El nuevo reparto de dinero televisivo no solo debe repercutir en clubes y jugadores, sino también en el aficionado al fútbol que cada domingo va al Estadio.
Cuando parecía que la paz había llegado al mundo del fútbol profesional con el Real Decreto Ley 5/2015, de 30 de abril, de medidas urgentes en relación con la comercialización de los derechos de explotación de contenido económico de las competiciones de fútbol profesional, vuelve a estallar la guerra, esta vez con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Parece ser, que la ansiada llegada del sistema de venta centralizada de los derechos de televisión, la realización de un reparto más equitativo (pasando de un ratio actual de 7 a 1 entre el club que más ingresa y el que menos, a un ratio más “europeo” de 3,5 a 1) y la posible duplicación de la actual recaudación por ingresos televisivos, no ha sido suficiente.
Todos quieren más, la AFE con apoyo de la RFEF amenazan con una huelga para la penúltima jornada de liga, ya que ambas se han quedado muy lejos de sus expectativas iniciales.
Lo que es evidente, es que la presumible tarta de unos 1.500 millones de euros, llegará a más colectivos que nunca, incluyendo a asociaciones de futbolistas, árbitros, entrenadores y preparadores físicos, e incluso a casi 4.000 deportistas de alto nivel de distintos deportes, ajenos al fútbol.
¿Y quién se acuerda de mejorar las condiciones del mayor colectivo del deporte rey? ¿Quien se acuerda de los más de 13 millones de aficionados que presencian en directo encuentros de la Primera y Segunda División año tras año en España?
Mr. Richard Scudamore, jefe ejecutivo de la Premier League ha declarado que “reducir el precio de las entradas y mantener los campos llenos es la prioridad de la Premier y de nuestros clubes”.
Si el Presidente de la LFP, Javier Tebas, tomó como ejemplo el camino de la Premier League al firmar un nuevo acuerdo con los operadores ingleses por un montante de 2.386 millones de euros anuales, a partir de la temporada 2016/2017, y sobre esta premisa, movilizó todos los estamentos del fútbol nacional hasta conseguir su objetivo, cuyo primer paso ha sido el Real Decreto 5/2015 , ¿por qué no sigue empleando el modelo británico para mejorar las condiciones a los aficionados?
El ambiente y la pasión con la que se vive el fútbol en las Islas es envidiable, sus estadios tienen una asistencia del 95% frente al 71% de la Liga, y casi 10.000 espectadores más por partido que en España. Esta gran expectación, que crean en todos y cada uno de sus partidos, ayuda a la exportación del Modelo Premier a nuevos mercados y países.
Tras la firma del acuerdo televisivo, las reacciones en el fútbol inglés a favor del aficionado y de la cultura de grada, no se han hecho esperar, el Club londinense West Ham ya ha anunciado que bajará el precio de las entradas y de los abonos de forma significativa para la próxima temporada, jugadores como el internacional escocés Steven Naismith del Everton, o el ex jugador del Manchester United, Gary Neville, han pedido públicamente la reducción del precio de las entradas y organizaciones de aficionados como la internacionalmente conocida The Football Supporters Federation (FSF) con más de 500.000 afiliados, está desarrollando un gran trabajo de concienciación en la misma línea, con sus campañas “Share TV wealth” o “Affordable Football for all”.
Todos estos movimientos han llegado a la cúpula del futbol británico, así el homólogo de Javier Tebas, Mr. Richard Scudamore, jefe ejecutivo de la Premier League ha declarado que “reducir el precio de las entradas y mantener los campos llenos es la prioridad de la Premier y de nuestros clubes”.
Si el Presidente de la LFP, Javier Tebas, tomó como ejemplo el camino de la Premier League, ¿por qué no sigue empleando el modelo británico para mejorar las condiciones a los aficionados?
Sr. Tebas, tome nota, baje el precio de las entradas, llene los campos y siga de nuevo el modelo que desde las Islas le están marcando. Es la hora del aficionado al futbol, es el momento para que esa enorme cantidad de dinero que se mueve en este deporte, también repercuta en beneficio nuestro y se mejoren las condiciones y ratios de asistencia en todos los campos de futbol de España.
Si queremos ser la mejor liga del mundo, empecemos por ser la mejor liga del mundo para los aficionados.
David Rodríguez
