El sueño del Benjamín A

11/06/2024
El sueño del Benjamín A

Nuestro Benjamín A ha hecho una temporada brutal, en la que han crecido, han competido y han defendido la Franja de forma sobresaliente

No siempre los sueños se cumplen y si hablamos del Rayo Vallecano, hace mucho tiempo que somos más de vivir la realidad que nos toca, a pretender vivir de sueños franjirrojos. Aun así, que nadie se atreva a arrebatar los sueños de grandeza a los equipos de nuestros pequeños y valientes rayistas.

Soñando en hacer algo muy grande llegaba el Benjamín A al Torneo de Campeones de Cotorruelo este fin de semana pasado. Después de una liga espectacular y haber comprobado en los torneos disputados que, somos capaces de competir de tú a tú a cualquier equipo que se nos ponga delante. Sabiendo que la misión era muy complicada, pero para nada imposible. A Cotorruelo llegan los ocho campeones de liga de la máxima división benjamín y si lo han sido, es porque lo han merecido sobradamente en sus respectivos grupos. El sorteo nos emparejó con el Real Madrid (da igual cuando lo leas), Atlético Madrileño A y Getafe CF B. Sin menospreciar a ningún rival, el objetivo del equipo tenía que ser pasar a semifinales del torneo.

Las promesas están para cumplirse y nosotros prometimos que si eran campeones de liga habría una invitación a merendar pizza, tal y como hicimos ya la temporada pasada con el Alevín B y Benjamín A. Cayeron 14 pizzas como 14 soles, con su respectivo refrigerio para que entrasen mejor. A la merienda se sumó un inesperado invitado para los chicos: el capitán del primer equipo, Óscar Trejo. Nuestros campeones disfrutaron de un momento único para ellos en el que pudieron charlar con el Chocota, compartir anécdotas y momentos rayistas de unos y de otros y hacerse mil fotos y llevarse el autógrafo del capitán en papel, foto o prenda de ropa. Dentro de un tiempo y ya con perspectiva, seremos (aun más) conscientes de la grandísima persona que ha vestido la Franja durante todos estos años.

Con semejante previa de partido aún en la memoria del equipo, nuestros chicos afrontaban los tres mini partidos de Copa de Campeones con toda la ilusión del mundo. Nos tocaba madrugar para disputar el primer choque ante el Getafe CF. Es obvio que, a pesar de no coincidir en el mismo grupo de liga, los equipos se conocían lo suficientemente bien los unos a los otros. De hecho, el Getafe salió a presionar muy arriba al Rayo, con la intención de que no sacarán el balón jugado con comodidad desde atrás, teniendo que buscar la opción del balón largo a Javi Albes. Al final, este plan B funcionó y le llegaba un buen balón a Javi que, tras deshacerse de su marcador, batía al portero azulón al poner el balón por arriba en la salida de este. El propio Javi pudo hacer el segundo, pero se encontraba con el travesaño y pese a los diferentes intentos de sentenciar el choque, ese segundo gol no llegaba. Con el tiempo prácticamente cumplido, el trencilla se inventaba una falta en la frontal del área que puso el corazón en un puño a toda la hinchada rayista. Por suerte, la falta quedó en nada y los primeros tres puntos cayeron del lado del Benjamín A rayista. En el otro partido del grupo el Real Madrid vencía por 2-0 al Atlético Madrileño, siguiente rival de los nuestros.

Contra el Atlético Madrileño llevamos el peso del partido, tuvimos las mejores ocasiones, pero no fuimos capaces de materializarlas y el marcador no se movió. Por lo tanto, al último partido llegábamos con Real Madrid: 6 puntos, Rayo Vallecano: 4 puntos, At.Madrileño: 1 punto y Getafe CF: 0 puntos. El empate y/o la victoria contra el Real Madrid nos metía en semifinales matemáticamente y era la única cuenta que pasaba por las cabezas de cuerpo técnico y jugadores. Ya se habían enfrentado al equipo madridista en dos ocasiones y en ambas habíamos caído por la mínima. Era la hora de cambiar esa racha.

Con un planteamiento en el que queríamos quitarle el balón al Madrid y hacerles el partido incómodo, el Rayo demostró que podía tutear perfectamente al conjunto blanco. Solo un error en la marca, echó al traste la idea de haber sumado algo positivo frente al Real Madrid. El gol madridista hizo que hubiera que estar pendiente también del Getafe – Atlético Madrileño que se disputaba a la vez. El equipo azulón estaba teniendo las mejores ocasiones y estrelló hasta dos balones en los palos, pero no llegaba ese gol que nos acercara aún más a las semifinales. Entre tanto, el Real Madrid iba en busca del segundo gol, pero la figura atrás de Mario Abad se hacía gigante y los nuestros se defendían con uñas y dientes, a sabiendas de que si no encajaban más tantos, el Atlético Madrileño tenía que golear al Getafe, algo que parecía bastante improbable. El partido acabó con 1-0 para el Real Madrid y con empate a cero entre Getafe y Atlético Madrileño. Estábamos clasificados para semifinales y allí nos tocaba en suerte un Atlético de Madrid que contaría sus tres partidos de grupo por triunfos.

El domingo no había comenzado bien con la derrota del Prebenjamín A en su semifinal y tampoco lo iba a enderezar el Benjamín A en su duelo frente al conjunto rojiblanco. No se habían enfrentado ambos equipos hasta la fecha y era una incógnita cómo se podría desarrollar el duelo. En una primera parte de color atlético, se fueron al traste las opciones rayistas, puesto que al descanso nos fuimos perdiendo 4-0. Hubo cierta polémica en dos de los cuatro goles, pero es cierto que nuestros chicos no estuvieron cómodos y no fueron ellos mismos en ningún momento, fruto posiblemente de los nervios de toda una semifinal de Madrid. En la segunda mitad la cosa cambió y vimos un Rayo mucho más reconocible, especialmente en ataque, buscando acercarse en el marcador e intentar una remontada casi heroica. Iba a ser Diego, el que consiguiera ese gol que recortaba distancias, tras una jugada larga que él mismo iniciaba y finalizaba poniendo el balón en la misma escuadra. Pero cuando enfrente tienes a un equipo de la calidad del Atlético de Madrid, en cualquier momento te puede hacer gol en una genialidad y así fue. Desde casi la linea de centro de campo, su jugador número 6 (para mí, el mejor jugador del equipo) soltaba un latigazo de zurda que iba a la mismísima escuadra de la portería rayista, poniendo el 5-1 definitivo en el marcador.

Alguna que otra cara de tristeza y decepción por no haber podido lograr ese sueño que todos tenían/teníamos. Se luchó, se compitió y se intentó sin éxito. No cabe un solo pero a la participación de nuestro equipo en este Torneo de Campeones y se puede considerar un verdadero logro ser uno de los cuatro mejores equipos benjamines de toda la Comunidad de Madrid. No todos los equipos pueden afirmar esto, ahora que está tan de moda las fugas a tierras de pepinos o las visitas al Cerro de Los Ángeles, en busca de la tierra prometida y el nuevo Dorado futbolístico. Por suerte, la pelotita en junio es la que dicta sentencia y vemos equipos de la Franja que son verdaderos pepinos (como este Benjamín A), por delante de los equipos de los pepinos (conviene no confundir ambos).

Servidor está ya contando los días para veros competir en División de Honor Alevín y comenzar, desde ya, a soñar con vosotros en una nueva visita a Cotorruelo la próxima temporada. Entre tanto, celebremos lo conseguido esta temporada, FAMILIA.