PACO JÉMEZ Y ONCE MÁS

El Rayo Vallecano igualó en el primer partido de liga la diferencia multimillonaria en su contra con respecto a uno de los equipos más potentes, económica y deportivamente, de la Primera División. Un empate a cero con el Valencia, injusto en lo que a goles se refiere porque por el bien del espectador el reparto de puntos debía haber estado acompañado de tantos.

Sinceramente, no le presté mucha atención al primer once del Rayo Vallecano, desde hace años nunca se lo prestó. Una vez desplegado en la hoja de las alineaciones lo único que analizo es si los jugadores que sé que sienten la franja también se lo han ganado en los entrenamientos.  Si es así me reconforta porque la mayoría son amigos. Luego miro las gradas y si las veo con más de siete mil mi titular esta hecho: Paco Jémez y siete mil once más.

Las temporadas pasan y, salvo unos cuantos jugadores, devoran peloteros. Los menos permanecerán en el alma del Nuevo Estadio, los más en el recuerdo de los rayistas.

Cuarta temporada con un único denominador común, el entrenador, Paco Jémez. Ese tipo que mirándote a los ojos te puede hacer creer que en su sistema los burros vuelan. Ese entrador que te acojona, te hace jurar en arameo, te hace repudiar el fútbol moderno, te hace rezar obligándote a ver a jugadores casados con un balón al que durante toda su vida solo le han dado patadas.

Cuarta temporada en la que tendrá que instalar su sistema en la mente y en el fútbol de jugadores que seguirán pensando que su entrenador toma algún tipo de pastillas.  Un imposible hecho realidad en uno de los equipos con un presupuesto más bajo del fútbol europeo.

Hemos empezado como acabamos, viendo que Paco no se casa con nadie, que no apunta matrículas, la presencia de Lass en la pretemporada y en el partido lo corrobora. Una lástima que el africano siga haciendo todo bien hasta que llega el momento de hacerlo bien. El sábado tampoco supo elegir y él mismo se privó de una gloria que mereció hasta los metros finales.  El Valencia se pudo ver batido en tres jugadas con el canterano como protagonista en un final de tú a tú. Quién se acordó de lo que cobra Toño y lo que ha costado Matt Ryan cuando el portero rayista sacó su bíceps a pasear.

Lo escribo después del primer partido de la temporada, riesgo mayúsculo porque quedaré anclado a mis palabras durante muchos meses.  Algo que realmente me da igual porque pase lo que pase el 30 de junio seguiré pensando que esta historia, no sólo la de estar cinco temporadas consecutivas en Primera División, sino la de estar siendo protagonista se debe, sobre el césped, a Paco Jémez y once más.

Lo tengo claro en Vallecas, los burros vuelan.

Jose Luis Poblador