A partir de las 19.00 horas se dan cita en Vallecas, Rayo Vallecano y Villarreal CF buscando el pase a cuartos en Copa.
Los hay que encuentran el foco de diferenciación entre el ser humano y el resto de animales en su capacidad de razonamiento y, más concretamente, en la capacidad de codificación y descodificación de diversos mensajes a través de un proceso lingüístico, infinito – esto último genera dudas – y variable. Esta afirmación sostendría que el ser humano no sólo es capaz de interpretar, por ejemplo, cuándo tiene sueño, sino también de transmitir esa información de diversas formas posibles a través de un proceso racional y descifrable por otros individuos: el lenguaje.
El desarrollo de la comunicación humana en todas sus variantes ha permitido asociar, a lo largo de la historia, la expresión lingüística a un significante y a este, a su vez, a su respectivo significado. Así, cualquier ser humano que haya desarrollado la capacidad de hablar una lengua – una cualidad que algunos presuponen innata – es capaz de relacionar la palabra silla – o chair – con el objeto al que se asocia y, al mismo tiempo, con su función práctica. Este don que el paso del tiempo infravalora progresivamente permitió a Sigmund Freud, entre otros, profundizar en el corazón de los sueños y dar, con ello, voz al subconsciente.
Los sueños, según la teoría, son producto del cerebro, creaciones a partir de las cuales la conexión neuronal trata de mantener nuestro cuerpo en estado de relajación, en reposo, dormido. Así, nuestra mente incorpora a ellos estímulos de la realidad, como el sonido del timbre o el teléfono, al igual que nos sumerge en situaciones oníricas que perturban nuestro día a día. Sin embargo, existe otra rama en la que los sueños no son reflejos de la realidad del individuo, sino una acumulación de elementos que simbolizan las preocupaciones o recuerdos de su subconsciente.
Vallecas sueña en blanco y negro, con las mismas inquietudes y ambiciones de la clase obrera de antaño. Sueña con salir del pozo incluso antes de caer en él, porque se siente vulnerable ante un mundo caníbal que se devora a sí mismo con tal de saciar su hambre. Sueña con la salud de su familia y vecinos, con ver sus esfuerzos recompensados, con quemar la soga de una rutina asfixiante y, en suma, con ser feliz. En este mundo donde el determinismo posee las riendas de nuestras vidas, sueña con la luz de los pequeños placeres.
Yo mismo sueño, sí, que llego tarde al último examen, o que lo suspendo, o que se quema el tren que me lleva hasta él, o que pierdo a un familiar; y también sueño con esa muchacha que me miró en el metro, con escribir novelas en un abulense beatus ille, o con tener lo suficiente como para poder vivir y lo suficientemente poco como para poder hacerlo libre. A veces me despierto feliz sin saber el motivo, olvidando al instante lo que mi subconsciente me ha hecho imaginar. Quizás, en mis sueños, el Rayo haya ganado algo…
Me dispongo ya a soñar, alimentando mi mente con aquella melodía que me recuerda cuando «yo soñaba que jugabas en primera, hasta que, un día cualquiera, ese sueño se cumplió». Quizás, fuera del sueño, pueda resolverse el subconsciente.
Horario del partido: Miércoles 29 a las 19:00.
Bajas y ausencias del Rayo: Dimitrievski, Alberto, Catena, Velázquez, Luna, Pozo, Santi, Bebé y Piovaccari.
Bajas y ausencias del Villarreal: Sergio Asenjo, Pau Torres, Santiago Cáseres, Alberto Moreno, Bruno Soriano, Santi Cazorla y Gerard Moreno.