Rayo B 3-1 CF Pozuelo. Con la flecha hacia arriba

08/01/2023
Rayo B 3-1 CF Pozuelo. Con la flecha hacia arriba

El Rayo Vallecano B ha logrado una importante victoria para cerrar con tres puntos más la primera vuelta

El Rayo Vallecano B ha comenzado el año 2023 sumando un triunfo en casa por 3-1 ante el CF Pozuelo, uno de los gallitos del grupo séptimo de Tercera RFEF.

Dicen que los bebés suelen venir con un pan debajo del brazo y en el caso del Rayo Vallecano B podríamos decir que ha venido con tres puntos. Y es que esta semana la tripulación del particular barquito de Iván Amaya (como ellos mismos lo definen) se ampliaba con la llegada al mundo de Micaela, hija de Ilies y su pareja, Ingrid (aprovechamos para felicitar a los papás y darles la bienvenida al mundo del desvelo nocturno). El feliz papá no ha tenido la fortuna de poderle dedicar un gol a Mica, pero el equipo le ha brindado un triunfo muy merecido en la mañana de hoy.

En el campo 4 de la Ciudad Deportiva la mañana pintaba feo en lo climatológico, con una temperatura invernal y un cielo encapotado que amenazaba con deslucir el duelo que se iba a vivir. Además de en lo climatológico, en lo futbolístico la mañana comenzaba torcida, puesto que prácticamente en el primer ataque del Pozuelo, Lorite inauguraba el marcador con un gran gol de vaselina, sin poder hacer nada Pantoja para evitarlo. El gol dejó helado al equipo y a los valientes fieles rayistas que en la City asistían al partido. De nuevo, el filial encajaba un gol tempranero, tal y como sucedió en la última jornada ante el Getafe B. Se repetía el guion y se confiaba en que el final fuese el mismo de aquel partido (y vaya si lo fue). Apenas cinco minutos después iba a marcar de nuevo el Pozuelo, pero el gol no subiría al marcador al estar Bruno en claro fuera de juego cuando empujó a la red un balón peinado por un compañero en el área rayista.

Con el gol a favor, el Pozuelo demostró estar cómodo en el campo. Cerrando con cinco atrás y muy bien plantado, hacía muy complicado que el filial encontrara espacios para hacerles daño en ataque. Intentos de balones en largo por parte de la retaguardia rayista, especialmente de Bolo, no conseguían llegar a Diego en punta o a Manzano y Losada en bandas. En el centro del campo destacaba Diego Méndez que parecía tener más claridad de ideas en la creación del juego, con Pablo Muñoz desaparecido en estos primeros minutos y Expósito empleándose en tareas defensivas más que en el aspecto atacante. Iba a ser el capitán franjirrojo el que abría a banda izquierda para la subida de Sergio Arribas que iba a dar una asistencia precisa y preciosa al corazón del área, para que Diego Lorenzo de primeras consiguiera poner el balón muy lejos del alcance del ex rayista Willy Gascón. El filial empataba el partido en la mejor jugada combinativa de la primera parte y, posiblemente, del partido, jugando rápido y prácticamente a un solo toque. Además, el césped en el día de hoy invitaba a darle velocidad al juego, ya que con la fina lluvia que por momentos caía en Vallecas, el campo estaba rápido y el balón circulaba mejor que nunca (qué pena que ese campo no tenga riego).

Tras el gol del Rayo, solo hubo un equipo en el campo y ese fue el filial de Amaya, que iba a ver como jugadores como Pablo Muñoz o Losada comenzaban a aparecer, apoyando a Diego Méndez en la organización del juego, muy bien respaldados por un Expósito que fue haciéndose grande en el partido y dominó la medular, robando y asociándose rápido con sus compañeros, haciendo el fútbol fácil, tal y como le pedían desde el banquillo local. Al borde del descanso, el Pozuelo se quedaría con 10 jugadores tras una dura entrada de Héctor Gutiérrez sobre Kevin cuando el juego ya se había detenido. Error del atacante visitante que haría a su equipo jugar con uno menos toda la segunda mitad.

La segunda mitad no pudo comenzar mejor para los nuestros, puesto que no se había cumplido el primer minuto de la reanudación cuando Diego Méndez metía un balón a la espalda de la defensa para dejar solo a Diego Lorenzo, que driblaba a Willy en su intento de frenar infructuosamente al delantero rayista, que de zurda hacía el segundo gol en su cuenta particular y el tanto que ponía en ventaja al Rayo B. Con el marcador a favor y con un jugador más, todo se ponía de cara para el Rayo Vallecano B a priori.

En el minuto 61 de partido pudo llegar ese gol de la tranquilidad que hiciera que el filial respirase medianamente aliviado la última media hora. En un mano a mano de Diego Méndez con el guardameta del Pozuelo (jugada muy similar al segundo gol) , este iba a arrollar al capitán rayista, y cuando todos pensábamos que señalaría el punto de penalti, el colegiado señalaba infracción de Diego y le mostraba cartulina amarilla ante la incredulidad de los jugadores de ambos equipos e incluso del asistente más próximo, que explicaba a los jugadores rayistas que a él le pillaba lejos la jugada y no sabía qué había visto el propio árbitro.

En la segunda parte se cambiaron las tornas y ahora era el Rayo B el equipo que se mostraba muy bien plantado atrás, sin conceder espacios a un Pozuelo que no llegó a inquietar el marco de Pantoja, que solventaba con suficiencia cualquier atisbo de peligro que pudiese llegar al área rayista. El Rayo contó con varias contras en transiciones rápidas que incluso contó con superioridad de efectivos, sin lograr materializarlas en ese tercer gol. Lo intentaban Expósito y Héctor pero sus lanzamientos se iban por encima del larguero por poco. Tuvo que ser Marco, tras esperar durante varios minutos su entrada al partido, el que aprovechaba un buen servicio al costado derecho del área, para recortar hacia dentro y disparar de zurda a portería, rechazando el balón en la pierna de un defensa, lo que despistó a Willy Gascón y se convirtió en el tercer tanto de un filial que, ya sí, veía como lograba su segundo triunfo consecutivo en liga. 

El equipo coge aire en la clasificación, finalizando la primera vuelta con 18 puntos, de los cuales 13 han sido en las seis últimas jornadas y en las últimas cuatro lleva 10 de 12 posibles. Esto hace albergar esperanzas sobre un filial que parece ir de menos a más en la clasificación y en el juego y esperamos una segunda vuelta en la que pueda pelear por estar en la mitad alta de la tabla y dejemos definitivamente atrás lo de mirar hacia abajo. El próximo domingo nos visita el Canillas y es una oportunidad de oro para encadenar una tercera victoria consecutiva y que suponga ese ansiado punto de inflexión para los nuestros. 

Texto: Alberto Leva

Imagen destacada: Carlos Villar (@photograph_figu)