Victoria de corazón

Decía Sócrates Brasileiro Sampaio que «no hay deporte más comunista que el fútbol, pues permite ganar al peor». En su debut liguero, el Rayo B fue superado por un excelente ED Moratalaz en casi todos los aspectos del juego, pero los de Ángel Dongil tiraron de corazón y resistencia y lograron remontar y dejar los 3 primeros puntos en casa.

Un sol que imprimía un calor increíble para mediados de octubre iluminaba la mañana vallecana, la del retorno del fubtol de Tercera a la «City». Lo hacía sin público, si no contamos la decena que buscaba los huecos entre los setos y tras las vallas, y con los medios pudiendo enviar a una sola persona para cubrir el evento, teniendo que quedarse estos en una zona delimitada de la grada del campo 4 y guardando entre sí la debida distancia de seguridad. Así arrancaba el fútbol modesto en la época post-confinamiento total. Así volvía a rodar el balón más de 8 meses después.

En el campo, dos equipos de dos barrios vecinos. Los de casa, el Rayo B de Ángel Dongil, que presentaba varias caras nuevas en la alineación a la vez que estrenaba la tan ansiada nueva equipación del nuevo espónsor técnico, y sí, también con el nuevo patrocinador que todos sabemos. Los de fuera, la ED Moratalaz de Jorge Vallejo, que hizo sufrir a los franjirrojos en su partido de la temporada pasada y venían con intención de hacer revivir esas sensaciones.

A las 11:00 arrancó el primer partido del curso en la Tercera Madrileña. Ya en los minutos iniciales, lejos del clásico tanteo, quiso el Moratalaz imponer un ritmo fuerte al partido. Si el Filial de la Franja se ha caracterizado siempre por ir a buscar el balón y moverlo a través de toques rápidos, los negriverdes buscaron ganarle a su propio juego. Apenas 9 minutos duró la paz, pues en el primer acercamiento visitante llegaron al área a base de tiki-taka. Así le llegó el cuero a Mora en el pico del área chica. El capitán morataleño no perdonó y batió por bajo a Roberto, portero debutante en el cuadro vallecano. Se abría pronto la lata, y lo hacían los de fuera de casa.

En la acción inmediatamente posterior llegó la réplica rayista. Logró recibir Boigues en las inmediaciones del área, donde le marcaba Sergio. El defensor negriverde intentó evitar el avance del extremo canterano agarrándole la camiseta fuera del área y luego derribándole dentro de la misma. El árbitro sancionó la segunda acción y, no sin protestas de la parte defensora, decretó penalti para el Rayo B. Acomodó el balón Álex Cano en el punto fatídico para transformar la pena máxima fuerte y con altura, engañando totalmente al meta Elías, que se lanzó a su derecha y no pudo sino ver como el cuero besaba la red por el otro lado. Empataba casi de inmediato el Filial de la Franja, firmando Cano el tanto de pena máxima, abriendo su cuenta particular y la del cuadro rayista en la temporada. Se reiniciaba el partido a los 13 minutos de juego.

Luego del empate, parecía que el Rayo B se crecía, pero fue un espejismo. El Moratalaz logró retomar la batuta del encuentro y no tardó demasiado en volver a adelantarse en el marcador. Una intervención de Gimeno para desviar el disparo de Mora en la misma posición del primer tanto acabó en un córner que la defensa no logró sacar, quedando la pelota muerta en el área pequeña y a placer para que Caloto la rematara solo en el segundo palo. En el minuto 17 se iba arriba de nuevo el cuadro morataleño, gol que les permitía soñar con una victoria que desde luego merecieron por momentos.

El tanto de la ventaja negriverde fue como una losa para los franjirrojos. Durante muchos minutos era el Moratalaz el equipo que jugaba por abajo, que movía el cuero, presionaba arriba y robaba rápido. El Rayo B era la antítesis de su rival, estaba nervioso, fallón y la pelota no le duraba nada. No fue hasta el tramo final del primer tiempo que el cuadro de Ángel Dongil empezaba a parecerse al equipo que quiere ser, teniendo un par de oportunidades claras Marc Echarri y un disparo al larguero de Cano tras una fantástica jugada individual. Esas fueron las mejores ocasiones locales, entre medias de buenas oportunidades visitantes, como un libre directo de Luismi que obligó a Roberto a rechazarla de palomita y un disparo cruzado de Perico que se paseó frente al marco local. Se llegó al descanso con el 1-2. Victoria momentánea y merecida del Moratalaz ante un Rayo B que necesitaba resetear el partido para llevarlo a un cauce favorable.

Para tratar de revertir la situación, Dongil dio entrada en el descanso a Aguirre por Luis Aguado, retrasando a Boigues y dejando a 3 defensores puros. El cambio tendría efectos retardados, pero a la postre demoledores. Posteriormente ingresaría Quivira por Gimeno en el minuto 56 y Kevin por Manu Navarro en el 71. El objetivo de las permutas era buscar el balón y el juego atrevido que tan bien sabe hacer el Filial de la Franja. El problema es que por momentos estuvo maniatado por su rival. El Moratalaz de Jorge Vallejo seguía con su planteamiento valiente, y durante gran parte del segundo tiempo fue dueño y señor absoluto del partido. Tenían la posesión, las ocasiones, el físico y el dominio psicológico del encuentro. Parecía que se llevarían la victoria de calle, y solo les faltaba algún gol para certificarlo.

Y ese gol no llegó. Y no será por ocasiones, que las tuvieron a capazos. Fue en una gran medida por culpa de Roberto González Moreno que no abrieron más brecha en el marcador. El joven guardameta llegado este verano a Vallecas procedente del Atlético de Pinto no parecía nervioso por su debut bajo los palos en la «City». Todo lo contrario, se vino arriba, y con varias intervenciones de mérito, mantuvo al Filial de la Franja vivo en el partido. Una vaselina de Luismi que saca con la manopla, un mano a mano con Mora que rechaza con el pie y otro uno para uno con Luismi que logró despejar se encuentran como las intervenciones clave del arquero del Rayo B.

Fue precisamente en la contra de la última acción, en el minuto 78, cuando el partido se revolucionó. Las piernas empezaban a pesar para un Moratalaz que había apretado sin ahogar, no así para un Aguirre que estaba aun fresco y, en el primer balón limpio que le llegaba, encontró un pasillo por el costado derecho que le permitió esprintar y ganar la línea de fondo a una defensa que no podía seguirle el paso. Ahí metió el pase de la muerte, raso al corazón del área, donde llegaba Marc Echarri para hacer lo que mejor se le da, rematar a gol. La mandó a guardar Marc, ante la euforia de la expedición local y la mezcla en la visitante de incredulidad e impotencia, girándose sus miradas hacia el linier por si señalaba un fuera de juego que no había. Se cumplió la regla no escrita del fútbol de que el que perdona lo paga, y de lo que parecía el 1-3 del Moratalaz se pasó al 2-2 del Rayo B, el empate local entrando en el tramo final.

Y en apenas 2 minutos, se volcó el partido por completo. Tan pronto como el Filial de la Franja recuperó el balón tras el saque central de su rival, volvió a buscar con Aguirre la autopista de la banda derecha. Bien podría hacer un copia-pega del párrafo anterior, pues la jugada fue prácticamente calcada: sprint de Aguirre con el cuero hasta la línea de fondo, centro raso al punto de penalti y llegada de Marc para el remate franco y el gol que hacía estallar el jolgorio franjirrojo en la «City». También se repitieron las miradas de los visitantes al linier, esta vez acompañadas de furibundas protestas por no señalar el offside que necesitaban. Gritos de rabia de un lado en contraste con los de alegría del otro. En dos minutos, la sociedad Aguirre-Marc facturó por dos veces, con doblete de Echarri, y el Rayo B pasaba a ganar el encuentro cuando quedaban 10 para el 90.

Al instante de ponerse el 3-2 en el marcador, agotaron ambos banquillos sus ventanas de cambios, entrando Iván Sánchez por Cano para reforzar la zaga en lo que iba a ser el intento de acoso y derribo del Moratalaz al área rayista. Cualquier balón que cayó en pies con medias negras acababa siendo lanzado arriba, en un intento más desesperado que acertado por parte de los visitantes de arañar un punto de un partido en el que merecieron la victoria. El Rayo B asumió el papel que le tocaba en esos 10 minutos finales de tiempo reglamentario y los 5 que hubo de descuento, despejando cada esférico que pululaba cerca de su área e incluso teniendo oportunidad de hacer el tanto de la sentencia. Estas últimas fueron dos mano a mano claros de Marc Echarri, en los que el delantero se vio superado por su esfuerzo durante todo el encuentro y por el aguante de Elías, el buen portero visitante.

El triple pitido final fue acompañado de un estruendoso grito de rabia y alivio. Tirando de oficio y corazón, el Rayo B remontó un partido que, igual en otras circunstancias, podría haber perdido por goleada. El Moratalaz demostró ser un hueso duro que hizo todo bien, salvo la parte que cuenta para lograr los puntos. En el fútbol no gana siempre el que hace más méritos, pero sí el que hace más goles, y ese acabó siendo el Filial de la Franja. Suman los de Ángel Dongil sus 3 primeros puntos de la temporada, abriendo de la mejor manera la extraña temporada que se presenta. Las famosas palabras del astro brasileño Sócrates volvieron a cobrar vida en la «City». Siguiente parada: Paracuellos del Jarama.

FICHA TÉCNICA

Rayo Vallecano B: Roberto (p.), Luis Aguado (Aguirre m.45), Iker, Gimeno (Quivira m.56), Jorge Moreno, Arratia (cap.), Manu Navarro (Kevin m.71), Marc Echarri, Cano (Iván Sánchez m.82), Carlos Hernández y Boigues.

No utilizados: Luis Del Ramo (p.s.), Nacho Fariña, Barroso, Aitor y Barragán. Entrenador: Ángel Dongil.

ED Moratalaz: Elías (p.), García, Pablo, Caloto, Mora (cap.), Perico (Adnan m.57), Aníbal (Palacios m.65), Víctor (Ayuso m.57), Luismi (Cañón m.83), Vargas y Sergio (Abel m.83).

No utilizados: Óscar (p.s.), Corchón, Valle y Encinas. Entrenador: Jorge Vallejo.

Árbitro: Sr. Carrascosa Vázquez. Amonestó a Iker, Marc Echarri, Aguirre y Kevin en el Rayo B y a Sergio, Víctor, Palacios, García y Pablo en el Moratalaz, así como al delegado del Moratalaz, Jesús Recio.

Goles: 0-1, m.9, Mora. 1-1, m.13, Cano de penalti. 1-2, m.17, Caloto. 2-2, m.78, Marc Echarri. 3-2, m.80, Marc Echarri.

Ciudad Deportiva Fundación Rayo Vallecano, encuentro a puerta cerrada. Partido correspondiente a la 1ª jornada del Campeonato Nacional de Liga, Tercera División, subgrupo VII A. Mañana soleada y cálida. Césped artificial en buenas condiciones para la práctica del fútbol.

Texto e imagen de Jorge Morales García.