El Rayo B pierde en su visita al Pozuelo (3-0), los resultados de la última jornada no acompañan y el equipo desciende a Preferente
Desde 2015, este que suscribe lleva siguiendo la actualidad del Rayo B para Matagigantes. En estas 8 temporadas no llegué a imaginarme tener que hacer la crónica que nadie quiere escribir, la del descenso del equipo.
El Filial de la Franja llegaba a la última fecha del campeonato dependiendo de si mismo para lograr la salvación sin necesidad de mirar posibles arrastres. Para ello necesitaba ganar al CF Pozuelo en el Valle de las Cañas, de no hacerlo, ya tenía que mirar a otros campos para saber en qué posición quedaba. Dado que solo valía la victoria, el equipo titular presentó novedades curiosas, como el debut en la temporada de Miguel Morro, tercer portero de Iraola, y el regreso al once de los Diegos, Méndez y Lorenzo, quienes no terminaban de recuperarse de sus lesiones y jugaron inflitrados en el mejor de los casos.
El caso es que el rival necesitaba puntuar para evitar tener que esperar varias semanas para saber si conserva la categoría, y no se conformaba con el empate, por lo que salió con el cuchillo entre los dientes y consiguió abrir la lata pronto. Con apenas 11 minutos cumplidos, un centro desde la izquierda despejado de manera deficiente por Morro le cayó en la frontal a Saugar para apuntar, disparar y anotar. El capitán verde desataba el delirio en la grada local y golpeaba a la ruidosa hinchada rayista desplazada.
Los minutos siguientes al primer tanto hicieron que se abriera el partido entre dos equipos cuyas zagas no eran un dechado de virtudes. Morro rechazó una falta directa de Lorite, y al poco, Kevin no acertaba a rematar a palos un buen centro de Diego Méndez. Rondando el ecuador del primer acto, volverían a golpear los de Juanjo Granero, en un córner prolongado en el primer palo que Lorite enganchó de volea sin dejarla caer, haciendo inútil la estirada del cancerbero rayista.
El 2-0 lo ponía todo muy cuesta arriba, y más si las que se tienen no se convertían. Diego Méndez tuvo una oportunidad magnífica en un mano a mano frente al meta ex canterano rayista Willy Gascón. El 8 superó la salida del meta, pero su definición dio en el travesaño, rebotó en la línea de gol y regresó la pelota al campo para morir en las manos de Willy. Ya más cerca del descanso, el otro Diego, Lorenzo, tuvo también su mano a mano, pero su disparo cruzado no cogió portería. Con esas ocasiones desperdiciadas y 2 goles de desventaja llegaba el Rayo B al descanso, con la incertidumbre de saber que dependían de otros para conservar la categoría al menos unas semanas.
Hubo un conato de reacción franjirroja en el inicio del segundo tiempo, culminado con una vaselina de Vere que pilló adelantado a Willy y acabó repelida por el larguero. A partir de ahí, el Filial de la Franja iba a buscar el descuento como pollo sin cabeza. Antes del minuto 70, Iván Amaya agotó los cambios buscando a la desesperada una respuesta. Entró Héctor Peña por Asier, luego Marco y Miguel por Arribas y Jaime, y finalmente Chamón y Viega por Expósito y el renqueante Diego Lorenzo. Por momentos se vio a Bolo de 9, mientras que Ilies se quedó sin salir junto a Pantoja.
El romo despliegue ofensivo rayista hacía que la parroquia visitante estuviese pendiente del móvil para saber como iban los demás partidos, y las noticias eran las peores. El Villalba le ganaba a Las Rozas y el Canillas daba la vuelta al 0-2 del Galapagar, lo cual abocaba al Rayo B al 14º lugar, plaza de descenso directo a Preferente. Ya quedaba aferrarse a poco más que un milagro.
El momentáneo empate de Las Rozas daba esperanzas a un Filial de la Franja que era incapaz de generar peligro a un Pozuelo que tenía el partido donde quería, teniendo varias oportunidades claras para sentenciar. Morro le sacó un mano a mano a Álvaro Díaz y posteriormente los de verde mandaron alto una contra de 3 para 2. El reloj corría y el partido se rompía.
Para corroborar que no era el día del cuadro rayista, tanto Viega como Bolo se encontraron con Willy en las últimas ocasiones visitantes, y faltando 2 para el 90, vio Miguel la segunda tarjeta en apenas 25 minutos jugados, quedándose el Rayo B con 10 para los 5 minutos de descuento. Aprovechó el Pozuelo para cerrar el encuentro en el 2 de añadido, en una contra conducida por 3 de verde solos ante Morro en toda la mitad de campo visitante, así que no tuvieron más que combinar entre ellos para que Saugar anotase a placer su doblete particular. Casi al mismo tiempo, el Villalba volvía a adelantarse para terminar de condenar al Rayo B. El pitido final desencadenó la fiesta local, mientras los jugadores visitantes abandonaban el campo cabizbajos y empezando a ser conscientes de lo que había pasado.
Los finales en Canillas y Villalba confirmaban el hundimiento del Filial de la Franja, que acababa una temporada de pesadilla de la peor manera posible. Con 33 puntos tras las 30 jornadas de liga regular, los de Iván Amaya acabaron en la posición 14 de 16 y descendieron a Preferente. Un drama anunciado para un Rayo B que hace apenas 2 años disputaba el playoff de ascenso. Los lloros y lamentaciones de poco sirven. Toca empezar a trabajar en recuperar la categoría lo antes posible. Y si todo va bien, ahí estaremos para contarlo.