¿Entrenador o formador?

15/04/2021
¿Entrenador o formador?

The Ghost Coach abre el debate entre la conveniencia o no de un modelo de entrenador u otro en fútbol base.

Me resultó curiosa la conversación que tuve con el padre de un jugador hace escasas semanas, en la que el progenitor de un alumno de la escuela me comentaba de manera un tanto despectiva que “la persona al cargo del equipo de su hijo es un gran formador, pero un pésimo entrenador”.

La verdad es que la frase me dejó “tocado” y me puse a darle vueltas, a leer sobre ello y llegué a la conclusión de que la verdadera distinción no sería decidir si la persona que dirige un equipo es un buen o mal entrenador; o un buen o mal formador, creo que el líder que guía un equipo es siempre entrenador, pero para mí la distinción correcta seria elegir entre entrenador formador o entrenador resultadista.

Leyendo sobre ello, llegué a un artículo de “afopro” en el que hacia las siguientes diferencias:

Los entrenadores que creen que para ganar hay que respetar el proceso, representando una serie de comportamientos/valores que sus equipos deben tener para alcanzar el objetivo sería el “entrenador formador” 

Aquellos para quien lo importante es únicamente ganar, de la manera que sea, sin la existencia de valores/ética durante el proceso sería el “entrenador resultadista” 

Bajo mi punto de vista, el entrenador correcto es aquel al que le gusta ganar, pero no por ello tiene que estar de acuerdo con “el todo vale” del entrenador resultadista. Tanto en formación como en futbol aficionado, el entrenador debe trasladar al equipo que el objetivo es ganar, pero siempre deberá decirles y recordarles a sus pupilos que la derrota también forma parte de este maravilloso deporte; y que el proceso, los valores y el comportamiento será el mismo tanto en la victoria como en la derrota.

Para mí, desde luego, ser un entrenador formador no tiene porqué estar relacionado con ser un entrenador que quiera perder o pierda sus partidos, ¡Nadie quiere perder sus partidos! El entrenador formador puede ser tan competitivo o más que el resultadista, lo que pasa es que las prioridades de uno y otro son diferentes.

¿Qué prevalece en los pensamientos de un padre o un jugador en edad de aprendizaje? ¿Ganar o formar? Se pueden encontrar clubes y escuelas que satisfagan los requerimientos de cualquiera de las dos opciones.

He entrenado jugadores que en un momento de su adolescencia dejaron el club porque querían irse a un “proyecto de ascenso” dando un paso adelante en lo deportivo y, efectivamente, esos equipos compiten y solo les importa el “ganar”, si llegas a uno de esos equipos, encontrarás un entrenador resultadista y un grupo de 20-25 compañeros, que, ojo, en estos equipos son más “competencia” que compañeros. Si bajo la opinión del míster no eres uno de los mejores 11 jugadores del grupo, entrenarás mucho y jugarás poco, pero sabías dónde ibas y no tendrás opción al reproche, eso sí, posiblemente tu equipo esté entre los primeros clasificados y tu equipo gane muchos partidos.

En cambio, un entrenador formador suele “repartir” más minutos siendo justo y creando una relación entre esfuerzo = sacrificio. Esto es, por ejemplo, que la asistencia a los entrenos sea una pieza de gran valor a la hora de hacer el once. Ese valor de esfuerzo-sacrificio suele ser más utilizado en el entrenador formador. Por el contrario, la prioridad de “resultadista” es ganar y puede llegar a “meter en el 11” a un jugador que no haya entrenado alguno de los que más entre semana.

Mi objetivo no es convencer de qué tipo de entrenador es mejor sino hacer reflexionar a los que estáis leyendo sobre qué preferís: formación o resultados. Y sí, para el que escribe la mejor respuesta sería formar ganando.

The Ghost Coach