En un encuentro en el que se podía dar cualquier cosa, el Rayo B se pegó un tiro en el pie al no saber mantener la ventaja obtenida al llegar el tramo final ante un Galapagar que tuvo la fortuna como premio a su resiliencia.
Diríamos que fue una mañana primaveral de no ser porque a la feliz idea de pasar el partido a las 13:00 se unió una inusual subida de temperatura que hizo por momentos difícil aguantar el tipo para el aficionado de la City. Buen clima en general para acompañar un partido vital para el Filial de la Franja, que buscaba una victoria para alejarse casi definitivamente de la zona baja de la tabla. Optó Iván Amaya por una formación más ofensiva que de costumbre, un 4-4-2 con Miguel asumiendo rol de central por el sancionado Jaime y Diego Lorenzo e Ilies como doble punta de ataque.
El inicio fue complicado para el cuadro vallecano, teniendo que sacar dos disparos a puerta y asumiendo una sustitución forzosa antes de los 5 minutos iniciales. El isquio de Manzano le obligó a abandonar su sitio en su retorno al once de manera extremadamente prematura, teniendo que entrar Losada en su lugar.
Pese a esto, los rayistas se fueron poco a poco arriba y se instalaron en las inmediaciones del área galapaguera, disponiendo Ilies, Diego Lorenzo e incluso Miguel de buenas oportunidades de gol, pero no lograron finalizarlas como les gustaría. Esto y la valentía de un Galapagar que no se arrugó ante estas acometidas y buscó también hacer las cosquillas a su rival, pero encontrándose con la zaga local bien puesta. Con ocasiones, intensidad y ganas se llegó al descanso. Solo faltaba que llegase el gol a un partido bastante entretenido.
En el segundo tiempo pasó factura la intensidad de ambos equipos en el primero, pues la velocidad y las ocasiones se fueron disminuyendo. Se mantenía una bonita batalla entre dos equipos igualados, pero la fatiga obligaba a mover fichas y ver que se podía hacer para sacar los puntos. El Rayo B lo intentaba lloviendo centros al área, principalmente por la izquierda, por parte de un Vere que al asumir rol de lateral carrilero le añadió el llevar el peso del ataque del equipo.
Se rondaba el cuarto de hora final, ingresaba Rubén De Tomás por Ilies, y casi al instante se desató la tormenta. La inició el Rayo B, al recoger Diego Méndez un saque de banda en el pico del área, levantar la cabeza y poner la pelota en la escuadra del segundo palo. Espectacular tanto del capitán y goleador del Filial de la Franja en el minuto 76, que en circunstancias normales abriría el camino de la victoria.
La alegría dura poco en la casa del pobre, y aun así le duró más que al Rayo B. Literalmente en el saque de centro a Kosty, el 9 del Galapagar, se le ocurrió lanzar directamente a gol y aprovechar el descuido de un por lo demás sólido Pantoja, que cuando se dio cuenta de que estaba fuera de sitio, el balón ya había volado a la red. Un tiro en el pie en toda regla para los locales y una vuelta a la vida inmediata de los de negro y amarillo, que aprovecharon el shock para ir por más. 5 minutos después, Kosty aprovechó el rechace de Pantoja a un fuerte disparo en la frontal, eso y que los defensas se quedaron pidiendo fuera de juego, para firmar a placer su doblete y cambiar por completo la historia. Caída de concentración que llevó al Filial de la Franja a perder un partido que estaba para ganarlo.
Lo que quedaba fue ir a la desesperada, con la entrada de Aitor y Viega por Vere y Marco, a intentar rescatar un punto. Acometidas con más corazón que cabeza pasados los 90 y en los 4 que se dieron de añadido. Cuando éstos estaban a punto de cumplirse, un balón largo que quiso bajar en el área rival Bolo, ya convertido en un delantero más en modo Alexanco, se encontró con Gonzalo, el portero visitante, que intentó despejar de puños pero impactando en el central rayista. Como la jornada pasada, un penalti acudía al rescate de los de Amaya, quien, al contrario que en Las Rozas, esta vez sí logró imponer su criterio en quien lo lanzaría. El encargado fue Pablo Muñoz. Gonzalo se redimió de su error atajando la pena máxima, lanzada rasa y a su izquierda por el 6 vallecano, que se lamentaba por no darle la fuerza necesaria y por la oportunidad perdida.
No hubo casi tiempo para más. Festejaba en el campo 4 de la City un Galapagar que se vio dos veces muerto y que sacó 3 puntos de oro ante un Rayo B que regaló el partido como el pistolero que se pega un tiro en el pie. Se quedan los de Amaya con 29 puntos en 9ª posición, superando en 6 al descenso directo y en solo 1 al posible descenso por arrastres de Segunda Federación. Ahora llegan 2 partidos seguidos lejos de Vallecas. El primero, el próximo sábado en Valdebebas, ante el segundo clasificado, RSC Internacional.
Texto: Jorge Morales García
Imagen destacada: @photograph_figu
