Como si fuesen las doce

Como si fuesen las doce

A partir de las 14:00, arrancará en El Sadar el duelo de la jornada 4 que enfrenta a CA Osasuna (9º) y Rayo Vallecano (13º).

Domingo por la mañana ―o casi―. Recuerdo con tanto cariño aquellas noches de insomnio que siempre tengo la sensación de que el fútbol por la mañana es cosa del pasado. El miedo a no despertarme a tiempo hacía del sueño un acto terminantemente prohibido.

Los años pasan en todos los sentidos, y aunque la pasión permanezca inmutable, el prisma desde la que se vive minimiza esa ilusión desenfrenada, aunque no termine de esfumarse. Quizás sea por evitar que se marche del todo por lo que idealizo aquel Rayo de Míchel y Diamé, o por lo que vivo los partidos de las dos como si fuesen las doce.

Osasuna afronta su tercer partido de liga en El Sadar, tras haber vencido en los dos anteriores. Sevilla en primer lugar, y Cádiz después, fueron testigos de cómo los rojillos arrancaban la temporada en lo más alto, con seis puntos de seis posibles. En su último encuentro, eso sí, el Real Betis puso fin al pleno navarro.

Como viene siendo costumbre desde que Arrasate tomó el mando, la escuadra pamplonesa es todo un fortín defensivo. Con David García como principal valuarte, la rojilla continúa siendo en esta campaña 22/23 una de las más fiables defensas del campeonato, y es que únicamente han encajado dos goles en este inicio de competición.

El Rayo, que tradicionalmente se caracterizaba por lo contrario, también ha demostrado ser un equipo sólido atrás. De hecho, sólo Barça, Villarreal y Athletic han encajado menos en estos tres primeros encuentros. Sin embargo, continúa teniendo una asignatura pendiente con el gol, algo que sin duda acusó en su última derrota con el RCD Mallorca.

Con todo, dos de los equipos mejor trabajados de LaLiga se verán las caras en un encuentro del que se desprende olor a césped recién cortado y café para empezar la previa. Un duelo que nos transporta a los bocatas de salchichón y las botas de vino. Una oda a los puestos de bufandas y las manos como viseras. Un recuerdo de niñez… Todo un Osasuna – Rayo.