Esos locos bajitos

09/11/2019
Esos locos bajitos

A las 9 de la mañana arrancaba la jornada de cantera para los nuestros con el Alevín B jugando en casa ante el Parla Escuela.

En un horario más propio de la entrada al colegio cualquier día entre semana y con una temperatura que invitaba a estar en pijama en casa debajo de una buena manta, nuestros pequeños gigantes del Alevín B se medían al Parla Escuela. El equipo parleño llegaba a la City por delante en la clasificación con dos puntos de ventaja sobre los nuestros, que en la última jornada habían logrado vencer sobre la bocina en Brunete y hoy buscaban encadenar dos victorias consecutivas por primera vez en liga.

Otra vez afrontaban los chicos de Alberto Madrid un encuentro en inferioridad de centímetros, pero a tenor de lo visto durante los 63 minutos que ha durado el partido, no ha sido un obstáculo para pelear de tú a tú cada balón o para ir al choque y lograr salir victorioso.

Nacho iba a a ser el primero en intentar abrir el marcador, pero su disparo iba a estrellarse contra el palo de la portería del Parla Escuela. Solo se habían cumplido cuatro minutos y el menudo extremo de la Franja ayudaba a que el ambiente en la pasarela de la City fuese entrando en calor. Esa iba a ser la primera incursión por banda de Nacho que si no le llega a sustituir el míster, a estas horas aún estaría driblando contrarios y ganando la línea de fondo por su banda derecha. Si en benjamines pensé que iba sobrado en la categoría, en alevines ha empezado como un auténtico avión.

Del mismo modo que el partido frente al CF Fuenlabrada dije que el equipo logró ganarlo con el traje de gala puesto, hoy tocaba ponerse el mono de faena y los chicos eran conscientes de ello, en gran medida gracias al espectacular trabajo del cuerpo técnico que encabeza Alberto Madrid. El Parla Escuela ha concedido poco atrás, practicando un fútbol directo que ha encontrado siempre la replica de los nuestros intentando rasear el balón y tratando de llevar el control y el tiempo del partido. Esto último lo han conseguido materializar especialmente en la segunda parte, abusando en ocasiones del balón en largo durante los primeros 30 minutos.

Hay que destacar que Hugo hoy no ha tenido demasiado trabajo en cuanto a paradas se refiere, pero sí ha tenido que jugar bastantes veces con los pies, demostrando que no le tiembla el pulso lo más mínimo a la hora de iniciar la jugada con la defensa. Los zagueros han vuelto a estar sobrios con Raúl y Miguel que se compenetran a las mil maravillas y han posibilitado que las jugadas de ataques visitantes muriesen a sus pies. Mención aparte merecen Gómez y Dani que desde los laterales se han multiplicado por 100 a la hora de las ayudas a los centrales. Enorme partido de ambos en defensa, con Gómez prodigándose menos en ataque que un Dani que ha estado también muy activo en la parcela ofensiva y nos ha regalado alguna jugada de las que dejan con la boca abierta al personal.

Con el partido bastante bien controlado por los nuestros y sin demasiadas ocasiones para ambos equipos, se acercaba el tiempo del descanso con el marcador inamovible cuando Adrián Blanco en una de las enésimas pugnas con la defensa visitante sacaba ventaja y su disparo volvía a estrellarse contra la madera cuando la gente ya cantaba el primero para el Rayo.

En la reanudación iban a salir Iker y Dante en lugar de Serrano y Rubén, cambio que dio frescura al centro del campo franjirrojo con ambos trabajando mucho en labores de recuperación especialmente. Nacho no estaba dispuesto a seguir viendo las tablas en el marcador y, sin haberse cumplido el primer minuto de la segunda parte, tras un pase magistral de Adrián Blanco ganaba la espalda a la defensa rival y cruzaba el balón a la salida del portero. El gol hacía justicia al equipo que más lo había buscado y otorgó al equipo cierta tranquilidad al verse con ventaja en el partido. Rober empezó su particular «master class» recuperando, repartiendo juego y comenzando a hacerse fuerte y a mandar en la medular.

Los nuestros pudieron ampliar la ventaja en el marcador, pero ese segundo gol no quiso llegar y cuando el partido agonizaba el Parla Escuela tuvo su ocasión más clara plantándose solo en el área uno de sus jugadores y algo escorado a la derecha, lanzaba alto y desviado su disparo. Posiblemente la presencia de Hugo bajo palos se hizo inmensa y la portería empequeñeció hasta el punto de ser diminuta para el jugador parleño.

Tras los tres minutos de añadido, el árbitro decretaba el final del partido sumando tres puntos de oro el equipo para aspirar a ocupar plazas más punteras en la clasificación.

Esa hipotética inferioridad física me ha hecho recordar al maestro Serrat y a la canción que dedicó a esos locos bajitos que no respetaban el horario y las costumbres, aquellos a los que decía «niño, deja ya de joder con la pelota». Gracias a dios, los padres de nuestros locos bajitos del alevín B jamás les dijeron esa frase, ¿cuántos ratos de buen fútbol nos hubiésemos perdido?

Serrat finaliza esta maravilla de canción hablando sobre el avanzar de las agujas del reloj, sobre decidir, equivocarse, crecer y decirnos adios. En el caso que nos ocupa, espero que, cuando esas agujas del reloj hayan avanzado lo suficiente, veamos a estos locos bajitos convertidos en futbolistas, que acierten y se equivoquen, pero que no le digan adios a la Franja, porque entre todos los que amamos este escudo yestos colores intentaremos darles el cariño que ellos se merecen.

Hasta que ese momento llegue…¡¡Seguid jodiendo con la pelota, por favor!!