Betis en toda su historia).
Pero, ¿qué hace que de estas tierras salgan futbolistas similares en sus características? Puede ser el clima, que favorece que los niños jueguen durante todo el año en las calles, o quizá el sol, que en países como Brasil hacen de sus futbolistas pura alegría y fantasía en su juego. También puede ser la cultura y tradición o características físicas del canario, propicias para la práctica del fútbol, alardeando de habilidad y buen manejo del esférico.
Por el bien del fútbol, por la salud de éste, el deporte rey, es necesario que equipos que proponen esa idea futbolística y una apuesta clara por la cantera y el buen fútbol, permanezcan en la élite del fútbol español por mucho tiempo, para poder deleitarnos con jugadores de este nivel futbolístico.
Chema Broncano