Diego Torre deja de ser entrenador del Benjamín A, apenas una semana después de empezar la pretemporada
Diego Torre y su cuerpo técnico (Mario y Raúl) dejaron de pertenecer al Rayo Vallecano el pasado 11 de septiembre.
Según ha podido saber Matagigantes y confirmó ayer en el acto que tuvo lugar por parte de la Federación de Peñas el propio interesado, el que fuese entrenador del Alevín B la temporada pasada y actual míster del Benjamín A, decidió el pasado lunes presentar su dimisión y abandonar la disciplina del Rayo Vallecano. Son varios los motivos que han hecho que Diego tomara esta decisión. Hay que recordar la inmensa labor que Diego y su cuerpo técnico hicieron la pasada campaña, haciendo al Alevín B campeón de liga y campeón de campeones (entre otros muchos títulos). Este año afrontaban el reto de entrenar al Benjamín A de cantera y estaban muy ilusionados con la temporada que tenían por delante.
Nos consta que no ha sido nada sencillo y que dar este paso ha sido muy meditado por parte del ya ex técnico franjirrojo. Hay que recordar que el equipo comenzó a entrenar el pasado 4 de septiembre y que el fin de semana participó incluso en un torneo en Cataluña. Pero se han ido sucediendo un cúmulo de situaciones en forma de incumplimientos en muchos aspectos, especialmente en el del contrato al primer entrenador. Lo que, en principio, tenía que ser un contrato laboral normal de X horas, ha pasado ahora a ser un contrato de voluntariado en el que el entrenador pasa a no estar dado de alta y, como en Fundación, se le pagan las facturas/tiques que presente hasta una cierta cantidad. Y es que, tras el fallecimiento de Juan Pedro Navarro, desde Cadete A hasta Benjamín B en cantera ha pasado a estar gestionado por Fundación. Desde luego, con esta baja no es precisamente un debut brillante el suyo.
Todos los que hemos tenido la suerte de ser testigos del trabajo de este cuerpo técnico, creemos que es una baja sensible y una gran pérdida para una cantera del Rayo Vallecano que no pasa por su mejor momento, y mucho menos tras el fallecimiento de Juan Pedro Navarro, el alma de nuestra cantera. Se avecinan nubarrones grises si nadie lo evita y esto pega un giro brusco de timón, porque la deriva que lleva la cantera no parece la más correcta y oportuna.
Por último, desearle lo mejor a Diego, Mario y Raúl en todos los proyectos buenos y bonitos que les van a salir, porque no estamos sobrados de buenos entrenadores y ellos han demostrado sobradamente que lo son. Tal vez, en el Rayo valoren más las actitudes que las aptitudes y no importe tanto la valía profesional y personal.