Reparto de penaltis y puntos

Reparto de penaltis y puntos

El Rayo B empató ante el San Fernando 1-1, ambos goles de penalti, en un partido muy trabado. Marc adelantó a los vallecanos, empató Chema para los visitantes.

Hay días mejores y peores, en los que, por lo que sea, no terminas de encontrarte con tu juego. Y cuando eso pasa, es complicado acabar ganando el partido. Así el pasó al Rayo B, que tuvo que conformarse con el reparto de puntos ante un experimentado San Fernando.

Una soleada mañana primaveral, ideal para jugar al fútbol, acompañaba al encuentro en la «City». Dongil presentaba en el once novedades, como la inclusión en la defensa de Boigues para acompañar a Íker Recio y Gimeno en sustitución del operado Luis Aguado. En la medular, Manu Navarro y Barroso acompañaban al capitán Arratia, y arriba, Nacho Fariña y Kevin por las bandas y Marc Echarri y Rubén de Tomás por dentro.

Ya desde el principio se apreciaba algo raro en el cuadro vallecano, pues no salió con la energía que le es habitual. Todo lo contrario que su rival, un Sanfer que se estaba jugando la vida y necesitaba salir a morder. En el tramo inicial fueron los blanquillos (hoy de negro) de San Fernando los que dominaron, los que movían la pelota y tenían las primeras oportunidades. Una de ellas muy clara, cuando quedó solo Hugo ante Roberto pero le tiró la vaselina por encima del travesaño. Esto, antes de cumplirse el minuto 10.

Se veía algo nervioso al Rayo B en el primer reparto de juego. Las posesiones no le duraban mucho, perdía el balón por imprecisiones en los pases y a veces, llevados por el ansia y forzados por la asfixiante presión visitante, se deshacían del cuero en balones largos que buscaban la carrera de los extremos. Por otro lado, es verdad que la ofensiva de los de García Granero se fue diluyendo tras el mano a mano que tuvo Hugo, el 7 del «Sanfer» al que buscaban siempre para ganar la espalda a unos centrales que aprendieron de la mentada acción y le dejaban en fuera de juego.

Pasado el ecuador del primer tiempo, sí pudimos empezar a ver a un Rayo B más reconocible, que movía el esférico con mimo, con calma, tocando de un lado a otro y apoyándose en toda la cancha. Esto hacía que la zaga visitante se mantuviera firme en su campo, dejando muy pocos huecos para que los jugadores con velocidad del Filial de la Franja no pudieran tirar el desmarque. Así, las mejores oportunidades llegaban a balón parado, principalmente en córners, en los que prácticamente todos los que fueron de los locales en el primer tiempo acabaron en cabezazo, pero ninguno tomaba puerta. Aparte de esto, un disparo lejano de Barroso que hizo volar a Nacho Gil para sacarla con el puño y un doble disparo que Marc Echarri se fabricó a base de imponer su físico, el primer lanzamiento fue taponado y el segundo se marchó arriba. Poco más, y al cumplirse los 45 clavados, llegó el descanso. Poca cosa dejó el reparto de juego entre ambos equipos. El partido no tenía goles porque apenas tuvo ocasiones, y en lo que es el juego, era bastante pobre. Y eso significaba que algo no terminaba de funcionar en el Rayo B.

Eso pensó Ángel Dongil, que en el intermedio metió dos cambios, metiendo a Rueda y Aguirre por Manu Navarro y Rubén De Tomás. Las modificaciones se notaron en el inicio del segundo tiempo, pues se vio a un Filial de la Franja más ambicioso y despierto, que se asentó en las inmediaciones del área visitante hasta que, en el minuto 52, tuvimos el primer penalti del reparto al que se hace mención en el titular de la crónica. De nuevo haciéndose valer de su físico, Marc ganaba un balón que buscaba la espalda de la zaga, y dentro del área, al disponerse a disparar, fue agarrado por el capitán del «Sanfer» Chema hasta el derribo. Penalti más que evidente que el árbitro Alin Nicolae Giurca señala, y amonesta al infractor en una jugada que la mayoría de las veces se interpreta como ocasión manifiesta, y por lo tanto, expulsión. No es un detalle menor, pues Chema tendría protagonismo después, aunque tendría que haber acabado ahí su partido. Acomodó el propio Echarri el balón en el punto fatídico, y tras el silbido, fusilo con fuerza la red de Nacho Gil con un disparo fuerte y raso, engañando al portero. Se adelantaba el Rayo B, nuevamente Marc de penalti para sumar su 8º tanto del curso y seguir destacándose como el goleador del equipo.

Lo que marcaba el guion, tras abrirse el marcador en un partido tan cerrado, era que la necesidad llevase al San Fernando a irse arriba, descuidando la zaga y dando oportunidad a que el juego se rompa. No dio tiempo a que se diera eso, pues apenas 4 minutos después del 1-0, un intento de centro en el lateral del área local le dio a Rueda en la mano suelta, totalmente fortuito, pero parecía penalti claro, que fue lo que se pitó. A lanzarlo fue Chema, el que provocó el penalti anterior y que debería haber sido expulsado, ese era el que tenía la oportunidad de empatar el partido. Y no la desaprovechó. Como si de un reflejo de la pena máxima que metió Marc, la ejecutó el capitán visitante, fuerte y rasa al lado contrario al que se volcó Roberto. Poco duró la alegría rayista, que tal como vino se fue. Reparto de penaltis, uno en cada área, en apenas 4 minutos para poner el marcador 1-1 con media hora larga por delante.

El penal en contra sentó mal al Filial de la Franja, que por momentos sufrió de las carencias de juego que tuvo en el primer tiempo. No estaba metido en el partido el equipo vallecano, y lo sacaba aun más un San Fernando que, como perros viejos que son, buscó contemporizar, romper el ritmo de juego e interrumpir el partido cuando tenían oportunidad. No terminaba de dar con la tecla el cuadro local. Dongil lo veía, y tomó cartas en el asunto. Retiró a Juan Carlos, joven lateral que había entrado minutos antes de los goles por Boigues, para dar entrada a Cano. Aquí ya el Rayo B se lanzaba con todo arriba, buscando el gol como fuera. El propio Cano tuvo sus oportunidades en un par de disparos que se fueron desviados. Esto sí hizo que el juego se rompiera, y que el «Sanfer», que daba por bueno un punto que en la práctica no le servía de nada, renunciase a buscar el balón y se fuese a buscar la contra con espacio. Solo una acción destacada, un balón en el área chica que Rueda le arrancó a un Koke con la escopeta cargada, es el bagaje ofensivo visitante tras el penalti.

Se avecinaba el minuto 90. Dongil incorporó a Iván Sánchez por un extenuado Barroso que se había vaciado en el verde, para ganar en presencia de medio campo en adelante. Fue precisamente en este tramo final cuando los visitantes hicieron sus 4 cambios, algunos por lesión y otros simplemente porque García Granero veía que se necesitaba interrumpir el juego. Esto llevó al colegiado a añadir 5 minutos, los cuales fueron un asedio rayista al área visitante que no tuvo premio. La mejor oportunidad, la acción con la que acabó el encuentro, un balón elevado que Sánchez remata de cabeza y que se pierde cerca de la base del poste. Apenas se hizo el saque de meta, cumplidos los 95, y se acabó el encuentro.

Partido tosco, trabado y poco vistoso que acabó con reparto de penaltis, de goles y de puntos, uno de cada para el Rayo B y el «Sanfer». Se rompe de esta manera la racha de victorias en casa del Filial de la Franja, si bien mantiene el invicto en la segunda vuelta. Con el sumado hoy, el cuadro de Ángel Dongil acumula 35 puntos que le sitúan en la 3ª posición, la última que da acceso a la fase por el ascenso directo, empatado con el 2º clasificado y próximo rival, el CF Pozuelo de Alarcón. La semana que viene tocará ir al Valle de las Cañas para disputar la penúltima jornada de la fase regular, y huelga decir todo lo que hay en juego. Agárrense, que vienen curvas.

FICHA TÉCNICA

Informó Jorge Morales García. Imagen de Miguel Ángel Mena.